Capítulo 16

681 42 1
                                    

Pov: Devika Allen 

Los últimos meses habían sido una locura, suponía que la alianza que formamos para los traidores se rompería pero espere que durará un poco más. Pero, porque no veían que parte de la culpa la tenían los rogues, que había que eliminar el problema de raíz.

En este tiempo de caza, junto a Alarik pensé que juntos lograríamos el objetivo, subestimé su atracción hacía Killian.  Ahora, tendré que darles caza a todos, eso estaba pensando cuando la puerta de mi habitación se abrió dando paso a Ludovica quien me dijo que la alianza contra rogues estaba en la sala y me esperaba, ni siquiera sabía que estaban aquí, no me gusta que me dejen al margen.

Abro la puerta, y allí están todos, mi asiento vacío esperando y yo me siento. El primero en hablar fue mi padre.

—Estamos preocupados Devika - todos me miran como si los hubiera traicionado

—¿y se puede saber por qué? - mi padre frunce el ceño ante mi falta de respeto

—Estabas muy unida al grupo del alfa, luego muy unida a Alarik, y aun así nos dices que no sabes nada acerca de su mate, sus planes, ni nada.

—Así es - no me puedo creer de lo que me acusa.

—Una de las mejores rastreadoras, el otro día estábamos a nada de coger al chico que estaba herido y me dices que desapareció, que se perdió...

—Vamos a dejar algo claro, he pasado de ser considerada justa a una opresora y exterminadora, no cuestiones mi papel en esto. Luego, yo estaba dirigiendo otro grupo, fueron los inútiles de la manada del Norte que fueron incapaces de terminar de cazarlo.

—Mi manada dice que tú les dijiste que se retiraran - el padre de Alarik siempre jodiendo

—Ya no había rastro alguno, aunque si quieres puedes mover el culo de la silla y ayudar con la caza, porque de esta sala la única que ha salido he sido yo. Todos sabéis que tengo motivos de sobra para querer matarlos a todos.

—Devika, mantén las formas - mi padre me mira mal  y voy a callarme, pero de nuevo el padre de Alarik interrumpe.

—¿Por qué tanta queja?, ella se prestó voluntaria para salir de caza, y ahora nos lo reprocha. No debíamos dejar la caza en manos de una niña incapaz de mantener la compostura y el respeto.

—Sabe Alfa, el respeto no se regala y esta niña puede cortarle el cuello y hacerse con su manada cuando se le venga en gana. Queréis echar culpas a alguien que tal tú hijo, él es un traidor y fueron tus hombres quienes les perdieron... ¿estás seguro de que no has dado orden de que lo dejen libre?

—¿Qué insinúas mocosa? Yo no protejo aberraciones...

—Creo que lo he dejado claro. Me voy a cazar y cualquiera es libre de unirse, si no le da miedo que puedan ensuciar sus garras.

—No hemos terminado Devika. Te casarás con el siguiente alfa de la manada del Norte.

—Alarik...

—Él no es de la manada, deja de decir su nombre. Te casarás con el nuevo sucesor -  otra vez interrumpiendo mis palabras.

—Vamos a dejar algo claro, soy Alfa y aquí ninguno es superior a mí, si queréis podéis retarme a muerte y listo. Acepté el anterior compromiso no esté, entendido, así que menos darme órdenes, porque con el único con quién acepte casarme fue A.LA.RIK.

Todos se han quedado callados, y yo me marcho a hacer lo que me dé la gana, que se atrevan a ir contra mí, yo tengo una lista negra y en ella mis antiguos aliados, quieren que les de caza pues lo haré; pero antes tenía que hablar con la loba que supuestamente vio a Killian dirigirse a otra dirección.

Alfa implacableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora