Los 4 Teletubbies, Tinky Winky, Dipsy, Laa Laa y Po salen a jugar cómo si fuera un día más sin saber que se encontrarán con sus almas gémelas...
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En esta historia intentaré hacer algo diferente con los típicos ships de...
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Al llegar a las ruinas, Tinky se percató de una silueta amarilla que descansaba con la cabeza baja. Rápidamente fue corriendo hacia ella y la señaló.
-Huh, ¿Qué es eso?
-No lo sé pero tampoco se si es buena idea acercarse... Dijo el albino algo desconfiado del descubrimiento.
Tinky, al acercarse descubrió que aquella figura era nada más y nada menos que Laa Laa, la cual estaba sentada cerca de una fogata. El de pelaje morado se lanzó encima de ella, abrazándola. Laa Laa soltó una carcajada algo débil, estaba feliz de reencontrarse con su amigo pero ya sabía que se iban a volver a ver. Sus sueños se lo habían advertido.
La de pelaje amarillo invitó a los dos a sentarse a su lado.
-Walten...ha pasado mucho tiempo, ¿Cómo has estado?
Tinky estaba sorprendido, no podía creer que su amiga conocía al que los había cuidado durante toda la vida.
Una noche, Walten entró a la casa Teletubby para reparar la maquina, pero accidentalmente el sonido despertó a Laa Laa, la cual asustada fue a preguntar quién era. Terminaron hablando un buen rato y el de pelaje blanco terminó sincerándose con la contraria, esta respondió de buena manera, pero el albino le comentó que pronto tendría que ser inyectada con un líquido que haría que Laa Laa pierda los recuerdos de haberlo conocido. Pero no fue así.
Laa Laa no había recibido la suficiente dosis de aquel líquido, causando que no olvide todo lo que había ocurrido.
-Estoy bien pero, ¿Por qué estás aquí?
-Al escapar de Dipsy, me dirigí hacia una cueva dónde habitaba una criatura que por suerte no intentó hacerme daño, pero su apariencia era muy extraña.
La manera refinada y calmada de hablar que poseía la amarilla sorprendió al albino, estaban en una situación de crisis, pero el aura de tranquilidad de la contraria les calmaba.
No era necesario hablar, el contacto visual era suficiente para entender la situación.
Laa Laa sabía que no le quedaba mucho tiempo antes de convertirse en un monstruo, y aprovecho ese tiempo para pasar tiempo con sus seres queridos.
-Laa Laa, debes acompañarnos, tenemos que ir a pedir ayuda. Dijo el de pelaje blanco mientras extendía su mano.
La de ojos color caramelo suspiró.
-No puedo, debo permanecer en este lugar para no dañar mis alrededores.
-¡Vamos! No podemos dejarte aquí...Po está esperándote y quiere que regreses sana a casa. Dijo Tinky con una mirada triste, le aterrorizaba la idea de dejar atrás a otra amiga.
-Siento mucho dolor, todo mi cuerpo se siente extraño pero debo retener mis impulsos, ustedes sigan con su camino, estaré bien.
-Walten, ¡No podemos dejarla atrás! Ella se transformará en un monstruo.
-Justamente por eso, ya sé que es tu amiga de la infancia pero, si nos acompaña podría convertirse y lastimarte. Por nuestra seguridad, deberíamos dejarla atrás.
Un humo color malva comenzó a emerger del cuerpo de Laa Laa. lentamente se veía como sus extremidades se alargaban y unas lágrimas oscuras inundaban sus ojos.
Ya era muy tarde.
Tinky se soltó del albino para intentar alcanzarla y escuchar su voz por última vez, pero no pudo. Laa Laa se había ido para siempre, sólo quedaba el caparazón de lo que ella alguna vez fue.
La culpa en los dos era cada vez más grande, cada vez tenían que tomar decisiones más difíciles, pero Walten sabía que era por el bien de su compañero, mientras que Tinky no lo comprendía del todo, pero dudaba de estar haciendo lo correcto.
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