Capítulo VI

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No olvides nunca que el primer beso

no se da con la boca, sino con los ojos.


O. K. Bernhardt


Capítulo VI


Hace casi tres días que no cruzo palabra con Xavier, desde... bueno, desde el día del casi beso, la patada y la sangre por toda mi habitación. Primero debo aclarar algo, yo no he elegido esta situación, cada vez que me acerco a él, sale corriendo en la dirección contraria, al principio pensé que me lo imaginaba, pero ahora estoy segura. Me evita. ¿Cómo llegué a esta situación? No tengo idea; en mi opinión tendría que ser al revés, yo debería poner toda la distancia entre nosotros porque... pues porque es un pervertido que casi me besa mientras estaba inconsciente y eso sin contar el hecho de que, casi seguro, tiene un grave desequilibrio mental.

Pero si soy honesta, debo admitir que ya me había acostumbrado a charlar con él entre clases y cuando me lo encontraba en los pasillos. No eran las pláticas más profundas y entretenidas que haya tenido, pero como la gente de la escuela me habla cada vez menos, mi "interacción" con él contaba mucho. Creo que lo extraño. Pero ni modo, él se lo pierde y yo me lo ahorro.

Por otro lado, desde el día "Masacre en Texas", mi relación con Alicia parece haber regresado a la normalidad, aún no somos mejores amigas en el mundo ni nada por el estilo, pero al menos ya no me ve raro y mantiene conversaciones enteras conmigo. Supongo que por fin se dio cuenta de que no hago nada de esas cosas raras para llamar la atención.

Acerca de mis "episodios", bueno, he tenido estos sueños muy raros sobre...

-¡Kate!

El grito de Alicia me distrae de la página en la que escribía.

-¿Qué pasó ahora? Ya te dije que ese vestido se te ve muy bien.

-Ya sé que se ve muy bien, boba -dice Alicia mientras se contempla en su espejo de cuerpo entero. El vestido azul rayado que trae puesto es mío, pero debo admitir que ella lo usa con más estilo, con más confianza-. Lo que te decía es que de verdad debes venir a esta fiesta. La mitad de la escuela y todos los de último año estaremos ahí. El papá de Christopher rentó todo el Club de Campo para celebrar su cumpleaños 18. ¡Va a haber una piscina!, ¿ajá?, ¡no puedes faltar! Es tu boleto para salir de frikilandia.

-¿Frikilandia?

-No te ofendas, sabes que para mí eres la de siempre, pero la mayoría de la escuela piensa lo contrario. Además, así también puedes desmentir los nuevos rumores de que todo esto te pasa por tu rompimiento del verano pasado con Eduardo.

-¿En serio la gente piensa eso?

-Síp.

-¡Pero eso no es verdad!, y fue un acuerdo mutuo.

-Eso no es lo que dicen. Corre el rumor de que ahora que Eduardo empezó a salir con Fernanda, tú te volviste loca de celos.

-¡Pues es una tontería! -la rabia y la vergüenza me llenan por completo. Eduardo es un gran amigo ahora y no quiero que él se vea involucrado en los rumores que corren sobre mí, no soportaría causarle problemas en su nueva relación. Fernanda es una buena chica, un poco superficial, pero lo suficientemente agradable-. ¡Bien, voy a ir!, pero que conste que no lo voy a disfrutar y me aburriré mucho.

-¡Prometo que te vas a divertir! -replica Alicia con una enorme sonrisa-, ahora debemos elegir qué te vas a poner -dando brinquitos se dirige al closet que compartimos tirando ropa por toda la habitación, unos segundos después voltea con una sonrisa más moderada-. De verdad me alegra que la Kate que yo conozco regrese, ya te extrañaba, boba.

Atrapada en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora