- Karime es una mujer de treinta y tantos años... exactamente no lo sé y me importa muy poco. Es hija mayor del señor feudal, el cual nos ha estado ayudando mucho como aldea cuando nos vimos casi en banca rota.
-¿cómo es que llegaron a ese límite, Shizune? - dijo la rubia - siempre hemos tenido esabilidad económica.
-Malas inversiones mi lady, armamento innecesario, tropas de búsqueda y sake, mucho sake.
- Jiraiya quiso encontrarme como sea. - dice casi refutando - mejor hubiese sido quedarme con Harumi, no tenía las comodidades a las que estoy acostumbrada, pero al menos tenía paz. - movió la cabeza - Continúa por favor.
- Bueno, hasta donde me contó, él conoció a Karime cuando fue invitado a una cena con el señor feudal, al parecer ella estaba bien instruida para acercarse a él...
*Recuerdo de Jiraiya*
Estaba sentado en la mesa principal bebiendo uno de los mejores sakes que en mi vida había probado. De pronto veo entrar a una hermosa mujer de curvas protuberantes y grandes pechos por la puerta. Su cabello rojo brillante captó mi atención desde el primer momento, por lo que me propuse hacerle el habla.
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Durante toda la cena, nos lanzamos miraditas seductoras, ella cogía la cuchara del postre y la introducía sensualmente a su boca. Fue un momento bastante erótico, hasta que terminó la cena y decidí acercarme a ella. Aún andaba medio tímido por todo lo que había sucedido pero hace mucho que no tocaba a una mujer. Y creo que ya era el momento de volver a hacerlo.
- Qué hace una mujer tan hermosa sola por estos lares? - pregunté
- ¿Qué le hace pensar que estoy sola, mi estimado? - me respondió
- No la veo con nadie señorita, aunque puede ser que la esté esperando afuera.
- Exactamente. Usted mejor que nadie sabe que a mujeres como yo, no nos faltan los pretendientes.
- y qué diría si me uno a esa lista de pretendientes? ¿será que me otorga un lugar privilegiado en la lista de espera?
- Hmm depende de lo que usted me ofrezca, si es lo mismo que los otros, pues supongo que deberá esperar.
- No creo que ellos tengan lo que yo tengo debajo de estos pantalones, preciosa. - aseguré con ganas
- Pues de ser así yo ...
- Karime! - interrumpe el feudal
- Padre, en qué puedo ayudarte?
PADRE!? ¿cómo que padre? qué carajos hiciste Jiraiya! Dios qué vergüenza. Esto me pasa por pipileptico.
- Ahhh Veo que conociste a mi princesa -dijo el señor feudal - Ella es Karime Lavone, mi heredera.
- claro si, por su puesto -tocía con nervios- es un placer conocerla, bella dama.
- Qué Caballero - respondió la pelirroja.
- Bueno, creo que interrumpí una conversación muy amena verdad?, solo quería un recado, pero ya será luego.
- Claro padre, con gusto.
El feudal estira la mano a Jiraiya con afán de despedirse y se va.
- Lord Jiraiya me contó que después de ese almuerzo, él se sintió muy incómodo por la manera como le habló a Karime. Sentía que se le había pasado la mano y que tenía que bajarle a su perversión. A pesar de que la había regado, sentía que necesitaba disculparse de alguna manera, así que la invitó a cenar.... Lo demás es historia repetida
- ¿ Como que historia repetida? - preguntó la rubia
- Ya sabe, comida, bebida, sexo... Y bueno, una relación "estable" Ella es una mujer muy guapa y seductora, aunque siempre he creído que lo hace por mandato o interés.
- ¿Qué le podría ofrecer un imbécil como Jiraiya? - levantó una ceja la quinta.
- jajaja ay lady Tsu, pues viéndolo desde el lado en el que está posicionado lord Jiraiya actualmente, creo que poder, dinero, estabilidad y poder entre aldeas. No sé qué trama el señor feudal pero siento que está detrás.
- hmm no lo sé Shizune, Jiraiya ya es un hombre bastante mayor como darse cuenta de que lo están usando. Es más, dudo que su enamoramiento por esa chica, sea falso.
- no creo que esté enamorado en realidad, pero por algo es que está con esa tipa.
- y se pude saber por qué tanto rechazo hacia esa mujercita? - preguntó la sannin con curiosidad.
- Es malgeniada, grosera, mira mal y nos grita.
Tsunade se sintió un poco incómoda porque sentía que la describían a ella misma pero entendió que Shizune se refería a algo más. ¿A qué? No lo sabía con certeza.
- Ay Shizune - se puso algo roja - tal vez solo está teniendo malos días.
- desde que llegó a la aldea anda con malos días - frunció el ceño una enojada pelinegra. Lady Tsunade, creo que es hora de que deje de lado este momento tan feo que le ha tocado vivir y siga. Demuéstrele a ese par que con usted no podrán. Si el maestro Jiraiya se tomó el atrevimiento de jugar con ambas, pues que asuma y supere. Aunque usted sienta mucho dolor, no se lo demuestre y créame que encerrándose aquí, lo único que les da a entender es que la han lastimado mucho y que esa tipa ganó.
- Shizune, Jiraiya no es un premio por el que quiero competir.
- Entonces vayamos mañana a la celebración por el cumpleaños de Kakashi por favor. Sé qué tal vez no quiere cruzarse a nadie pero sería una prueba.
- Ay Shizune por favor! Esa fiestita tuya va a durar lo suficiente como para decidir ahogarme en esa playa.
- vamos Hokage Sama!! Anímese
- primero que nada, yo no soy la Hokage ya. Y segundo. No quiero ver a esa mujer bien empiernada a Jiraiya.
- Entiendo mi señora, si se anima, sabe que encantados la recibiremos. La posada no está tan lejos. Vendrán algunos invitados de aldeas vecinas. Tal vez así se anima un poco más.
- no lo creo niña, pero gracias de todos modos. Diviértanse....
