Si me das tu corazón

26.

POV BILLIE.

-¿No era tu semana de descanzo? - Omar un chico con el que me llevó bien en el gimnasio me preguntó.
-Si pero ya sabes que el ejercicio ayuda a bajar el estrés.
-Oh sí que lo hace.
-¿Has acabado?.-pregunté.
-Si.
-Que bueno yo acabo de llegar.
-Te he visto llegar, parecías estar molesta.
-El estrés me pone de malas.
-Ohhhh al parecer ya estas de buen humor.
-Si.
-Bueno te veo mañana.
-Claro nos vemos.

Se fue y seguí con mi rutina de pierna.

Hacer ejercicio me ayuda mucho a mejorar mi estado de ánimo y a controlar mi estrés.

Y mucho más después de la llamada con Natalia.

Sólo de recordarlo me molesta.

“Ella salió con Paola al parque creo, no entendí muy bien, creo que le esta haciendo dudar la sexualidad a mi amiga” .

Hice la repetición con fuerza al recordar esas palabras.

“Creo que al final Paola va a lograr ganarse el corazón de Regina, ella me confesó que desde hace tiempo le gusta” .

Solté un quejido del enojo que volví a sentir.

¿Regina podrá fijarse en ella?.

Deje de hacer el ejercicio y respire profundamente.

Debo dejar de pensar en eso, debo ignorarlo.

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Llegué a casa cansada después del ejercicio.

Me senté en el sillón y bebí algo de agua.

Shark llegó y se acosto a lado mío.

-¿Tienes hambre? - movió su cola y sonrrei.
-Bien entonces vamos para que te de tus croquetas.

Me levante del sillón y caminé para darle sus croquetas, me siguió.

Deje su plato lleno de croquetas y regrese al sillón.

¿Ya habrá regresado?.
¿La beso de nuevo?.

Negué y suspiré.

Me genera tanto enojo saber que esa chica este a su alrededor.

Deje de pensar cuando mi celular comenzó a sonar.

Conteste te la llamada.

-Hola Billie, no me había dado cuenta de tus llamadas.
-No te preocupes me imagino que estuviste ocupada.
-Un poco pero si no tienes nada que hacer podemos hablar ahora.

Dijo y sonrrei.

-Por mi esta muy bien.

Ella sonrrio.

-¿Cómo te fue en tu día?.
-Muy bien y a ¿ti?.
-Igual.
-Me alegro.
-¿Acabas de hacer ejercicio? - asentí.
-¿Me veo mal?.
-Realmente no y eso me hace seguir creyendo que no eres real.

Solté una pequeña risa.

-Creeme que cuando me enfermo si me veo realmente mal.
-No lo creo, no eres real.
-Soy real.
-No lo eres, realmente no lo eres.
-¿Entonces que soy? - pregunté.
-Mmmm un ángel tal vez o una diosa griega.
-¿Diosa griega? - pregunté.
-Si, según la historia las diosas griegas eran mujeres realmente hermosas.

Sentí mis mejillas tornarse color rosa.
Solté una risa nerviosa.

Pero me puse seria de repente.

-¿Dije algo malo?.
-No no para nada, solo que hace tiempo que no me dicen nada lindo.
-¿En cerio?.
-Si.
-Entonces trataré de decirte más cosas lindas, ya sabes una mujer hermosa siempre tiene que recibir elogios.