Capítulo 79 Venganza

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—Tengo lo que me pediste —Cristel se sentó frente de Lía.

La sala común estaba vacía a excepción de ellas dos y dos estudiantes de segundo año.

—¿Que te han dicho?

—¿En verdad quieres saber? No fue algo agradable de escuchar.

—Se que no es algo agradable, de otra forma Marcus no lo habría golpeado.

—Dijo que eras una perra rabiosa, y que con un poco de amortentia te domesticaría.

—¿Perra rabiosa? debió conectar sus dos neuronas para ponerme ese apodo.

Lía sacó pergamino, pluma y tinta de su mochila.

—¿Qué vas a hacer?

—Voy a escribirle a los gemelos, necesitaremos suministros

—¿Suministros?

—Para mi venganza, tus cosas no serán sufiente ¿Vas a unirte?

—¿Vas a hacerle una broma?

—Una de las grandes.

—Cuenta conmigo.

...

—¿Tienes la clave?

—Colacuerno

Ambas entraron a la sala común de Gryffindor, habían cambiado su aspecto para que la señora gorda las dejara entrar.

Subieron las escaleras para el cuarto de los hombres.

—¿Estas lista?

—Si, yo me encárgo del baño y tu de él.

Ambas usaron el encantamiento desilusionador por si algunos despertaban.

Cristel se fue directamente al baño, mientras Lía buscaba la cama de Stone. Cuando lo encontró movió las cortinas con cuidado. Le dejó caer unos polvos verdes en el pelo, su pelo tomó de inmediato un color verde moco, no saldría con nada, según Fred duraría como mínimo una semana, puso una gota de crecepelo en cada ceja,  cubriendo mayormente su frente con sus cejas.

Cristel se encargaría de poner una pócima en el jabón para que salieran granos por todo el cuerpo, y otra en el shampoo para que el cabello se levantara como si fuera electrocutado.

—¿Estas lista?

—Casi, solo falta lo último.

Se acercaron a su baúl y lo abrieron, estaba toda su ropa ahí, lanzó el encantamiento que Rose le había enseñado mediante cartas. Cuando se pusiera su ropa se volvería cada vez más pequeña.

—Vamos.

Ambas bajaron y salieron de la sala común la señora gorda se veía molesta al despertarla, estaba dispuesta a regañar a alguien, pero no divisó a nadie en el pasillo.

...

A la mañana siguiente Lía tomó asiento en la mesa de Ravenclaw junto a Marcus.

—Hola Cariño.

—Hola, ¿Cómo estás linda?

—Genial, te tengo una sorpresa.

—Así, ¿que es?

—Debería entrar en unos minutos.

—¿Que es?

—Amigo, si te dijera ya no sería sorpresa — Thomas interrumpió.

—Es algo llamado venganza.

Y como si lo hubiera invocado Stone entro en el gran comedor con el pelo verde, levantado, las cejas tan largas que le cubrían la frente, el rostro lleno de granos y su uniforme se veía muy ajustado. Tenía su bufanda tratando de tapar su rostro, y el gorro de su túnica tratando de tapar su pelo, pero no era sufiente para cubrir el pelo verde levantado, la gran cantidad de granos y sus largas cejas.

—¿Tu hiciste eso?

—Cristel me ayudó, espera a verlo en clases, se irá encogiendo cada vez más  su uniforme.

—Recuerdame nunca molestar a tu novia.

—Has tomado una sabía decisión Thomas, pero no lo he hecho por lo que dijo de mi, sino porque golpeó a Marcus.

—No debiste hacerlo, creo que sabe que fuiste tu, no deja de verte.

—No me interesa, no tiene pruebas y no puede hacerme nada, ya me he vengado su presencia vuelve a ser insuficiente para mi, ahora ¿Podemos cambiar el tema?

—Vas a quedarte para las vacaciones, porque podrías pasar las vacaciones conmigo, mamá te adora, siempre me pregunta como estas en las cartas que me envia.

—Voy a pasarlo en la Madriguera, pero podría ir por unos días.

—Genial.

—Solo no me hagan tío tan luego.

—Cállate Thomas —contestaron ambos.






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