Capítulo 11, Ling: Razonando con el espíritu

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Volamos con Bops desde la aldea donde murió el gurú Ghem en dirección hacia el templo del Aire del Sur, no tuvimos inconvenientes en el camino, le conté a Yuan como había sido el funeral, me sentía apesadumbrado aún después de varios días, había meditado mucho, en incluso había hablado con el Avatar Thao, pero aún no podía sacarlo de mi cabeza, y a pesar de todo lo que habíamos vivido en las últimas semanas el mundo parecía seguir en paz, pasamos por varias aldeas y no parecía haber rastro de Ko-Yin, me preguntaba y me intrigaban los motivos de este espíritu para atacar a las personas, había dicho que lo hacía prácticamente una forma de hacernos pagar por destruir el mundo y apoderarnos de él.

Llegamos al bosque donde tuve el primer encuentro con Ko-yin y a partir de ahí volamos encima de los bosques buscando la biblioteca, después de varias horas, divisamos una estructura que se alzaba sobre la espesura del bosque, era parecido a la torre de un castillo, bastante similar a las torres de los templos aires.

Nos acercamos y vimos que la torre era solo una pequeña parte de la estructura del todo el edificio, y realmente era impresionante, se parecía bastante al palacio de Ba Sing Se, con muchas ventanas y torrecillas y una gran cúpula que parecía brillar por sí sola, tanto tiempo había viajado por el mundo y nunca había visto algo parecido, este edificio era por mucho el edificio mas deslumbrante que he visto, en fin, llegamos a las puertas principales y vimos que estaban abiertas.

Entramos sin vacilar, pues alguien que viviese en semejante palacio no podría ser malo, o al menos eso pensaba en mi interior, frente a nosotros había un pequeño perro, pero diferente a los que ya conocía, este tenía las orejas puntiagudas y una cola más larga, nos vio y movió su cola como saludando.

-¡ Hola !, soy el Avatar.- -dije.-

-Ese saludo, un día de estos nos meterá en problemas-. -dijo Yuan-.

El pequeño perro movió su cola con más entusiasmo, se acercó, me olfateó y empezó a caminar como indicando que lo siguiéramos, lo cual hicimos sin dudar.

El lugar parecía mucho más grande desde adentro de lo que aparentaba por fuera, caminamos por pasillos llenos pergaminos, pasillos llenos de pinturas de todo tipo, y vimos otros de esos pequeños perros, pero parecían estar ocupados, pues iban y venían sin prestarnos atención, de pronto el pequeño perro se detuvo frente a una puerta y rascó la madera, la puerta se abrió y por ella salió un ave gigante, de color negro, le habló al pequeño perro y le dijo:

-Dime pequeño, ¿ qué pasa ?-

Y entonces nos vió.

-¡ Hola !, -Dije. -Soy el Avatar, me llamo Ling, y este es mi amigo Yuan.-

El ave me estudió por unos segundos, sentí su mirada como leyendo mi alma, y esbozó una sonrisa ( ¿los pájaros pueden sonreír?, no lo sé, pero eso parecía ) y entonces habló con una voz profunda pero agradable, como de alguien a quien hay que respetar:

-Bienvenido joven Avatar, me llamo Wan Shi Tong, y soy el espíritu dueño de esta biblioteca, siempre hemos sido amigos con el Avatar, y he conocido muchas de tus encarnaciones, eso siempre me ha llamado la atención, el proceso de como eliges un nuevo cuerpo, pero lo dejaremos para después, hacía bastante que no venías a verme, siempre me han agradado tus visitas, siempre tan hambriento de conocimiento y yo tan deseoso de compartirlo, y ahora vienes con un nuevo rostro, un maestro aire, y traes a un amigo también, espero vengan con deseos de aprender, mi biblioteca está a su disposición.

-Eh, muchas gracias.- -dije y hice una reverencia. -Es muy bonita su biblioteca, estamos agradecidos por su hospitalidad, y sí, venimos con muchos deseos de aprender.

-Me parece excelente, seguidme. -dijo Wan Shi Tong, y lo seguimos hasta una gran estancia, que parecía una sala, estaba llena de muebles para sentarse, mesas con lamparas de aceite y en las paredes muchas pinturas, pude ver que eran de lugares de todo el mundo, vi pinturas de las tribus agua, de la nación del fuego e incluso de los templos aire, realmente era un lugar muy agradable para estar.

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