Capitulo 20, Ling: Cambios

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El panorama del mundo de los espíritus cambió para llevarme al lugar en que pensaba, cuando por fin hube llegado, me encontraba en la parte superior de un cañón, en el cielo se arremolinaban nubes de tormenta, pero ya no tenía temor, eso ya se había disipado, a la distancia un valle verde se alcanzaba a ver y parecía una muy bonita vista de esa parte del mundo espiritual, un gruñido me hizo recordar el porque estaba ahí.

Abajo en el valle, una niebla que cambiaba de tonalidad gris oscuro a amarillo suave giraba, se alzaba y parecía llamar a cualquiera hacia sí, el valle de las almas perdidas, el Avatar Thao me había que así se llamaba y que la niebla hacia que cualquiera, humano o espíritu que se internase ahí perdería todo recuerdo y nunca saldría pues ni siquiera sabría donde estaba.

Ko-Ying se retorcía y luchaba por liberarse, pero mi látigo de fuego no cedía, lo levanté a la altura de mi ojos y le dije:

-Bueno, es tiempo ya, esto es lo mejor que se me pudo ocurrir, hasta nunca Ko-Ying.

Pude ver una autentica mirada de terror cuando solté el látigo y su cuerpo se liberó, extendió sus alas con la esperanza de elevarse, pero ya la niebla lo había rodeado y empezó a hundirse en el valle.

Y ahí terminó todo.

Volví a concentrarme y me encontré en el portal de la biblioteca, me acerqué y lo toqué, pero no pasó nada.

-Tienes que usar poder espiritual, -dijo una pequeña voz a mis espaldas, - el portal se abre cuando se usa energía espiritual, pero solo los espíritus fuertes pueden abrirlo, creo que por ser el Avatar podrás hacerlo. 

Giré y encontré a dos de los pequeños espíritus que había visto jugando en la fuente la última vez, el que parecía un balón de "balón aire" con patitas de araña y el que parecía un mono topo.

-Muchas gracias, -les respondí.

-No es nada, -dijo el pequeño con patitas de araña, -como dijimos, el Avatar siempre ha sido bueno con nosotros y de cuando en cuando ha jugado con nosotros, espero algún día vengas y juegues con nosotros.

Me acerqué y les estreché la mano diciendo:

-Es una promesa, volveré y jugaremos un poco.

Coloqué una mano en el centro del portal e invoqué el poder del estado Avatar, que es mi energía y poder espiritual, el portal se sintió un poco caliente y empezó a reaccionar, en cuestión de segundos vislumbré el pasillo de la biblioteca de Wan Shi Tong, caminé a través de de él y cuando giré para despedirme de los pequeños espíritus, éstos ya no estaban.

Caminé y seguí hacia arriba hasta llegar al vestíbulo, ahí me reuní con  Wan Shi Tong y las personas de las demás naciones, les conté todo lo que había pasado y que ya todo estaba terminado.

Me contaron como cada uno ellos, incluso Wan Shi Tong tenían una especie de marca en su cuello, una especie de lineas en donde Ko-Ying los había sujetado con sus tentáculos, me revisé y evidentemente yo también tenía una, pero en mi brazo en el lado opuesto de mi tatuaje de flecha, unas lineas color morado donde la lengua del espíritu me había tocado por primera vez.

Wan Shi Tong se acercó y con mucha pena me dijo que después de devolver a las personas en sus respectivas naciones, se llevaría la biblioteca a un lugar donde no cualquiera pudiese encontrarla, ni humano ni espíritu, tendrían que probarse en perseverancia para poder hacerlo, de esa manera también protegería el portal, me dijo que cada cierto tiempo enviaría a uno de sus exploradores para buscarme y darme noticias.

Le agradecí por ser un buen amigo y aliado, y me despedí de cada uno de los presentes,

Cuando salí de la biblioteca para dirigirme al palacio y encontrarme con mis amigos, vi como las puertas de la biblioteca se cerraron y cuando hube caminado cierta distancia pude ver como la biblioteca se hundía, corrí de nuevo hacia el lugar solo para ver como la última de sus torres se perdía en la tierra y parecía que nunca hubiese habido un edificio en ese lugar.

Me reuní con mis amigos y volvimos al palacio donde contamos al Señor del Fuego toda la historia, nos pidió disculpas en nombre de su nación por lo ocurrido y agradeció que lo hubiese ayudado.

Seguí con mi entrenamiento y meses más tarde obtuve la aprobación de maestro fuego, volvimos al templo del Aire del Norte y hubo una gran celebración en uno de los valles abajo del templo donde personas de las cuatro naciones acudieron para la ceremonia.

Antes que Yuan volviese a casa con sus padres decidimos escribir la historia para que en el futuro pueda ser de ayuda para cualquier Avatar que lo necesite, hemos escrito por días tratando de no olvidar cosas importantes ni a las personas que nos ayudaron, sabemos que hubo un gurú, cuyo nombre era Ghem, que me enseñó una técnica muy importante, sin ella posiblemente Ko-Ying hubiese ganado, ojalá el mundo llegue a conocer de él y lo recuerden, al menos Yuan y yo lo haremos.

Hemos hecho varias copias de esta historia y las repartiremos entre los templos del aire y otros lugares, incluida la biblioteca de Wan Shi Tong para que pueda preservarse con el paso de las generaciones.

Como era de esperarse Wan Shi Tong enviaba a uno de sus zorros con mensajes regularmente, ahí le envíe una copia de la historia, hubieron varios mensajes después de ello, pero cierto año ya ningún zorro apareció, tengo la esperanza que todo va bien.

Kumi se convirtió en un maestro para jóvenes aprendices en el templo del aire del sur, en mis viajes lo he visto varias veces, siempre me admira, ya no es el jovencito imprudente que corrió al mundo de los espíritus.

Hablando de espíritus, cumplí mi promesa y he ido a jugar con los pequeños en el estanque, espero que todos los Avatares del futuro puedan hacerlo.

Por otra parte, Yuan se mudó a la tribu Agua del Sur donde se casó y tiene tres niños y una niña, todos maestros agua, siempre que llego a la tribu agua, cuenta orgulloso como peleó y salvó al mundo a mi lado, no me queda más que sonreír y asentir mientras cuenta la historia.

Ko-Ying no ha sido el único ni el último enemigo a quien he vencido, varios se han levantado para atentar contra el equilibrio y la paz de las cuatro naciones, pero siempre he luchado para mantener la luz y paz del mundo, y con la ayuda de los habitantes de las naciones ha sido más fácil la lucha, el mundo parece disfrutar la paz.

La marca en mi brazo donde el miedo empezó apoderarse de mi, se atenuó con el tiempo y desapareció, a veces en mis pesadillas veo a Ko-Ying tratando de apoderarse de mi y conquistar el mundo, pero sé que son solo eso, pesadillas, él sigue en la niebla, vivo, pero ya no puede hacer daño, siempre existirá el miedo, ya no será infundido por él, pero aún así debemos aprender a dominarle, solo así no nos hará daño.

Sé que como los árboles cambian de hojas a través de las estaciones, así yo he de irme y un nuevo Avatar ha de venir, solo quiero decirte joven Avatar, seas un jovencito o una jovencita, del Reino Tierra, de la Tribu Agua, de la Nación del Fuego o de cualquiera de los templos del Aire, no estás solo, siempre estaré para ti, todos los Avatares del pasado para apoyarte y darte sabiduría, y si me buscas puedo enseñarte la habilidad sensorial del gurú Ghem.

Siempre estaremos para ti, solo tienes que llamar.




FIN


El Diario del AvatarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora