Harumi llevó a Tsunade hacia un pequeño riachuelo. Se acercó a una roca colocada con mucho cuidado y la levantó. - Ten. - le dijo la anciana a la rubia
- ¿qué es esto? - se preguntó la godaime.
Ambas se sentaron frente al río. Harumi con bastante preocupación y Tsunade con nostalgia, se escuchaban mutuamente.
-Nosotros te encontramos a la orilla de este río cuando vinimos a pescar. Claro que no fue por aquí sino más hacia el norte. Nikoto se acercó para ver si aún tenías vida, pues no solo te había ahogado, sino que también tenías un corte en la cabeza y varias heridad profundas por el cuerpo. Vestías un uniforme que parecía ser de guerrero y esta bandana - la señala - Estuvimos averiguando de qué lugar se trataba y al parecer era Konoha, una potente aldea a unos 3 días de aquí, pero Nikoto prefirió que te recuperaras antes de llevarte a tu pueblo natal.
-¿por qué no lo hicieron cuando controlaron la sangre? - preguntó la rubia con delicadeza, no parecía molesta.
-Porque hace unos años atrás, perdimos a nuestra niña.
-¿Ayumi cierto? - acotó la ninja
-Así es, mi pequeña Ayumi. Ella era una niña de gran corazón que nos fue arrebatada por un ladronsuelo. Al verte tan desvalida y joven, se nos vino a la mente la imagen de nuestra niña. Esto nos afectó mucho, pero más a Nikoto, porque quiso que te quedaras, quiso cuidarte mucho y darte todo para que seas feliz, como a él le hubiese gustado que fuera Ayu. Pero yo no te veo feliz, mi niña. No eres plena y no tenemos ningún derecho de quitarte esa alegría. Es hora de que vuelvas a donde perteneces. Perdóname por favor - la anciana echó a llorar
- Yo no tengo nada de qué perdonarte. Me cuidate, me alimentaste y me hiciste sentir muy importante durante este tiempo. Si bien me ocultaste una verdad importante, créeme que estoy agradecida con ustedes. Ahora si desean reivindicarse de algún modo, les pido me ayuden a llegar a esa aldea, por favor.
- Desde luego que sí linda, cuenta conmigo - dijo Harumi dándole un fuerte abrazo a la rubia.
A pesar de la negativa de Nikoto, Harumi y Tsunade emprendieron el viaje juntas hacia Konoha, con la esperanza de encontrar a alguien que supiera quién era la rubia realmente. Ella ahora estaba confundida, no sabía quién era, cuál era su verdadero nombre.
-¿será que mi familia me toma por muerta? - pensaba la rubia en el camino.
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- Creo que es aquí - dijo Harumi
Tsunade portaba una capa que le cubría todo el cuerpo y gran parte de la cara. Ella no quería que la gente la viera, pues no sabía si alguno la reconocería o no y no quería asustarlos haciéndolos pensar que era un fantasma.
