Una nueva luz

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Volver a casa le cuesta trabajo. Separarse de la familia que ama tanto, que ha arreglado las cosas con su padre, no puede evitar sentirse triste y con deseos de volver con ellos unos días más.

Senjuro y Shinjuro acompañan a Ruka para dejar a Kyojuro en el departamento, siendo la despedida más difícil para él, pero sabe que no tardará más en ir a verlos. Todo está bien con la familia Rengoku.

Entra al departamento, percatandose qué está su novio en el lugar al encontrar el aroma de sus feromonas en el lugar. Sonríe emocionado de que esté ahí, ya que no le había podido avisar que llegaría tarde porque estaba celebrando el cumpleaños de su padre.

Se quita los zapatos para dejarlo en el recibidor, abre la puerta de su habitación para lanzar su mochila y camina hacia la sala para saludar a su novio, pero se sorprende al escucharlo reír con Sabito. Y eso no es todo, la conversación es un poco inquietante para Kyojuro.

—... ¡Si! Las feromonas de Kyojuro son muy fuertes en su celo, y eso que no estuve presente. Solo fue necesario notarlo en la cama de Giyuu —escucha a Sabito decir.

—¿En la cama de Giyuu? —se escucha la molestia en la voz de Tengen.

—Tranquilo, yo también me había molestado, pero Giyuu me dijo que él durmió en el sillón y tu novio en la cama de mi novio para que estuviera más cómodo —explica Sabito.

Se muerde el labio, no le había dicho nada de eso a Tengen porque sabría que él lo tomaría mal. Quisiera huir en esos momentos, entrar a su habitación y no saludar, pero antes de hacer cualquier cosa, Sabito levanta la vista hacia donde está él y saluda con una sonrisa.

—Hola, Kyojuro. ¿Cómo te fue? —inquiere Sabito.

Tengen se voltea para ver a su novio, dedicándole también una sonrisa. El omega no sabe qué hacer en esos momentos, así que solo sonríe nerviosamente.

—Hola, me fue bien —contesta mientras camina hacia la sala—. ¿Y ustedes qué tal? ¿Dónde está...?

La puerta del baño se abre y sale el azabache. Se siente aliviado qué no están solos. Giyuu sonríe levemente al ver a su mejor amigo, quien le devuelve la misma sonrisa. El contacto visual entre ellos se rompe en cuanto Tengen lo envuelve completamente entre sus brazos.

—Al menos hueles solo a ti y no perfume barato de mujer —dice Uzui con un suspiro.

Entiende ese comentario pasivo agresivo de su novio. Levanta sus brazos hasta colocarlos en la espalda de su novio para contestar el abrazo.

—¿Tienes hambre? —inquiere Uzui.

—No, comí mucho en casa —contesta Kyojuro separándose del alfa para dedicarle una pequeña sonrisa—. Quiero ir a dormir, mañana entramos a clase.

—Aunque la primera clase la tenemos a las 10 a.m., no te preocupes por despertar temprano —comenta Giyuu.

—Lo sé, solo estoy cansado —mira a su novio—. ¿Quieres quedarte a dormir? Sé que la idea era ir a tu casa, solo que estoy muy, muy cansado.

—Está bien —besa sus labios con suavidad—. Espero que ya tengas un ventilador en esa habitación, porque moriremos de calor.

—Si, ya tiene aire acondicionado —contesta Kyojuro.

Ambos se despiden de los otros y deciden internarse en ese lugar. Kyojuro deja la mochila a un lado y se acuesta boca abajo sobre la cama totalmente cansado. Uzui lo sigue y se sienta a su lado, acariciando su cabeza.

—¿A qué hora llegaste? —inquiere el omega.

—Hace un par de horas, creí qué llegarías temprano.

I Hate My Self For Loving YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora