I see red.

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El celo pasa unos días después y varias temporadas de series y doramas. El año nuevo lo pasan con tranquilidad, comiendo pizza y continuando con esos programas televisivos que tanto disfrutan últimamente.

Normalmente haría una lista de los propósitos de ese año, pero solo tiene pocos: arreglar las cosas con su padre, salir bien en la escuela y que su noviazgo con Tengen salga de maravilla.

—Creí que vendría Sabito, ¿se pelearon? —inquiere el rubio.

—Vendrá mañana, hoy estará con sus amigos de la carrera —explica Giyuu con tranquilidad—. Me había invitado, pero sabes que no me gusta estar con muchas personas.

—Entiendo.

Al llegar al conteo, Kyojuro y Giyuu salen a la terraza para poder ver los fuegos artificiales. Se sienten demasiado apáticos que no fueron capaces de sentir el espíritu festivo por la llegada de un nuevo año.

Solo es una noche normal como las demás. Terminando de ver los fuegos artificiales, Kyojuro recibe llamadas de su madre y hermano, deseando un feliz año nuevo, además de que se quedan platicando para que se vean en el próximo descanso del rubio. Después de hablar con ellos, recibe un mensaje más de Mitsuri lleno de muchos emoticones de gatitos, bonitas palabras y buenos deseos.

Sanemi e Iguro les manda un mensaje con un "feliz año nuevo" junto con buenas vibras, incluso a Tomioka les llega, sin desearle nada malo afortunadamente. Al final, Giyuu se encierra en su habitación al recibir una llamada de Sabito. Kyojuro decide irse a la suya para llamar a Tengen.

La plática con su novio se alarga, escuchando que ha sido una agradable visita con ellos y que le hubiera encantado que esté con él en esos momentos. Corta la llamada al sentir que el cansancio lo domina. Al día siguiente le gustaría ir al templo para pedir por un año con buenas calificaciones, salud y que todo salga bien, espera que le de tiempo.

Sabito llega a medio día, justo cuando Kyojuro se prepara para ir al trabajo. Se alegra que no tenga que incomodar al omega de ojos lila con su presencia, aunque quedan en que esperarán al rubio para ir al templo y cenar.

Va con su maleta en hombro para dejarla en la habitación de Giyuu, pero arruga mucho la nariz en el momento que siente el aroma de Kyojuro en ese lugar, como si ambos hubieran tenido sexo y Giyuu haya intentado ocultar el aroma de las feromonas del otro con esos armantizantes con olor a hospital. El azabache se percata de que su novio se nota demasiado incómodo, ya está preparado para toda una bomba de preguntas por parte de él.

—Dime la verdad, Giyuu. ¿Pasó algo entre ustedes? —inquiere con seriedad.

—No, para nada —contesta Giyuu con firmeza.

Suspira con profundidad, camina hacia la ventana y la abre para que al menos se pueda ventilar el cuarto. No puede evitar sentir muchísimos celos, sabiendo que Kyojuro tiene su pareja y vive con un alfa. No quiere tener esa clase de pensamientos que le hagan dolor el estómago y la inseguridad de que estén encerrados en ese departamento le haga creer en cosas que no debería.

—Me imagino que tuvo su celo, ¿y su novio? —se voltea el omega con una expresión seria.

—De vacaciones. Su celo fue tranquilo, nos quedamos viendo televisión —continúa Giyuu.

—¿Y por qué tu cama, tu habitación y ropa huele a sus feromonas?

—Porque se había pasado a mi cama y lo dejé descansar, es más grande que la suya. Yo dormí en la sala y terminó quedándose envuelto con las mismas cobijas que usé.

—Desde que él está aquí, la casa no deja de oler a él. Pareciera que ustedes son pareja.

—Es mi mejor amigo, tu eres mi pareja.

I Hate My Self For Loving YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora