El Diario del Avatar

Capítulo 16, Ling: Buscando respuestas

El entrenamiento de fuego control exigía mucho más de lo que yo había planeado, si bien es cierto, al principio eran ejercicios de respiración y posturas básicas de fuego control, pasar horas bajo el sol respirando y sintiendo como el calor se propagaba por todo mi cuerpo, luego con el pasar de los días tenía nuevos desafíos, primero me dieron una hoja de una árbol, no más grande que la palma de mi mano, el ejercicio consistía en que Jhazín tomaba la hoja y le daba fuego en el centro, yo debía evitar que el fuego se propagase hasta las orillas.

Al principio el fuego consumía la hoja a gran velocidad, pero me explicaron que tenía que sentir el fuego, visualizarlo y controlarlo, que, sin control el fuego destruye a su paso, pero si desarrollaba disciplina y control, entonces el fuego solo consumiría lo que yo le permitiese quemar.

Me tomó varias semanas poder controlar esa cantidad sumamente pequeña de fuego, luego de eso, el siguiente ejercicio que Jhazín me asignó consistía en hacer que unos carbones se prendiesen en fuego, como ya podía controlar el fuego de la hoja, ahora usaba esa hoja para darle fuego a los carbones, tenía que controlar el fuego de la hoja para que generase una pequeña llama y saltase hacia los carbones, luego de varias semanas igualmente lo dominé.

Para ese tiempo, Yuan y Kumi habían vuelto de varias excursiones en búsqueda de portales y santuarios espirituales, Yuan se había ofrecido a buscarlos mientras yo entrenaba, y convenció a Kumi de acompañarle debido a la espiritualidad del joven maestro aire, claramente Kumi tuvo que hacer la solmene promesa de no entrar al mundo de los espíritus a menos que yo estuviese presente.

Aún así siempre volvían con historias y anécdotas de las aventuras que habían pasado, los lugares que habían encontrado, las personas que habían conocido y de los problemas que habían solucionado, en parte me sentía triste por esto, y también porque mi deber era ayudar a Kumi en estas cosas y en su entrenamiento de aire control, pero él se lo había tomado muy bien, aún cuando solo entrenábamos por las tardes, me percaté también que  incluso las diferencias que habían con Yuan al principio parecían estar resueltas y ahora eran buenos amigos.

Habían pasado ya varios meses y yo estaba ya entrenando con fuego de verdad, Jhazín se sorprendía por cuán rápido avanzaba, pero eso solo lo hacía una razón para que ella fuera más exigente, la primera vez que salió fuego de mí, mis manos quedaron quemadas, aún así ella me hizo seguir practicando y practicando, según ella, eso me haría más fuerte, ese día por suerte Yuan estaba cerca y pudo ayudarme con técnicas de curación con agua control, era doloroso, pero sabía que era un proceso necesario, mi cuerpo debía adaptarse a soportar el fuego y las cicatrices sanaban rápido gracias al agua control.

Luego de eso empezaron los combates con fuego, se me enseñaban técnicas de combate y la manera de manipular el fuego para lograr un uso efectivo del mismo, Jhazín era una combatiente natural, era muy agresiva, precisa y determinada,  me imagino esa era una de las razones por las cuales el gobernador la había escogido para ser mi maestra.

Cuando hube aprendido varias técnicas de fuego como, el látigo de fuego, el remolino de fuego, bola gigante de fuego, golpe de fuego, cuchillas de fuego,  emitir bocanadas de fuego desde mi boca, y otro grupo de técnicas cuyos nombres incluían la palabra "fuego".

Jhazin me hacía practicar más intensamente, he llegado a pensar que estando en la nación de fuego ha sido el lugar donde más he necesitado de ropa nueva, pues para ese tiempo ya había quemado mi tercer juego de ropas, el gobernador fue muy amable, y al contarle que necesitaba ropas nuevas, me dijo:

- No te preocupes Avatar, haré venir a un sastre muy diestro, no cambiaremos los colores de tu vestuario, pues sé que es importante para ti verte como un maestro aire, pero buscaremos telas que sean más resistentes al fuego-