¡Mi idiota jefe!

Capitulo 15: Una esperanza.

Alexander.

Llegó hasta la clínica donde está internado mi hermano y como siempre está solo no puedo creer que ni mi madre, ni su esposa estén aquí con el.

— Hola vengo a ver a Alejandro hoffman.- le digo a la enfermera que no deja de verme.— ¿Todo bien?, ¿Mi hermano está bien?.- espero que esté bien.

— Si si está todo bien es solo que se parecen mucho.- asiento confundió.— Pase está en la habitación 230 su padre está allí con el.- le agradezco y comino hasta la habitación cuando llegó papá está con el abrazándolo.

— Todo va a salir bien hijo te lo prometo.- escucho que le dice.

— Ya no me importa si muero papá, así voy a poder estar al lado de mi mujer y mi hijo.- no eso no va a ser.

— No no vas a estar al lado de ellos si mueres, porque ellos están vivos.- ellos me miran sorprendidos.

— ¿Que dices hijo?.- Alejandro me ve con sus ojos cristalizados.

— No juegues con eso Alex tu no.- niega y me acerco a el y lo abrazo.

— No estoy jugando, Anabel y tu hijo Alejandro están vivos hermano.- le cuento todo lo que hable con el señor Antonio.

— Tu madre.- papá se sienta un poco pálido.

— ¿Estás bien papá?.- el asiente y saca una pastilla y se la toma.

— Estoy bien hijos, no es nada.- Alejandro y yo lo vemos preocupado.— Solo me sorprende en lo que tu madre sea convertido, desconozco a esta mujer, no es con aquella jovencita ilusionada y alegre que me case, se ha convertido en un monstruo.- dice negando.

— Hermano este es el número de Anabel, si quieres hablar con ella, ella está esperando tu llamada.- el agarra el número con manos temblorosas.

— Yo... No sé si quiero que ella sepa ahora de mi.- se pone a llorar.— No quiero que me vea así, mírame Alex yo no le sirvo para nada, no pude protegerlos antes y menos ahora que estoy por morir.- lo abrazo y sigue llorando.

— Eso no es verdad tu los protegiste en el pasado, nunca imaginamos qué mamá estaba detrás de todo, y ahora tienes una nueva oportunidad para estar con ellos como debió de haber Sido siempre, papá y yo estaremos contigo y te apoyaremos en todo, pero tú debes de poner de tu parte también y someterte a la cirugía.- el asiente.

— Tienes razón, voy a someterme a la cirugía y voy a vivir por mi, por ustedes y por ellos.- asiento feliz.

— ¿La vas a llamar verdad?.- el asiente.