El Diario del Avatar

Capítulo 18, Yuan: La nación de fuego en peligro

Desde que vimos la biblioteca supe que algo andaba mal, nadie toma un edificio colosal como ese y lo coloca a un océano de distancia sin siquiera botar un libro, o al menos eso fue lo que Wan Shi Tong nos había explicado, cuando entramos a la biblioteca y hubimos platicado un momento, recuerdo entonces que las puertas a nuestras espaldas se cerraron, una sensación increíble de miedo nos invadió y tomó control de nuestros cuerpos, no nos podíamos mover, una risa ronca se escuchó y la voz espantosa del espíritu del miedo habló:

-Esperábamos al Avatar, pero ustedes serán una señuelo perfecto, tarde o temprano él vendrá a buscarlos y entonces, !  sucumbirá ante mi poder  !

Pude ver por primera vez la forma física del espíritu cuando se colocó frente a nosotros, en las veces anteriores no había podido verlo o se había mantenido invisible, pero ahora lo veía claramente, lucía como una araña gigante, de color violeta intenso, era del tamaño de un perro, pero tenía en vez de patitas de araña, una especie de tentáculos, los cuales se estiraban y se comprimían a su cuerpo, sus ojos eran rojos en unas cuencas negras y de su boca salían unos colmillos pequeños, se acercó primero a Kumi y nos dijo:

-¿Te asombras maestro agua?, ésta es la forma que adopto en este mundo cuando quiero ser visto, pero basta de platicas, por ahora duerman, no quiero curiosos corriendo por la biblioteca mientras preparo mis planes

Tocó a Kumi con uno de sus tentáculos y la mirada de Kumi quedó en blanco, inmediatamente su cuerpo cayó inconsciente, el espíritu giró su rostro y extendió otro de sus tentáculos para tocarme, cuando lo hizo el mundo giró a una velocidad increíble y caí en un remolino de oscuridad.

De vez en cuando despertábamos para comer o ir al baño, pero la mayor parte del tiempo estábamos como dormidos, en ese estado que Ko-Ying nos inducía.

No podría decir cuanto tiempo estuvimos así, pudieron haber sido horas, días, no lo sé, a veces solo recuerdo que caminaba por pasillos desiertos, o en una habitación de la biblioteca donde los muebles habían sido removidos y a Wan Shi Tong vingilándonos, los cual no tenía sentido en ese momento, el espíritu siempre había sido un aliado nuestro.

Un día mientras caminaba por un largo pasillo dentro de esos sueños o visiones, escuché la voz de Ling que nos llamaba a Kumi y a mi, pero su voz sonaba muy lejana, apagándose y haciéndose más débil, de pronto las paredes del pasillo empezaron a tornarse borrosas y mi visión se empañó, cuando abrí los ojos para enfocar pude ver la habitación de la biblioteca con los muebles contra las paredes, yo me encontraba sentado y atado por el pecho con Kumi, espalda por espalda, y a nuestro alrededor un grupo de zorros guardianes.

Los zorros se acercaron y con sus colmillos rompieron la soga que nos ataba, Kumi cayó hacia un lado y del golpe se despertó del trance:

-No, yo no tomé tu planeador, -dijo y se puso de pie rápidamente, un poco desorientado volvió a hablar:

-Ehhmm, ¿Dónde estamos?

-Al parecer estamos dentro de la biblioteca, -respondí.

Los zorros guardianes de Wan Shi Tong nos empujaron prácticamente a la salida y hacia el pasillo, más adelante escuchamos la voz de Ko-Ying que hablaba a Ling, hice señas a Kumi que guardase silencio y que caminásemos sigilosamente para ver que ocurría, cuando llegamos al vestíbulo Ling se encontraba peleando con un maestro fuego y un maestro agua.

Ling se defendió del maestro fuego, pero el maestro agua estaba a punto de golpearle con un látigo de agua, me moví más rápido de lo que recuerdo y desvié el ataque, Ling solo se había protegido esperando el ataque, le grité para que se moviera, los demás maestros que se encontraban en la sala nos superaban al menos siete a uno incluyendo de nuestro lado a los zorros, aunque de alguna manera a Kumi eso le divertía bastante.