Epílogo

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Las cosas que hacen que te derrumbes son pruebas que te pone la vida,

que te obligan a elegir entre rendirte y quedarte en el suelo o limpiarte la suciedad

y levantarte incluso más erguida que antes. Yo elijo levantarme.

Probablemente me derrumbaré más veces en mi vida,

pero nunca me quedaré en el suelo.

Colleen Hoover


Epílogo

No pueden ser más de las dos de la mañana, cuando los veo salir por la puerta principal. Ni siquiera notan mi presencia, pero no me sorprende, nadie lo hace.

Kate suele preguntarme todo el tiempo cómo le hago para enterarme de cada cosa que sucede en el internado; ella parece creer que tengo numerosos espías regados por toda la escuela, que me informan hasta los secretos mejor ocultos. No comprende que desde hace mucho tiempo aprendí a ser invisible. Que la necesidad de pasar desapercibida cuando era una niña, me convirtió en una verdadera maestra en esta práctica. Yo soy el verdadero fantasma de nuestro colegio, no Xavier, quien a donde quiera que va, atrae miradas.

Cuando era pequeña me gustaba pretender que me ocultaba por razones diferentes a las reales, imaginar que era un ninja o un agente secreto, cuyo trabajo consistía en encontrar la verdad tras todos los misterios posibles. Así que ese talento se fue desarrollando cada vez más conforme crecía, hasta llegar a un punto en que lo hacía inconscientemente. Fue así como ayer me enteré del secreto de Xavier.

Estaba en la cocina preparando una ensalada, cuando los escuché entrar. Antes de darme cuenta de lo que hacía, ya me encontraba oculta bajo la mesa y era un testigo no requerido de su conversación.

-¿Seguro que estás bien?, en cualquier momento ella puede tomar control del cuerpo y será momento de su partida-dijo Chris con tono preocupado.

-Ella no se va a ningún lado.

-Xavier, debes entender...

-¡Sí, yo lo sé! -exclamó cortante-. No puede permanecer más tiempo en el cuerpo de Kate, pero eso no significa que no puedo darle una oportunidad.

-¿De qué hablas?

-Ellos sólo piden un alma que ocupe el espacio vacío, pues bien yo se las daré...

-No digas tonterías, ¿qué se supone que ocurre luego?, ¿Elena se pasará la eternidad como un alma en pena en busca de otro cuerpo? -responde su amigo con sarcasmo.

-No sé, no puedo pensar en eso en este instante. Lo único de lo que estoy seguro, es que no la dejaré regresar al inframundo del que ella me contó. Si sólo le puedo regalar un poco más de tiempo, está bien por mí.

Chris abrió el refrigerador, le dijo una cosa más a Xavier que no entendí bien y salieron de la cocina, dejándome sola con mis pensamientos.

Más tarde, poco antes del ocaso, todo el mundo se separó en parejas... Oliver me tomó de la mano y me llevó a una alejada esquina, donde pronto nos encontramos besándonos como cualquier par de adolescentes con las hormonas alborotadas.

Juro que lo intento, cada día que pasa, lo hago con todo mi corazón. Quiero ser lo suficientemente buena para él, quiero amarlo y portarme como una buena novia. Como la chica que siempre he querido ser. Pero la amargura que hay en mi alma regresa por mí. Hay demasiados pensamientos oscuros en mi mente que no me dejan actuar con naturalidad. Nadie sabe mi secreto y nadie lo sabrá jamás, yo simplemente dejé de confiar en las personas.

Atrapada en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora