Capítulo 7, Ling: Regresando al templo del Aire del Norte

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Habíamos acampado a la orilla del mismo bosque donde años atrás Yuan me había encontrado inconsciente, y desde el momento que llegamos podía sentir cierta ansia en ese lugar, no sabía si era causada por la experiencia que había tenido en ese lugar hacía tanto tiempo, o porque había algo acechandonos.

Hicimos una pequeña fogata y después de la cena con vegetales hervidos que Yuan había preparado, nos dispusimos a hablar acerca de lo que me esperaba en mi entrenamiento como Avatar, que debía dirigirme al templo del Norte donde tenía que rendir un informe a los monjes, todavía no sabía como haría para que Yuan pudiese entrar al templo, en lo que yo recordaba ninguna otra persona que no fuera maestro aire había entrado a los templos, y no era porque fuéramos malos anfitriones, pero digamos que los templos no están en una pradera, ó a la orilla de un lago, sino que tienden a estar en las montañas más altas, lejos de todo y prácticamente inaccesibles para cualquiera que no sea un maestro aire.

Pues bien, mientras mi mente intentaba resolver esto y casi quedándome dormido, empecé a sentir la misma sensación de miedo que la otra vez, pero ahora estaba más preparado que la primera vez, había meditado mucho y el Avatar Thao me había instruído acerca de lo que había sentido, según había aprendido, tenía que aprender a dominar el miedo, que el miedo solo es la respuesta natural a lo desconocido, inmediatamente tranquilicé mi mente, y el miedo emézó a disminuir, sentí la paz que la naturaleza otorga, y escuché una voz de mujer, para mi sorpresa, pues esperaba la voz de un niño pequeño de ojos fríos.

La fogata aún tenía leños suficientes, seguía sintiendo la paz, pero rodeada de miedo, ira y deseos malignos, ví entonces como un sombra se acercaba a mi diciendo:

-Nos volvemos a encontrar Avatar, pero mírate, como has crecido

-¿Quién eres? -pregunté-, disculpa, pero no te conozco.

En ese momento la mujer se acercó lo suficiente como para que el fuego mostrase sus rasgos, y pude ver a una mujer muy elegante, vestida a la manera de la nación de fuego, pero un poco mas extravagante, como de las clases altas de esa nación, lo cual en sí me pareció extraño, porque, ¿qué hacía una mujer de la clase alta de la nación de fuego, en un lugar como ese?

-Es que, ¿acaso no me recuerdas, joven maestro aire? -preguntó con un toque de malicia en su voz-.

A pesar que sentía la ira, la furia y el miedo alrededor mio, seguí concentrado y le respondí:

-No, lo siento, dime quien eres

Me levanté y caminé hacia ella con pasos difíciles, nuevamente me habló:

-Hace un par de años ibas a la tribu del sur para aprender de los maestros agua, es tiempo de probar tus habilidades...

Al decir eso, tiró un golpe al aire y para sorpresa mía una bocanada de fuego salió de su mano directamente hacia mi, la esquivé con dificultad, y nuevamente lanzó mas fuego de sus manos hacia mi; en ese momento el miedo desapareció a pesar de ver el fuego dirigiéndose hacía mi, y también empecé a lanzar torrentes de aire para desviar el fuego y hacer que ella perdiese el equilibrio, Bops despertó y se acercó para defenderme, pero le ordené:

-No, Bops, busca un lugar seguro, es muy peligroso.

No quería que Bops resultase lastimado, Bops obedeció y alzó el vuelo.

Comenzó entonces una batalla de aire y agua contra fuego, ella, a pesar de estar vestida con un traje elegante, se movía con mucha soltura, corría, saltaba y esquivaba mis ataques con mucha agilidad, mientras peleábamos, trataba en vano de hablar con ella, le preguntaba quien era, mientras que ella solo respondía con ráfagas de fuego y risas en señal de excitación, muchas veces hice un escudo con aire alrededor mio para evitar que el fuego me quemara, lanzaba ráfagas de aire, hacia estacas de hielo, lo volvía a derretir para seguir usando el agua, tanto entrenamiento con ambos elementos estaba dando sus frutos, y recordé unas palabras del Avatar Thao:

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