Tengo miedo, Jiraiya

132 7 3
                                    

Eran cerca de las dos de la mañana y Tsunade se había levantado de pronto. Hacía mucho frío y las ventanas estaban completamente abiertas. 

-¡Dios, qué frío está haciendo!... - con mucho cuidado se levantó de la cama, evitando hacer movimientos bruscos para no despertar al cansado hombre. Agarró la camisa verde de Jiraiya y se la colocó, quedándole como un sexy vestido debido a su tamaño. Se acercó a la ventana y la cerró muy despacio, seguidamente cogió una frazada abrigadora y la colocó a los pies de la cama, halándola con mucho cuidado para tapar a su amado.

- ¿Jira?- preguntó la rubia agarrando, con sus frías manos, la musculosa espalda del peliblanco. -Estás rendido, descansa- le dio un tierno beso en la cien. A pesar de que muchas veces la rubia solía mostrarse como una mujer fría y sin afecto por los demás, ella amaba y con mucha intensidad.

Con sumo cuidado, se introdujo bajo la frazada y se acurrucó en los cálidos brazos del peliblanco, hasta quedarse profundamente dormida.

‐-----------------------------------------------------------------

Eran cerca de las 9am y un agotado sannin, despertó.

- Tsuna? - tocaba la cama con los ojos cerrados. ¿Qué? ¿Dónde estás? - Se levantó algo asustado y se colocó encima, su clásico chaleco rojo. Bajó las escaleras.

- Despertaste! - Una hermosa rubia lo miraba desde la cocina.

-Así que tú tenías mi camisón. - Sonrió el peliblanco mientras la miraba coquetamente.

- Es cómodo. Siéntate, preparé el desayuno.

En ese momento Jiraiya recordó lo mal que Tsunade solía cocinar y la miró con temor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


En ese momento Jiraiya recordó lo mal que Tsunade solía cocinar y la miró con temor.

-¡Idiota, siéntate! - dijo una ofendida rubia.

- ya ya linda, ya me senté.

Tsunade colocó en la mesa un recipiente con frutas frescas y secas, unos deliciosos y doraditos panes que parecían haber sido sacados del horno recientemente. También colocó una jarra de cerámica que contenía cafecito recién pasado y un jarrón con jugo de naranja. Quesos y jamones acompañaban el banquete que la rubia había preparado para el sannin.

- Decir que estoy impresionado es poco, princesa. Esto se ve delicioso. - dijo el peliblanco sonriendo de lado.

- Espero que te guste, Jira. No quiero que pase lo de la última vez que cocinamos juntos.

-¿por qué no? - dijo el hombre - si al final terminamos con un tierno beso.   La jaló del brazo y le dio un beso. - siéntete conmigo linda.

- Ya baka, no te me pongas romántico, que me deprimes.

La rubia se sentó en la silla de al lado para desayunar juntos. Jiraiya estaba sorprendido por lo delicioso que estaba todo, pues sabía que la cocina no era el fuerte de Tsunade.

- Entonces, te veo para almorzar.

- No lo sé, Jiraiya, esto me parece algo muy extraño, ya sabes. Salir juntos después de lo que pasó ayer. Creo que si recuerdas que te dije que solo quería que fuese algo del momento.

- tus caricias decían otra cosa, princesa. No malogremos todo esto por favor. Estamos yendo bien, Tsuna.

Tsunade suspira - Va, pero sin apresurarnos Jiraiya, no quiero estar en boca de todos. Ni que se piense que entre tú y yo hay algo.

- ¿y no lo hay? - dijo el peliblanco algo confundido.

- Este... bueno... ¿estamos viendo qué pasa no es así? - respondió una avergonzada rubia.

- Entonces quieres algo discreto.

- Quiero seguir viéndote, Jiraiya, pero te conozco y a mí me gusta la exclusividad, así no tengamos nada fijo.

Jiraiya soltó una fuerte carcajada y se acercó a ella.

- ¿De qué te ríes estúpido? - soltó una muy irritada rubia

- De lo mucho que me encanta verte celosa, preciosa. Las cosas cambiaron desde que me permitiste entregarte algo de mí.

- solo no quiero que luego estén diciendo "ahí va Lady dos cachos". - Refutó la Godaime.

- Hahahahaha Tsunade, amor, eso no va a suceder. Pero entiendo tú desconfianza. - se arrodilla y la coje de las manos - Voy a demostrarte con acciones, que ya no soy el mismo de antes ¿sí? Confía en mí por favor.

- Ay Jiraiya, tengo miedo.

- Yo lo sé, pero ahora todo mejorará, hime.

Ambos sannin se abrazaron un buen rato, quedando en verse al atardecer para ir al festival por el 2do día de aniversario de Konoha.

Dejemos el pasado atrásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora