Lía Weasley

Capítulo 10 Novio

Mayo ya había empezado y eso solo acercaba más los exámenes, Lía estudiaba todos los días hasta altas horas de la noche, quería las mejores notas, ella no iba aceptar solo pasar, era la mejor bruja de su generación y no le iba a dar ese puesto a otra persona.

Como todos los días Lía estaba en la biblioteca con un gran montón de libros en la mesa, las largas horas de estudio estaban notándose, su pelo estaba más claro, como sin vida, sus ojos apagados y las oreja debajo de sus ojos eran más notorias.

-Te ves cansada.

-No he podido descansar bien.

-Deberías descansar un poco- Marcus la veía un poco preocupado.

-Y dejar que otra persona tome el lugar como la mejor de mi generación- Lía levantó las cejas y acercó su cara un poco -parece que olvidas que soy una Slytherin, no voy a dejar que tomen mi lugar tan fácilmente- Marcus negó con la cabeza podía ser muy terca a veces, pero así le gustaba- ¿Qué haces aquí? No deberías estar en Hogsmeade.

-No es lo mismo sin ti, ¿porque no te tomas un descanso? Deberías relajarte un poco- se levantó y le ofreció su mano - ¿Confías en mí?

Lía no podía negarse a él tomó su mano, después de guardar sus cosas, y se dejó guiar en algún momento llegaron al séptimo piso, se detuvieron en un pasillo y luego de un rato apareció una puerta, Lía lo miro impresionada había leído de la sala de menesteres, pero no sabía dónde estaba exactamente. Al entrar era un pequeño salón.

-Creí que necesitas un lugar donde relajarte -Marcus se acercó a un pequeño toca disc - ¿recuerdas el baile de navidad? -Lía asintió y del tocadiscos comenzó a sonar la canción que bailaron en navidad -bailaría conmigo señorita.

-Encantada -tomó su mano sonriente.

Se pusieron en medio de la pista y bailaron juntos, mientras Marcus le cantaba en su oído la canción, Lía apoyó su cabeza en su hombro y se dejó guiar, todo el estrés y las preocupaciones por los exámenes se habían ido, solo eran Lía y Marcus en ese momento.

-Lía, hemos estado saliendo un tiempo y yo quería saber... ya sabes... si tu- Marcus está muy nervioso y eso solo sacó una sonrisa a Lía.

-Puedes decirme lo que sea Marcus, lo sabes- él solo asintió y tomó aire antes de hablar.

-Yo me preguntaba si ¿Quieres ser mi novia?

Le sorprendió la pregunta era cierto que llevaban saliendo unos meses, pero no esperaba algo más. Iba a contestar cuando Marcus se adelantó.

-Si no quieres, lo entiendo, nunca te obligare a algo que tu no quieras, no debí preguntar es obvio que no quieres soy un idiota- él chico hablaba ya sin ser consciente de lo que decía, los nervios le habían ganado.

Lía sonrió entretenida y lo callo de la mejor forma que se le ocurrió, corto la distancia que le quedaba y unió sus labios en un beso, él chico no le contestó al comienzo no se esperaba eso, pero luego de un tiempo comenzó a seguirle el beso.

- ¿Eso es un sí? -Lía solo asintió y eso fue suficiente para Marcus para volver a besarla, esta vez uno más largo y tratando de demostrar todo lo que él sentía. Para Lía ese momento era perfecto, no quería olvidarlo.

Luego de su encuentro en la sala de los menesteres Marcus siempre aparecía para interrumpirla mientras estudiaba los sábados y la invitaba a Hogsmeade o planeaba pequeñas citas para distraerla y se relajará un rato, y aunque Lía tratara de fingir que le molestará que interrumpiera sus horas de estudio no podía esconder del todo que le gustaba todas las cosas que él planeaba.

-Deberías volver a estudiar, los exámenes son en una semana.

-Lía, cariño ya has estudiado demasiado, estás más que lista te irá estupendamente, descansa y relájate.

Hizo que Lía acomodara su cabeza en sus piernas y le acarició el pelo, los dos miraban el lago, mayo estaba llegando a su fin por lo cual el verano llegaría pronto y el clima era agradable por lo cual los dos jóvenes que estaban sobre una manta cerca del lago disfrutaban del tiempo

- ¿Estás seguro, aún hay unas cosas que debería repasar?

-Confía en mí, lo harás estupendo, estoy totalmente seguro que tendrás las notas más alta- Marcus le dio una sonrisa para tranquilizarla, lo cual pareció funcionar. Lía decidió confiar en su novio y siguió disfrutando de las caricias en su cabeza.