25.

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POV REGINA.

Desperté con unos brazos en mi cintura.

Me separe lentamente y me senté en la cama.

La noche de ayer fue todo un caos.

Me levante y salí de la habitación para preparar el desayuno.

Después de que Paola me besara me quedé en shock sin saber que decir.

Ella simplemente me dio una sonrrisa y se levantó para después decir que deberíamos ir a buscar a Natalia.

Y bueno Natalia mi querida amiga no hizo caso a lo que le dije.
Cuando la encontramos ya estaba muy ebria cómo para que manejará.

Así que entre Paola y yo la subimos al coche. Ayer le agradecí mentalmente a mi padre por enseñarme a manejar.

La traje al departamento, sí sus padres la ven en ese estado la matarían.

Natalia durmió conmigo y Paola en el cuarto de a lado. Ya era muy tarde cómo para que regresará a casa.

Moví las verduras para que no se quemaran y sazone las pechugas de pollo.

Unos brazos abrazaron mi cintura y me tense.

-Lo siento - el olor a alcohol llegó a mis fosas nasales he hice un gesto.

Seguí moviendo las verduras y coloque las pechugas al sarten para freírlas con un poco de aceite de oliva.

-Prometo que no volveré hacerlo.

Me gire un poco y mire a Natalia con sus ojos un poco cerrados.

-Sabes que no me gusta que tomes tanto y menos si estoy lejos de ti, no quiero que te pase algo malo.
-Lo siento - hizo un puchero.
-Para la otra no tomes de esa manera.
-¿Cómo llegamos aquí? - preguntó.

Me gire para voltear las pechugas.

-Maneje tu coche - dije.
-¿Manejaste?.
-Si.
-Pero si a ti no...
-No tenía otra opción, Paola no sabe manejar y además no quería llamar a Adam, tus padres se entrarían y...
-Gracias por traerme a salvo.

Abrazo de nuevo mi cintura y colocó su barbilla en mi hombro.

Apague las verduras y seguí moviendo las pechugas.

-¿Me porte insoportable anoche?
-Solo me mantuviste despierta hasta las 5 de la manaña porque no dejabas de vomitar - dije.
-Lo siento.
-Todo biem tranquila.
-Eres un amor - beso mi mejilla.
-¿Y Paola?.
-En el cuarto libre.
-Ire a darme un baño.
-Deje una caja de pastillas en el mueble para tu dolor de cabeza.
-Gracias chaparra - dejo un último beso en mi mejilla y se fue.

Acomode todo en la mesa, estaba por ir a la habitación cuando una adormilada Paola apareció en mi campo de vista.

-Buenos días - dijo y sonrrei un poco.
-Buenos días siéntate para que desayunemos.
-Creo que sería comida en este caso - dio una pequeña sonrrisa.
-Creo que si.

Ella se sento y yo hice lo mismo.

Nos quedamos en un silencio incomodo hasta que ella habló.

-Yo quería pedirte una disculpa por lo que paso ayer, yo.....
-No te preocupes no estoy molesta o algo por el estilo, todo bien tranquila.
-No quiero que pienses que me aproveche del momento.
-No lo he pensado tranquila todo bien - le di una cálida sonrrisa.
-En cerio una disculpa.
-Tranquila entiendo que aveces esas cosas pasan, el alcohol altera la mente, lo entiendo tranquila.
-No quiero que te sientas incómoda.
-No lo estoy, todo bien.

Si me das tu corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora