Eran ya casi la 1 de la tarde, al final sí nos tomó un buen tiempo alistar las cosas que necesitábamos, además de que yo estaba entre "si quiero y no quiero ir".
Siendo sincera, no tengo ganas en absoluto de verlos, pero tal vez Mei tiene razón en eso de avanzar y no dejar que me vean mal.
Respiro profundamente y cierro mis ojos antes de poner un pie fuera de mi casa.
- Lista? - pregunta mi querida pelirroja esbozando una sincera sonrisa.
- eso creo - respondo mirando al piso sin tener la seguridad de realmente estarlo.
Empezamos a caminar hacia la playa más cercana, donde se iba a realizar el cumpleaños de Kakashi. Por lo que veo Shizune está muy enamorada como para organizarle todo eso a un hombre, yo siempre le digo que no haga nada por ellos jajaja pero bueno a veces llega el indicado y el mundo se nos derrite de a pocos.
- Cálmate por favor. - susurra Mei sin mirarme - son solo un par de individuos, no puedes mostrarte pequeña ante ellos. .
- ¿Pequeña? No no Mei, no es eso, es solo que no quiero llorar frente a ellos.
- pues no lo hagas. - responde con firmeza
- Ah pues qué fácil, gracias por la ayuda ya no lloraré - respondo sarcásticamente.
- oh mira - señala a lo lejos - están almorzando, es un excelente momento para llegar.
- todo el mundo estará mirando Mei, no creo que sea buena idea llegar ahí. Me instalaré en la habitación y pediré la comida allá.
- ay Tsunade por faav...
- Mei, no puedo si? No aún. Deja que me aclimate un poco a esto.
- Ash, bien Tsuna. Deseas que diga que viniste? O vas a hacer tu entrada triunfal en la noche?
- no quiero llegar de pronto tampoco, así que podrías dejarlos con la expectativa. ¿Hoy es la fiesta?
- Creo que es mañana, linda. Tienes algo se tiempo para poder "aclimatarte" - mueve los dedos - así que tranquila, todo estará bien.
Mei se dirigió a la campaña que estaban organizando para el almuerzo del día, mientras que yo decidí descansar en la habitación que renté. A pesar de que insistí en tener una habitación compartida, Mei consideró que necesitaba mi espacio. Aunque más creo que fue porque ya ella le había echado el ojo a varios hombres de la posada. En fin, algo de privacidad tendré.
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Dejè mis cosas en el tocador de la habitación y coloqué cada uno de mis atuendos en los colgadores.
Mi habitación tenía una hermosa Vista de la playa y la luz que entraba por la ventana era excelente.
Pedí que me trajeran el almuerzo aquí, porque no estaba segura de querer cruzarme con alguno de los chicos y chicas, y más aún que me vean con pena. Agg!! detesto eso.
