Capítulo 22

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Pov — Devika Allen

Habíamos encontrado a Killian cerca del Este, todo había sido por casualidad pero claro no podíamos entrar en el este porque desde que la manada cayó muchas brujas se han apropiado del lugar. 

Eso le conte a mi padre, y eso me costo un golpe por dejarles escapar. No le conte que Alarik no estaba con él, algo realmente extraño. Por lo que me propongo averiguar hace cuanto se separaron, me acerco a las mazmorras donde esta aquella chica, Maya Nieve, la joven que dejo escapar a Killian.

— Buenos días - me acerco enfrente de su celda y ella me mira desde su posición atada a la pared de enfrente. No parece querer contestarme. - Quiero que respondas algo.

Su silencio, sigue siendo toda mi respuesta. Según me han dicho no ha comido, ni bebido ni dicho nada en las dos semanas que lleva aquí. Si bien, dudo mucho que alguien no le pase algo a escondidas, si no no estaría tan bien.

— No me vas a hacer ese favor. Vale.

Abro la mazmorra y entro dentro. Desato las cadenas de la pared y la arrastro conmigo. Los guardias se van a acercar, pero creo que mi mirada les vale para no querer acercarse de nuevo. Salimos por la parte trasera del castillo, y seguimos hasta adentrarnos en mitad del bosque, tiro de las cadenas para que caiga al suelo y su mirada se dirige hacia arriba, mirándome mal.

— Mira a tu alrededor - esta confundida

— ¿El qué?

— Eres fiel a tu alfa, ¿Dónde está él? Si yo te matará ¿Qué pasaría?

— Nada

— ¿y le sigues dando tu lealtad a Alarik?

— Si

— ¿Por qué?

— Porque soy leal a mi alfa

— A pesar de todo lo que ha hecho... matar rogues

— si

— Pero dejaste escapar a algunos rogues

— Yo no mato inocentes

— Entonces tu lealtad tiene un limite

—  No se a donde nos lleva esto

— Únete a mi

— No


Un ruido hace que Maya gire la cabeza, y de la maleza sale Elian, el querido alfa supremo del Oeste, la personificación de la oposición al plan de cazar a los rogues. Maya lo mira sorprendida, no sabe si es bueno o malo.

— Devika, ¿no te han dicho que no puedes entrar a las manadas y llevarte gente?

— Elian, ¿no estas muy lejos de tu territorio?

— Esto forma parte de mi territorio, no lo olvides

— ¿Por eso los espías? Acaso no te fías de mí

— No eres una niña puedes hacer lo que quieras

— Entonces... esta visita inesperada a que se debe

— Quería informarte de que dejes de perseguir a las manadas salvajes, ellos no son rogues

— Los ocultan, defienden, eso significa que son cómplices y por tanto enemigos igualmente

— Interesante relación, ¿ y donde encaja ella?

— Simpatizante de rogues, enemiga pública

— A los traidores se les juzga en la manada central

— Y eso.. — no puedo terminar la frase antes de que Elian le quite las cadenas a la chica, quien enseguida se pone detrás de Elian, yo me rio de ese gesto— él no es tu salvación

— Por favor, Devika dejémoslo aquí, dime lo que querías decirme

— Sabemos que visitas el refugio de rogues, acaso no eras neutral

— Dije que no cazaría rogues, y no lo hago, pero te aseguro que tampoco oculto rogues en una cueva, o rincón de mi territorio.

— Solo que sepas que los encontraremos, incluido a Alarik, y a Killian.

— Te deseo suerte con eso, Killian está muerto, 

— ¿Qué?

— Le atacó una manada de rogues salvajes. Realmente, no haces muy bien tu trabajo. Si en vez de cazar a Alarik y Killian, o manadas salvajes, mataras a los peligrosos rogues, él seguiría vivo.

— ¿y Alarik no murió con su mate?

— Se puede decir eso.



No llegué a conocer del todo a Killian, pero sabía lo que había estado haciendo. Sabía que protegió a un niño con su vida en una casa, sabía que salvo a todos los rogues de ese día, porque si no fuera por ello estarían muertos. Killian, no era rogue solo un transformado, y tenía buen corazón, una razón más de que los rogues deben morir.

Alfa implacableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora