Capítulo 12, Yuan: Omashu

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— ¿ Omashu ? —pregunté mientras volábamos cerca de un pequeño lago—, ¿ no es esa la ciudad de la leyenda de los primeros maestros tierra ?

— Así es, —respondió Ling— por eso debo de ir a esa ciudad y entrenarme como maestro tierra, de acuerdo a la leyenda los primeros maestros tierra son de esta región, me imagino deben quedar maestros tierra que aprendieron como ellos y podrían enseñarme.

— Bueno, pero ¿qué piensas de Wan Shi Tong? ¿Crees que cumplirá su palabra? —pregunté—.

— Creo que no tiene porqué mentir, no creo sea un mal espíritu, y si nos dió su palabra que cuidará el portal, pues creo debemos creer en él. —Respondió Ling—.

Pasamos el día volando y acampamos a la orilla de un río, Ling  me contó acerca de la historia de Omashu, que él ya la había visitado, que era una gran ciudad, amurallada y muy bonita, y de la leyenda de los dos amantes, Oma y Shu, que la ciudad recibió su nombre de la combinación de los nombres de ellos.

Llegamos a la ciudad y cuando Ling se presentó de inmediato como el Avatar no tuvimos problemas para pedir una audiencia con el rey de la ciudad, nos escoltaron hasta el palacio, pude observar las calles, y a pesar que la ciudad estaba construida sobre montañas, no era ningún problema el subir hasta la parte alta de la ciudad, pude observar que la gente era feliz, niños corrían por las calles, hombres y mujeres caminaban por doquier haciendo compras, con sus familias o supongo para sus lugares de trabajo, pude ver también muchos maestros tierra, la ciudad tiene un sistema de rampas, unas cajas hechas de piedra se deslizan por esas rampas, la inclinación de la montaña las hace bajar y los maestros tierra las hacen subir, realmente era una ciudad muy bonita para vivir.

El Palacio me lo imaginaba más grande, pero Ling me explicó que había escuchado que el rey lo había querido así para que la diferencia entre él y su pueblo no fuera tan grande, incluso me contó que era común ver al rey caminando por la ciudad sin escolta. 

El nombre del rey de Omashu era Jhenu, un hombre de alrededor unos cuarenta y cinco años, con expresión amable, estaba sentado en su trono, atrás del trono, colgado de una pared, estaba el estandarte del Reino Tierra, el rey vestía una túnica verde como las esmeraldas con mangas cortas y dejaba al descubierto sus pies , en los cuales había unas pulseras y protectores para sus tobillos, supuse de inmediato que era un maestro tierra; tenía puesta una corona verde con unos cristales incrustados, realmente tenía el semblante de un rey, pero había algo diferente en él.

Nos sentamos en unos cojines delante de él, nos observó, levanto una mano en señal de saludo y dijo:

— Bienvenido Avatar Ling, bienvenido joven maestro agua, me llamo Jhenu y soy el rey de Omashu, me han dicho que pidieron hablar conmigo, díganme, ¿Qué los trae a la ciudad de los dos amantes?

Ling hizo una reverencia como maestro aire y respondió:

— Agradecemos su bienvenida rey Jhenu, hemos venido a Omashu como parte de mi viaje Avatar, me gustaría aprender a dominar la tierra control con los maestros de esta ciudad.

El rey mostró una sonrisa, se levantó de su trono que de igual manera estaba hecho de cristal verde, levantó las manos como emocionado y dijo:

— Bien avatar, has encontrado un maestro,  ¡ yo mismo te entrenaré !

Miré sorprendido al rey, pero era bastante obvio, siendo maestro tierra y el rey de la ciudad debía ser un poderoso maestro.

El rey Jhenu mandó que nos consiguieran una casa para poder quedarnos, insistí en que podía pagarles, si es que aceptaban monedas de la tribu agua, pero el rey nos explicó que el Avatar y su amigo no tenían necesidad de dar dinero, que eramos sus invitados y podíamos quedarnos todo el tiempo que Ling necesitase para perfeccionar el dominio de la tierra.

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