La espera se te hace interminable, ni las caricias de tu compañero pueden calmar los nervios que te corroen, desnuda, dolorosamente estrujada, solo puedes esperar, hay decenas de cajas, pueden pasar horas hasta que os saquen a vosotros. La lengua de tu compañero sigue jugando contigo, le encanta saborearte, lamer la piel suave y dulce de una cerdita rubia como tú, mira tu pelo largo, ligeramente ondulado, tus pechos no demasiado grandes, tu sexo cada vez más mojado. Pegada a él, traviesa y coqueta le acaricias, poco a poco tus ojos se han ido acostumbrando a esta luz tenue, le miras, debe rondar la treintena, como tú el también lleva un collar de color negro, estiras un poco el cuello, hasta poder besar la punta de su verga, te gusta su tacto, su textura, sigues besándolo, tocándolo, te gusta que se excite contigo, ser tu quien endurezca su deseo, quien le haga buscar un placer prohibido que sin duda vuestros amos castigaran. Te encanta sentirte atractiva y deseada, y sonríes cuando su verga otra vez se vacía entre tus labios, Coqueta y traviesa bebes golosa esta leche caliente y espesa, te relames los labios, no quieres perder ni una gota, y tan solo algún gruñido apagado te corrobora que él también está disfrutando, que él también está gozando de este placer prohibido en esta jaula estrecha y asfixiante.
De pronto, abren la puerta, cogen de una de tus patas y tiran hacia fuera, gruñes enfadada cuando te separan de tu compañero, estás agarrotada, tienes calambres y apenas si puedes moverte, alguien tira de tu vello, chillas de dolor cuando te arrancan algunos de tus pelos, al final consiguen sacarte, ahora es el turno de tu compañero, tiran de su rabo, aprieta los puños y los dientes, no quiere llorar, no quiere gritar, no quiere darles el placer de que le vean suplicar, lo echan al suelo, junto a ti, con una vara os van azotando para desentumeceros, ponen un barreño de agua en el suelo, y los dos metéis el hocico dentro, vas bebiendo todo lo que puedes, notas como él lengüetea junto a ti, cuando ya piensan que habéis bebido bastante, tiran hacia arriba de vuestros cabellos, mientras os ordenan que os levantéis, intentas hacerlo, pero tanto tiempo hacinada hace que te fallen las piernas, caes al suelo, y agarrándote por los pechos te levantan otra vez, giras la cara, él también lo está pasando mal, apenas si puede mantenerse en pie, al final lo consigue. Te sueltan y entre temblores consigues también aguantarte derecha. Una vez en pie, con una esponja mojada en jabón, van limpiándote, tus tetas, tu culo, ríen cuando ven los restos de esperma llenando tu cara y deciden dejarte la cara sucia, que todos vean como se ha corrido la cerda enjaulada, bajas la mirada sonrojada, mientras uno de los trabajadores, se entretiene limpiando a fondo tu sexo, su mano y la esponja mojan tu vulva, tu clítoris, luego se esmera en tus nalgas, tu culo, empiezas a gemir mientras el agua va mojándote, mientras sus dedos recorren tu zona más íntima . Otro trabajador le grita, no es hora de perder el tiempo, hay un horario que cumplir, y todos los animales han de estar exhibidos dentro de una hora como máximo.
Agarran el rabo de tu compañero, y de un tirón se lo llevan, antes has podido ver el número que lleva rotulado en el pecho, 7.042, sabes lo que significa, cubierta siete, camarote 42, allí esta su dueña o dueño, no sabes si él ha podido ver tu número, si ha visto que tu eres la perrita del camarote 34 de la cubierta 8. Un nuevo azote te devuelve a la realidad, es tarde y hay prisa, te agarran por una de tus tetas, y tirando de ti, te sacan de esta bodega, por el camino oyes como suenan las sirenas del barco, estamos zarpando, tan solo un ligero movimiento casi imperceptible denota el movimiento del barco, y mientras tú estás en la bodega, nueve cubiertas por encima, Nuria está apoyada en una de las barandillas viendo partir el crucero, poco a poco el muelle se va alejando, la estatua de Colon, el hotel Vela, el perfil inconfundible de Montjuic, todo va quedando atrás, bebe un sorbo de su bebida bien fría y hace algunas fotos con el móvil, junto a ella, decenas y decenas de amos y amas, disfrutan de este día soleado, de la música con que el barco se despide de Barcelona, y de la ilusión de unos días donde gozar y disfrutar de todos y cada uno de los servicios y placeres que ofrece "El justine".
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Relatos Eróticos
RandomPara satisfacer tus necesidades. Contenido explícito de todo tipo. Para todos los gustos. Algunos serán de mi prioridad y otro serán sacados de internet. Pueden hacer pedidos de todo tipo. Puede tener mala ortografía.