Tony se despertó al escuchar un sollozo en la habitación del bebé. Consultó el reloj. Las seis de la mañana. Dudando entre ir y volver a provocarle un berrinche o despertar a Ziva escogió lo primero.
Sam se revolvía inquieto en su cuna estirando de su mantita con los ojos humedecidos. Al verle el niño decidió darle una tregua y sonreírle elevando los brazos al aire para que le cogiera. Calculó que debía ser la hora de comer del niño.
- ¿Tienes hambre, pequeñín?- preguntó sacándole de la cuna.
Le llevó hasta la cocina sentándole en su trona y abrió los armarios en busca de algún envase de leche infantil.
- Supongo que tomas biberón porque tu madre no está tan... imponente como la última vez- le dijo al niño encontrando el envase- He perdido práctica con esto, espero que te guste.
Preparó un biberón caliente y llevó a Sam hasta el salón, se sentó en el sofá y le entregó su biberón que el pequeño recibió con ansias.
- No es que tuviera dudas pero esto confirma que eres mi hijo, todo un glotón. Verás, la última vez que iba a ser papá tu madre me avisó con algo más de tiempo. Ahora me ha pillado por sorpresa pero te prometo que tú y yo nos vamos a llevar muy bien.
Le hizo cosquillas en la tripa que el niño aceptó con una carcajada.
- Te enseñaré a jugar al fútbol. ¿Sabes que más te enseñaré?- dijo en un susurro- A evitar que tu madre escuche conversaciones privadas desde la puerta.
- Esto no tiene nada de privado- dijo Ziva entrando en el salón.
- ¿Desde cuándo estás ahí?
- Desde que ha llorado.
Se sentó con ellos en el sofá acariciando la cabecita de Sam. Olfateó el aire con el ceño fruncido.
- Alguien ha desayunado muy bien hoy- le dijo al bebé.
- Ya se lo cambio yo- se ofreció con rapidez Tony yendo a su cuarto.
Ziva le siguió extrañada intentando imaginar que maquinaba, recordando perfectamente como siempre que era posible se escaqueaba de cambiar a Rebecca.
- No soy judía practicante- dijo intentando no reírse.
- No me he ofrecido por eso- se justificó Tony con una risilla nerviosa deshaciéndose del pañal sucio- Pero me alegro de ver que está completo.
- ¿Completo?- preguntó Ziva con tono burlón.
- Si, ya sabes, mi hijo tiene su pequeño DiNozzo intacto- explicó Tony señalando al niño.
- Eres tonto.
- Y por eso me quieres- comentó Tony.
Sabía que el comentario no había sido casual, pero en ningún momento pensó que pudiera dudar sobre eso.
- Sí, por eso y mucho más.
Tony dejó al niño en su cuna y salieron del dormitorio.
Ziva se dirigió hacia la cocina para preparar algo de café pero Tony la cogió del brazo frenándola y la acercó para besarla.
- Llevaba mucho tiempo deseando hacerlo- dijo cuándo se separó.
- No ha estado mal.
- Hay algo más que he querido hacer- le dijo con una mirada lujuriosa brillando en sus ojos.
***
![](https://img.wattpad.com/cover/26227091-288-k399722.jpg)