Capítulo 80 Renconciliación

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La nieve caía fuera de la madriguera, mientras Lía leía en el cuarto, el profeta permanecía abierto, sobre el dos carta, una sobre el avance de la poción y como un nuevo voluntario se había presentado, luego de una nota que salió en el profeta sobre los avances de los Longbottom.

Al parecer la madre del profesor Longbottom ya era capaz de mantener una conversación, y su padre estaba comenzando a hablar. En el profeta se veía al profesor Longbottom junto a sus dos padres aún en San Mungo, pero casi recuperados.

El sonido al tocar la puerta causó que levantara la vista del libro.

—¿Lía? — era la voz de la señora Weasley.

—Adelante —Molly entro en el cuarto, pero se mantuvo en el marco de la puerta.

—Hay alguien abajo, que quiere hablar contigo.

—¿Es él?

—Si —Molly noto sus dudas y entró al cuarto— si no estas lista para hablar con él, puedo decirle que vuelva en otro momento.

—Quiero hablar con él, pero no ahora.

Molly asintió y salió del cuarto, Lía se llevó las rodillas al pecho y abrazo sus piernas, intentando encontrar confort, cosa que no consiguió, con las únicas personas que se había sentido así de seguras era Marcus, pero no podía ir a visitarlo se había ido de viaje con sus padres, la otra persona era Charlie, pero estaba enojada con él, le había dicho qué no quería saber nada de él.

Se quedó pensando las charlas que tuvo con su psicóloga, tal vez no estaba lista para ver a la persona que le escribió y vino a verla, pero si estaba lista para escuchar a Charlie.

Tomó su abrigo y bajó, la sala estaba vacía, se acercó a los polvos flu, lanzandolos a la chimenea, las llamas tomaron un color verde, ella se adentró dando la dirección de la reserva de dragones.

...

Charlie entró a casa después de un largo día de trabajo, la casa se mantenía demasiado en silencio, cuando estaba solo, extrañaba llegar y ver a Lía en el sofá leyendo, o escuchándola cantar mientras se cocinaba algo, o cuando la encontraba escondida comiendo chocolate y tenía que ragañarla por las cantidades que comía en el día.

Se había tirado en el sofá sin ánimos para prepararse algo para cenar, cuando el ruido de la chimenea y una caída causó que se levantará de un salto, por reflejo levantó la varita, se sorprendió al ver a la persona que menos esperaba ahí.

—¿Lía?

—Hola.

—¿Qué haces aquí?

—Yo quería hablar contigo —Charlie estaba tan confundido que le tomó un rato entender a lo que se refería Lía.

—Yo...claro, pasa, pasa —Lía tomó asiento en uno de los sofás —¿De qué quieres hablar?

—Es sobre él, me escribió una carta, decía que quería verme.

—¿Barnaby? ¿Hablaste con el?

—No.

—Pensé que querías conocerlo.

—Si, pero...

—¿Pero?

—Tengo miedo —Charlie se sorprendió de esa respuesta y se acercó de a poco a Lía.

—¿A que le temes? —a Lía le tomó un momento responder, la respuesta le hacia sentir vulnerable y aun estaba trabajando en eso.

—A no ser lo que él espera, ¿y si espera que sea como mamá? A penas la recuerdo, pero se que no soy como ella, no quiero encariñarme y luego me deje.

Charlie se inclinó frente a Lía y tomó sus manos con cuidado, cuando noto que no las apartaba, le dio un leve apretón, mientras las acariciaba con el pulgar.

—Nadie espera que seas como tu madre, eres perfecta tal cual eres, tendría que ser un tonto para no quererte en su vida.

Lía se quebró en llanto, Charlie la atrajo a su pecho en un abrazo, mientras acariciaba su pelo.

—Nadie va a dejarte, estoy seguro que Barnaby solo quiere conocerte.

—Tu me abandonaste, mamá me abandono en San Mungo.

—Pensé que hacía lo correcto, no podía darte la vida que merecías.

—¿La vida que merecía? Yo merecía tener a mis padres, solo tenías que quedarte conmigo, debiste quedarte conmigo y mamá.

—Perdóname, he cometidos muchos errores, pero del que más me arrepiento es haberte dejado en el orfanato.

Charlie intento separarse del abrazo, cuando noto un patronus entrar a la casa, pero Lía se aferro a él, se sentía a salvo y protegida en sus brazos y no estaba lista para soltarlo.

El patronus tomó forma del su madre, y del el salía su voz preocupada, preguntaba si sabía algo de Lía, había desaparecido de la madriguera y los gemelos tampoco sabían nada.

—¿No le avisaste a alguien que vendrías?

—Lo olvidé, fue un viaje improvisado.

—Debiste dejar una nota, le enviare una respuesta a mamá.

Y con ayuda de su varita envío el patrunus con la respuesta a la madriguera, era el medio más rápido ya que tenia que ir de Rumania a Inglaterra.

—Deberías quedarte aquí, no puedes viajar por Red Flu así, tu cuarto está igual puedes descansar ahí.

Lía asintió y se dirigió al cuarto, pero antes de avanzar por el pasillo se detuvo y se volteo a ver a Charlie.

—Gracias, por escucharme.

...

A la mañana siguiente Lía se levanto temprano dispuesta a irse, pero Charlie apareció en la sala antes de que se pudiera ir.

—Lía, ¿Podemos hablar antes de que te vayas?

—Si.

—Se que aun no me has  perdonado porque no te allá contado de Barnaby, pero quiero que sepas que estoy intentando hacer las cosas bien, iba a contarte de él, pero antes quería arreglar mis errores, no quería que ellos interfieran en nuestra relación.

—¿Que errores?

—Barnaby no es el único tío que tienes que no conocías.

—¿Mamá tenía otros hermanos?

—No, yo tengo otra hermana.

—¿Qué?

—Es una historia un poco larga, y se que debí decirte antes, pero si quieres escucharla, puedo contártela.

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Nuevo capítulo!!
Lía y Charlie ya se reconciliarnos que lindo, Lía ya se enteró que Rose es su tía, solo le falta conocer a su tío.

Por cierto subí otra historia de Harry Potter aparte de esta por si quieren darle una oportunidad, esta en mi perfil se llama "Potter".

Lía Weasley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora