Era el aniversario de Konoha por lo que la 5ta Hokage había mandado invitaciones a todas las grandes figuras de las aldeas vecinas, con el fin de afianzar lazos y crear alianzas.
Todos los ninjas habían regresado de sus misiones y no tenían pendiente ninguna otra tarea para que pudiesen disfrutar de la celebración de 3 días que propuso la Senju.
-Shizune, no hay por qué apurarse, tenemos todo el tiempo del mundo.
-Lady Tsunade, realmente no quiere ir? Será divertido - dijo la entusiasta asistente mientras sujetaba un hermoso vestido rojo.
- Este tipo de celebraciones me estresa mucho. Tantas personas al rededor, tanta bulla y gente ebria.
Shizune evitó reírse al escuchar el último comentario, pues todos en la aldea sabían que el Sake, era la gran debilidad de la hokage.
-Usted misma mandó a preparar toda esta celebración. - dijo la pelinegra.
- Sí, pero no sabía que estaba obligada a asistir. - murmuró mientras miraba con enojo el suelo de su habitación. - ¡Bien, daré las palabras de apertura y me retiraré!
- Pero mi lady, usted es quien debe darle la bienvenida a los Kages y señores feudales. Además, recuerde que los consejeron indicaron que si usted le ponía más atención al Raikage, el brindaría a Konoha el presupuesto restante para la compra de las nuevas armas ambu.
- ¡Ahh, o sea quieren que me venda por dinero! ¡Qué interesante, la rubia siempre es la regalona! - gritó sin ningún filtro. ¿Algo más Shizune? ¿Deseas que le baile un poco tal vez?
- Si pudieras hacerlo, te agradecería mucho. - Se escuchó la voz de una malhumorada consejera, entrando a la habitación.
- Ahora dejan entrar a cualquiera a la habitación de la Hokage, ¿por qué no me sorprende?
- Ya me voy, solo vine a decirte que tienes que cuidar las palabras que utilices durante estos días, llegarán personas de gran importancia y relevancia para nuestra aldea. Es más, vendrán tus antiguos compañeros de equipo.
En ese momento, Tsunade se quedó helada, hace mucho que no veía a sus compañeros de equipo, los otros dos legendarios sannin, Orochimaru y Jiraiya sama.
-Bien, pero los trataré como siempre lo he hecho, no hay porqué tenerles una especial consideración. Tienen las mismas habilidades que yo.
-Al menos Jiraiya no es arrogante... - dijo la anciana mientras abría una de las dos grandes puertas de madera de la habitación de la Hokage.
-Yo sigo pensando que será divertido mi lady. Además, podrá ver nuevamente a Lor... auch! - gritó Shizune al contacto de un peine con su cara.
- ¡Ni lo menciones! Ahora por favor, ayúdame a entrar en ese vestido.
Shizune ayudó a Tsunade a colocarse el hermoso vestido rojo de brillos. Era muy señido a su cuerpo y hacía que su figura resaltara, especialmente, sus pechos.
- Esto es demasiado para mí. No me preocupa que vean mis pechos pero literalmente ellos les darán la bienvenida con este escote. - dijo la rubia mirándose en el espejo y tratando de jalar más y más el vestido para intentar cubrirse.
- Haga lo que haga, no se moverá, mi Lady, tal vez solo debería empezar a maquillarse. Si me disculpa, iré a vestirme.
- Claro Shizune, muchas gracias. - dijo la rubia mientras la pelinegra salía de su habitación. - ¿Qué más puede pasarme? Verlo una vez más me pone tensa. Él es muy coqueto y pervertido con las mujeres, especialmente con las más jóvenes, ¿Qué me hace pensar que podrá cambiar y ser un hombre de una sola mujer? - sacudió la cabeza tratando de disipar esos pensamientos. - En fin, solo lo recibiré y me retiraré, no merece más de mí. - Acotó la rubia mientras se hacía una hermosa cola alta y laceaba su cabello.
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Dejemos el pasado atrás
FanfictionUn amor de tantos años, no se puede echar por la borda ¿Podrán enamorarse una vez más ? ¿Su amor será más fuerte que todas las barreras?