I Hate My Self For Loving You

Tainted Love

Siempre le han dicho que entre más avanza la carrera más difícil y complicada se vuelve por las tareas, trabajos y proyectos escolares. Han tratado de buscar entre los horarios ratos pequeños en los que pueden verse Kyojuro y Tengen para no solo verse en las noches antes de dormir.

Estas separaciones no ayudan mucho en su relación, en vez de hablarlo y afrontar todos los problemas como deben de hacerlo, prefieren ir ignorandolos y hacer como si nada pasara. Solo evitan los problemas en vez de afrontarlos.

Antes de irse a trabajar, Kyojuro pasa tiempo con Giyuu, llevando a Mango para que tampoco deje el gato solo. A Sabito no le molesta que el felino esté en casa, le agrada mucho aunque suele ser grosero con el omega.

Las primeras evaluaciones alteran los nervios a todos, siendo ahora la casa de Tengen el punto de reunión para los cuatro futuros profesores. Han acomodado la sala para poder estar tranquilos estudiando y trabajando, y dejaron un par de futones para dormir ahí, ya que se quedarán a dormir en ese lugar.

Uzui también tiene trabajos y a Kyojuro le molesta que esté con esas tres mujeres riéndose en su estudio y estando encerrados para que el gato no los moleste. Giyuu se percata por el amargo aroma de feromonas que rodean a su amigo. Le da un poco de consuelo que Mitsuri esté entrando y saliendo de esa habitación porque no puede permanecer encerrada ahí por el aroma de las pinturas de aceite.

Están tan presionados que ni Sanemi o Iguro molestan a Giyuu en esos momentos, ni para insultarlo o burlarse de él. A Mango le llama la atención Kaburamaru, pero la serpiente solo le muestra esos filosos colmillos si intenta cazarlo. Kyojuro se da cuenta y toma al felino para que deje de molestarlo.

Lo que también ve como una ventaja, es que las tres chicas se dedican a cocinar para que Mitsuri no tenga que estar haciendo ese trabajo sola por su embarazo, y debe de admitir que también tiene buen sazón con la comida.

Pasando esa semana de evaluación, Kyojuro cree que podría tener un fin de semana con Tengen y disfrutarse, quizá un paseo por la plaza o ir a un día de campo antes de que el frío otoño sea más notorio. Le plantea esto durante el desayuno, pero no suena nada bien cuando ve que Tengen tuerce los labios.

—Lo lamento, cariño —le dice Tengen besándolo de la frente—. Tengo que acabar con unas pinturas.

—Pero ya terminamos el periodo de evaluación, necesitamos este descanso —Kyojuro hace un pequeño puchero.

—Si, estás pinturas son para la galería que se hará en octubre, debo acabarlas cuanto antes —explica el peliblanco.

—¿Y es una fecha muy cercana?

—Un mes.

—¡Entonces tómate este día!

—¡No, Kyojuro! ¡Ya he quedado en ocupar este día!

De nuevo alzándose la voz por no llegar a un acuerdo en tener un plan este fin de semana. Kyojuro se levanta molesto de la mesa y camina hacia la habitación, actuando igual que un niño después de tener una discusión con su padre.

Toma su celular para decirle a Giyuu que pasará a su casa si no hay problema alguno, recordando que Sabito está ese fin de semana. No quiere tampoco arruinar el momento entre ellos, así que no le escribe nada.

Antes de bloquear el teléfono, entra una llamada de su madre. Siente un ligero frío al pensar que es una enorme coincidencia que le marque cuando en esos momentos desea poder estar con ella. Se limpia los ojos y se aclara la garganta para que no pueda notar que está llorando.

—¿Hola? —contesta.

—Hola, cariño. ¿Cómo estás?

Kyojuro quisiera decirle que no está bien, pero tampoco quiere preocupar a su mamá, así que trata de guardarse su tristeza y notarse alegre como suele serlo.