Love Hurts | 2

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Se siente muy nervioso estando sentado en el carro de Giyuu camino al departamento de Tengen. No es como que viva muy lejos, pero por si debía sacar algo del lugar, era mejor guardarlo en el carro.

Siente la boca seca y con un amargo sabor que ni tomando agua o con un chicle de menta se quita. Conforme se van acercando, nota un vacío en su estómago, el mismo que ha sentido desde que le escribió esa mañana que ya había llegado al departamento y debían hablar.

La acidez de su estómago sube y baja por su esófago, provocando un terrible malestar y le arde desde que esa mañana solo vomitó bilis. La cabeza no deja de dolerle y la luz del día le lastima tanto qué tiene que usar unas gafas de sol.

Tiene miedo de lo que pueda pasar, no se siente listo para afrontar la realidad. Si fuera por él, huiría y dejaría las cosas así, pero no es sencillo. Tampoco se siente listo para terminar una relación que tuvo sus buenos momentos y los enormes planes que llegaron a compartir.

Todo pende de un hilo en esos momentos.

Llegando al edificio siente un golpe en su estómago y las náuseas son más notables en esos momentos. Al bajar del carro, se sostiene con fuerza porque teme marearse más o vomitar sobre el asfalto.

Camina un poco y se tambalea, si no fuera porque Giyuu lo toma del brazo, ya se hubiese caído. Quisiera salir corriendo, huir o qué algo pasara para impedir que se encuentre con Tengen en esos momentos.

—Debo hacerlo —susurra Kyojuro—. Gracias por todo, Giyuu.

—Estaré en el carro por si me necesitas —le dice el alfa.

Solo alcanza a sonreír o eso cree que hace, porque la curvatura de sus labios se tuerce con ese esfuerzo. Exhala con mucha dificultad, caminando con cuidado nuevamente hasta entrar al lobby. Saluda al guardia con la mano y sube al elevador.

Dentro del elevador, suspira con profundidad nuevamente, abrazándose a sí mismo. No está listo, pero tiene que hacerlo antes de que las cosas empeoren. Va con el corazón triste, sabiendo que es más probable que la relación termine a que vuelvan a estar juntos.

Toca el anillo que yace sobre su dedo, sintiendo una terrible lástima de que sus planes se tengan que terminar. Creía que su relación sería como la de las películas infantiles, con el primer amor con el que tuvo todo y el único en toda su vida. Quizá ese es el problema de haber vivido en una burbuja protectora por sus padres, ahora se está enfrentando a la verdad.

Quiere mucho a Tengen, pero si lo mejor es separarse no pondrá resistencia.

Las puertas del elevador se abren y su corazón se detiene por unos segundos. Creía que vería a Tengen ahí, pero no es así. Lo encuentra en la entrada de la casa esperándolo, seguro que el guardia le avisó que subiría el rubio.

Se miran por unos segundos sin saber cómo saludarse, si como pareja, como amigos o como extraños. ¿Cómo pasó todo así? Kyojuro aprieta los labios, aferrándose más a la idea de que es mejor terminar en esos momentos.

—Hola —lo saluda Kyojuro.

—Hola —contesta Tengen sonando sin ninguna emoción—. Pasa.

A pesar de que es el lugar donde vive, se siente como un extraño visitante y eso que aún se siente muy familiar estando ahí. Encuentra la maleta de Tengen en medio de la sala sin desempacar y su saco sobre el sillón.

—Vamos al comedor, he preparado un poco de café y hay una caja de galletas de mantequilla que traje del viaje.

Ambos se sientan en el comedor que tiene, sin tener contacto físico ni tampoco mirarse al rostro. No quiere voltear a verlo porque de seguro su corazón se apretujará y podría influir en su decisión.

I Hate My Self For Loving YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora