El Diario del Avatar

Capítulo 13, Ling: El fallo del plan

El rey Jhenu me felicitó por la batalla, y nos llevó de regreso a la ciudad, mencionó que mandaría un mensaje al templo del Aire del Norte para que el consejo de monjes supiera que ya estaba listo para hacer la prueba de tierra control y que ellos pudiesen venir a Omashu, ya  que había solicitado también hacer él mismo ser quien me haría la prueba.

Días después varios bisontes voladores aparecieron en la distancia, el consejo de monjes llegó y trajeron a varios otros maestros y maestras aire, incluso habían traído aprendices, fue realmente bueno volver a ver a muchos monjes que ya conocía, Omashu parecía un lugar diferente,  quizás solo por un instante, pero al ver los planeadores surcando el cielo, los bisontes buscando pastos para comer y a los monjes hablando con las personas, fue en ese instante que me dí cuenta que la humanidad valía la pena para ser protegida, que ese era mi deber y que haría lo que fuese para que la tranquilidad del mundo se mantuviese siempre.

Horas después de haber llegado los monjes me presentaron a Kumi, un aprendiz que había nacido en el templo del sur, kumi acababa de recibir sus tatuajes de maestro aire hacía unos unos meses, y solo tenía diez años, según me dijeron los monjes, al igual que yo lo había sido a mi tiempo, él también era un prodigio del aire control, a pesar que no era el Avatar, tenía mucho potencial y había solicitado conocerme.

Kumi se acercó, vestido como aprendiz, él era bajito, pero con una mirada llena de luz, podía verse que tenía una sed de aprender y descubrir el mundo, vestía un traje con colores rojos y amarillos, me recordó a mis tiempos de niño, ahora me acercaba a mi cumpleaños numero veintiuno y mis ropas eran un poco diferentes, más largos, también ahora tenía mis contenedores de agua e incluso a veces usaba una capa para el frío o la lluvia; hizo la reverencia y saludo de maestro aire y dijo:

— Es un gusto el poder conocerlo Avatar T'se Ling, he escuchado mucho de usted y he pedido a los monjes el permiso para hablarle y hacerle una petición.

—Dime.— respondí— ¿en qué puedo ayudarte?

—He estado meditando mucho —dijo Kumi, —y quiero acompañarlo por un tiempo en su viajes de Avatar, me gustaría aprender de su sabiduría y de sus conocimientos de aire control que, me han dicho son asombrosos.

La pregunta me dejó un poco perplejo, él que quería que yo fuese su tutor

— Bueno, — respondí — necesitamos consultar a los monjes y esperar su aprobación.—

— Ya está consultado— dijo una voz que no había escuchado desde mucho tiempo atrás —el consejo de monjes ha dicho que si tu aceptas el joven Kumi puede acompañarte y tiene mi recomendación, ambos han sido estudiantes míos.—

Volteé hacia el lugar donde provenía la voz, y pude ver a mi maestro Yao acercándose con una sonrisa en su cara.

— Has crecido mucho, joven Avatar — dijo Yao.—

 Me levanté, hice una reverencia y abracé a mi viejo maestro

— Pero aún recuerdo siempre sus enseñanzas, maestro—dije mientras estrechaba su mano.

Volteé hacia Kumi y le dije:

— Entonces está bien, puedes acompañarnos, pero por el momento tengo que hacer una prueba de tierra control, el consejo de monjes tiene que decidir si ha sido suficiente o sí aún necesito más tiempo de aprendizaje, después de la prueba partiremos, ¿qué te parece Kumi? 

—Si, ¡ me parece fantástico !  —dijo Kumi, me hizo una reverencia de maestro aire nuevamente y fué a contarle a sus amigos acerca de ello.

Días después el rey Jhenu nos llevó afuera de la ciudad hacia un terreno desértico donde él había construido una especie de campo de entrenamiento, había usado tierra control para darle forma, el terreno tenía unas escaleras laterales para que los monjes pudieran estar sentados y observar mi prueba, también en el centro del campo habían grandes bloques de piedra algunos bloques de cristales verdes y morados e incluso había colocado varios depósitos con agua cavados en el suelo del campo, estos recorrían el campo repartidos en el lado angosto de todo el terreno que era de forma rectangular, realmente el rey jhenu había pensado en todo, los monjes, Yuan , Yao, Kumi  y los demás maestros aire se acomodaron en las escaleras, incluso algunos conocidos de la ciudad habían venido a ver mi prueba.