Nada ha cambiado todavía.

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No recuerda en qué momento cayó sobre la cama, ni cuando se colocó el pijama para meterse a las sábanas. Se siente un poco aturdido y sediento por lo que bebió anoche, jamás había ingerido tanto alcohol, pero esas bebidas deliciosas y coloridas le han encantado muchísimo. Su cuerpo es apresado por alguien más, algo que últimamente disfruta cada vez que se queda en su cama. Reconoce ese delicioso aroma fuerte y varonil y el calor de su ser. Toma sus manos, para sentirse más cerca de él.

El alfa siente el contacto de su pareja, acerca su nariz a su cuello, inhalando ese dulce aroma a primavera. Es fresco y no es para nada empalagoso. Le gusta mantenerlo en sus brazos, es una forma bonita de amanecer a su lado.

Kyojuro gira dentro del abrazo para buscar a Tengen, notando que continúa con los ojos cerrados. Él fue el último en irse a dormir, siendo el anfitrión de esa divertida fiesta. Se ve muy tranquilo durmiendo, siendo una hermosa vista para el omega. Uzui gruñe mientras se pega más a Kyojuro.

—Buenos días —dice con voz ronca el alfa.

—Buenos días, al cumpleañero —susurra el rubio con una pequeña sonrisa.

Tengen sonríe. Aprovecha que tiene a su novio sin posibilidad de escapar para dejarle algunos besos en su cuello, cosa que le causa un poco de cosquillas a Kyojuro. Le encanta escuchar la risa del omega, es un bello sonido al cual se dedicará de conservar en él.

Se separan para verse a los ojos. Esos hermosos colores que se ven en esos bellos iris son inigualables, podría estar pasando horas contemplando como el amarillo y naranja resalta en ese hermoso rostro. Acerca su mano a la mejilla del omega para acariciarla, disfrutando de ese cálido contacto.

Por otro lado, Kyojuro se siente sumamente feliz de poder explorar esos sentimientos con la persona que más ama. Algo bueno de haber salido de casa es que puede disfrutar estos momentos, porque ni de broma lo dejaría su padre quedarse con un alfa a dormir.

Sus ojos dicen lo mucho que se quieren, lo que darían para conservar ese bello brillo y sobre todo, nunca encontrar el dolor, la tristeza y sufrimiento. Se dedicaran a hacer feliz al otro, hacer que el amor que siente crezca cada día más.

Ese bello momento se ve interrumpido al escuchar el estómago de Kyojuro resonar, reclamando la falta de alimentos. Se sonroja un poco y Tengen se ríe levemente, había olvidado que su novio tiene un enorme apetito, que si se lo propone, podría comerse todo lo que tiene en el refrigerador y alacena en una sola comida.

—Prepararé algo para desayunar, ¿qué se te antoja? —pregunta Tengen mientras se levanta de la cama.

—¡Hot cakes! —sonríe emocionado Kyojuro.

—Bien.

Mientras el alfa se dedica a hacer el desayuno, Kyojuro se pone a recoger la basura, juntando todas las botellas vacías y latas de cervezas. Agradece que al menos no dejaron tan sucio el departamento, ni que dejaran comida pegada en el techo o en el sillón. Encuentra alguna que otra parte de disfraz que seguro alguien se lo quitó y olvidó en el departamento.

Tengen se impresiona como Kyojuro va separando las cosas que va recogiendo, incluso lo veloz que es para limpiar la mesa y dejarla reluciente.

—Necesito un trapeador y una cubeta, alguien derramó bebida en la sala y se siente pegajoso —se acerca Kyojuro al alfa—. ¿Dónde puedo tomarlos?

—En ese cuarto —Tengen señala una puerta que está dentro de la cocina—. Ahí está el limpiador, escoba, mechudo y lo que necesites de limpieza... pero amor, no te preocupes por ello.

—Déjame ser útil, seré muy malo con la cocina, pero puedo destacar en la limpieza.

Tengen sonríe. Al menos sabe que se turnarán en las labores domésticas cuando vivan juntos. Kyojuro se interna en esa habitación y escucha como comienza a llenarse el agua en la cubeta.

I Hate My Self For Loving YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora