Qué hermosa se veía bajo la luz de la luna. No podía dejar de agradecerle al mundo por ponérmela una vez más en el camino. Sus ojos color miel no le daban más que vida a mi vida. Qué mujer! Qué curvas! Qué pechos!
La cena estuvo bastante interesante, había olvidado lo mucho que nos solíamos divertir. Cuándo no Tsunade con sus preguntas incómodas que hace que me quede sin aliento. Se debe haber burlado mucho de mi reaccionar.
Las ganas que tenía de besarla, de hacerla mía una vez más, no dejaban de rondar mi cabeza. Es demasiado hermosa y la amo con el alma.
Llegamos a su casa, y realmente deseaba no dejarla ahí. Quería llevarla conmigo o entrar con ella a su habitación. ¡Gracias Dios! me jaló hacia ella.
El beso fue muy apasionado, tierno, pero apasionado. Noté su necesidad por besarme y estoy seguro de que ella sintió la mía.
Fin de la perspectiva de Jiraiya
- Jiraiya!! No puede ser Jiraiya eres tú!!!! - lloro desconsoladamente y lo abrazo
- Princesa, ¿estás bien? - me preguntó ¿qué sucede?
- Jiraiya, eres tú - sostuve su rostro entre mis manos mientras lloraba sonriendo - ahora puedo recordarlo, recuerdo nuestros días en entrenamiento, recuerdo cuando te dejamos solo al quitarle los cascabeles a Sarutobi Sensei, o cuando casi mueres al espiarme en aquellas aguas termales - río - ¿te sientes mejor?
Jiraiya solo ríe ante mi comentario sin dejar de mirarme fijamente. Tal vez sonará cursi y algo falso, pero pude recordar muchas cosas de mi pasado, pude recordarlo a él, a ese hombre que me hizo suya durante las fiestas, a ese hombre al que me he negado a amar por tanto tiempo pero al que no dejo de pensar día a día.
- Al fin mi princesa - me respondió llorando en mis brazos sin dejar de abrazarme.
Ambos nos sentamos en el hall de la entrada muy acurrucados, pensando en todo el tiempo que habíamos perdido al estar separados. ¿Quién sabe si hoy ya hubiésemos estado casado o si hubiésemos formado una familia? De mascotas claro porque no creo poder tener hijos a esta edad, no hay forma.
- Mañana temprano tendremos reunión con los consejeros, linda.
- Qué emoción - respondí
Jiraiya rió fuertemente - esa es la Tsunade que conozco. Por la noche haremos una gran fiesta para celebrar tu regreso - besó mi mano.
- Sabes que no me gustan los escándalos, baka.
- Pero estarás conmigo - respondió
- En ese caso, encantada. - coqueteo
Ingresé a casa no sin darle un último beso de despedida a aquel hombre. Fue lindo pasar la noche con él. Fue un tanto romántico, sé que mañana será un día estupendo.
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