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5 de Abril

Las salidas nocturnas con Taehyung se estaban volviendo muy seguidas.

Para Yoongi era muy difícil adecuarse a un horario tan diferente al suyo y más aún, que las excusas para tener que disuadir a su esposa, eran cada vez más complicadas.

Siendo algunas hasta absurdas y poco creyentes, porque sabía que en algún momento Ji Eun le pediría explicaciones y Yoongi tendría que dárselas, aunque esperaba que ese momento aún no llegara, ay que ni siquiera sabía que decir o hacer para justificarse.

Ji Eun, no era tonta, era incluso más lista de lo parecía ser, de seguro algún día uniría los cabos sueltos y se daría cuenta de sus actos y sería el fin de una historia, que a pesar de ser, no logró ser la expectativa de muchos, en especial de su padre.

Porque el amor de ambos, no era unilateral, al menos para Yoongi, fue una elección de vida, del que no tuvo más remedio a aceptar.

Ahora antes de que se sepa el secreto, esperaba al menos que la comprensión llegara en algún momento.

Pero ya no importaba, la justificación no tendría sentido al final, Yoongi siempre viviría tan impaciente y tan inquieto, ahora más que nunca, cuando la música hacia efecto y su cuerpo levemente sabia reaccionar a los toques del ritmo de la música.

Pensar estar tranquilo en su casa o en su ambiente laboral, teniendo esa misma capacidad de concentración de siempre, no era fácil, no en esos momentos, los pensamientos sobre Taehyung venían a invadirlo y advertirle que era necesario saber de él y pensar en él.

Taehyung era una criatura hermosa de la noche.

Y él perdía el autocontrol.

— Una copa para el caballero— dijo un joven que se acercó hacia él, de buen porte y de gran carisma.

— Disculpe, ¿que es esto?.

— El vino de la pasión.

El tono coqueto aquel joven, ocasionó en Yoongi un leve sonrojo, preguntándose que estaba pasando y donde estaba Taehyung para auxiliarlo.

— Yo no bebo— habló con firmeza.

— Es de aquel caballero de la mesa enfrente de usted.

Yoongi lo buscó rápido con la mirada y aquel alzando su copa, le respondió con un guiño cautivador combinada a su sonrisa cuadrada, rápidamente decidió voltear hacia otro lado, cualquiera lugar que le pareciera conveniente, quizás hacia los bailarines de buena música que se encontraban dispuestos a seducir a cualquiera, pero aquellos eran aún peor para su estabilidad, la cara le estaba quemando.

Bien, si Taehyung quería coquetear delante de los demás a su antojo, Min Yoongi le seguiría el juego. Aunque se esté muriendo de vergüenza..

— Dígale al caballero que prefiero un vaso con agua si le parece.

— Como diga— sonrió el joven, retirándose de su mesa, regresando al lugar donde se encontraba el dueño de la invitación.

Con un ademán, Taehyung le habló al oído y aquel joven solamente se retiró con propina en mano y una sonrisa complaciente, sin la copa en mano.

¿Había planeado algo?. No lo sabía. Taehyung habia tomado de un solo sorbo la copa y la dejó en la mesa, parándose y caminando a algún lugar, del que podría ver en su campo de visión.

Lo siguiente que vió Yoongi, fue que aquel mismo joven, llegó de manera cautivadora, con el vaso de agua que había pedido.

— Disfrútelo— le volvió a guiñar, para retirarse esta vez a quien sabe donde.

MY DEAREST DARLING Donde viven las historias. Descúbrelo ahora