Capítulo 4 - Mango

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Matthew Davidson tenía muchos miedos

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Matthew Davidson tenía muchos miedos. Normalmente le gustaba mostrar un semblante firme y confiable. Le gustaba hacer creer que siempre estaba en control de sus emociones. Levi y Violet, que le conocían bien, sabían que no siempre era así. Es por eso que desde fuera resultaba raro que se preocuparan tanto por él, pero Matthew secretamente lo agradecía.

Violet era su mejor amiga. Apenas la había conocido hace un año, pero habían conectado muy pronto y se entendían a niveles distintos del resto. Levi era, sin lugar a dudas, su roca. Cuando Matthew se caía en el abismo de emociones, Levi sacaba energías de donde fuera para levantarle.

Lamentablemente, ninguno de los dos había podido sacarle el miedo que les tenía a los Magnum Delta.

Poco después de comenzar el segundo año, Matthew notó que le seguían más de lo habitual. No le hacían nada, ni siquiera interactuaban, pero cuando quería darse cuenta, había alguien con la cara cubierta por una máscara de animal, mirándole fijamente. Era siniestro.

Una noche, ya en tercero, alguien pasó una carta bajo su puerta. Se trataba de un sobre negro. En el anverso estaba plasmado en letras blancas un mensaje en latín: «Ad astra per aspera». Se podría traducir como «El camino a las estrellas está lleno de adversidades». A Matthew le sonaba ese mensaje vagamente.

El reverso le dejó pálido.

Sobre la pestaña de papel que cerraba el sobre negro había un símbolo en blanco. Era un triángulo equilátero al que le faltaba un pequeño fragmento en su lado izquierdo. Sobre él había un triángulo abierto, como un compás, que enmarcaba solo la punta. Se trataba de la letra griega delta, en mayúsculas. Era su símbolo.

Mientras abría la carta en la penumbra de su habitación, a la luz de su lámpara de escritorio, se le pasaron por la mente todas las cosas que podían querer hacerle. Le temblaban las manos, pero en el fondo se sentía extrañamente aliviado. Fuera lo que fuera, aunque se tratara de una amenaza que le hiciera querer dejar todo atrás y abandonar sus estudios para no tener que lidiar con los Magnum Delta, sentía alivio. Era mejor eso que seguir viviendo con la maldita incertidumbre de por qué le seguían.

Para su sorpresa, la carta era una invitación. Querían que Matthew Davidson se uniera a los Magnum Delta.

Poco después, sucedió la tragedia.

Matthew Davidson y Sally Perkins eran completos desconocidos. De hecho, Matthew solo supo de ella cuando se enteró de su desaparición. Habían pasado dos semanas desde la denuncia oficial de la policía y el campus se había llenado de carteles que rezaban su nombre. Al principio, pensó que se trataba de un accidente. Quizá la chica había salido de fiesta, había bebido de más y, al volver a casa sola, había acabado en algún sitio atrapada, incomunicada o herida. Desgraciadamente, no era la primera vez que se daba el caso en la universidad. Pero, ¿tantos carteles? Fueron esos carteles los que hicieron que inconscientemente se empezara a interesar por el tema.

Magnum DeltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora