¡Mi idiota jefe!

Capitulo 7: Confesión parte 1.

Alexander.

Mi teléfono suena interrumpiendo lo que iba a decir.

Inicio de llamada.

-hola.

- Alexander  soy Victor, jessica acaba de poner una demanda en tu contra, ya estoy trabajando en ello pero no vas a creer lo que tu madre dijo.

- que dijo ahora.

- alega que la agrediste, de hecho está toda golpeada.

-¿Que?, Yo jamás golpearía a una mujer, de hecho tengo días que no la veo, no sé cómo va a hacer para que le crean.

- según hay un vídeo de ti saliendo de su casa hace dos dias que la agrediste y está en el hospital de lo mal que está.

- imposible eso no puede ser verdad.

- mira no sé cómo será todo el asunto, estoy en eso ahora mismo cuando averigüe todo voy a tu departamento para que hablemos.

- ok está bien.

Fin de llamada.

Maldición con esta mujer, como se le ocurre acusarme de algo como esto.

— ¿Todo bien señor?.- niego y nos ponernos en marcha para la siguiente cita, cuando llegamos al restaurante veo a Mónica.

— Lo mejor será que vaya yo solo con los clientes, no quiero que pase lo que pasó con los alemanes y perder este contrato también.
- ella me con el ceño fruncido.

— Perfecto, tome.- me da el portafolio y se va.

— Espera Mónica.- se monta en un taxi y se va, demonios creo que mal interpretó lo que le dije.

Mónica.

Idiota eso es lo que es, como si hubiera sido culpa lo que pasó con ese alemán de pacotilla, a pero claro le importa más sus contratos que mi integridad, cuántos llegó a la oficina están Laura y la Sonia de la recepción chismeando cuando paso por su lado escucho.

— Si ella se acostaba con el padre y ahora también quiere hacer lo mismo con el hijo.- ¿Que?.

— Y eso que tiene cara de mosquita muerta, yo lo sabía cómo llego a ser la asistente principal del señor Hoffman tan rápido, solo vendiendo su cuerpo.- hablan de mi.

— Si tiene algo que decirme, dígamelo de frente.- ellas se mira y luego a mi.

— Bueno, todos aquí sabemos que tienes el puesto que tienes pero eras la amante del señor hoffman padre y ahora haces lo mismo con su hijo.- me acerco a ella y le doy una cachetada.

— Escúchame bien lo que te voy a decir, yo no necesito acostarme con nadie para tener un puesto en esta empresa para eso estudie y trabaje para ganarme mi lugar, y no me la paso chismeando en lugar de trabajar.- y me voy de allí, cuando llegó a la oficina golpeó la mesa varias veces por la indignación que siento por lo que piensan de mi en esta empresa.

Alexander.

Unas vez terminado la reunión con los chinos regreso a la empresa y me encuentro a varias personas cuchicheando.

— ¿Que sucede?.- Laura se acerca a mi.

— Señor disculpe que estemos todos aquí, pero Mónica llegó diciendo que ahora ella era su mujer y por lo cual jefa y me a corrido a mi y a Sonia, los demás temen que se le corra también.
- aquello era mentira Sonia y Laura se encargaron de decir mentiras de Mónica para que así la corrieran y ella convertirse en la asistente principal y poder estar más cerca de Alexander, Alexander no podía creer que eso fuera verdad así que les dijo a todos que volvieran a su trabajo que el se encargaría una ves en su oficina se sentó pensando en lo que debería de hacer, últimamente todo era un problema tras otro, su madre, Jessica, si hermano y ahora Mónica también, llamo a Mónica hasta su oficina y le comento lo que le dijeron una vez había llegado a la oficina.

— ¿Que eso no es cierto?.- Mónica negaba.

— Te creo, ¿Puedes decirme que fue lo que pasó?.- ella me cuenta que Laura y Sonia estaban diciendo que ella había sido amante de mi padre para tener el puesto que tiene y que ahora era la mia y como ella le dió una cachetada para que la respetará y dejarán de hablar de ella, ella supone que por eso están diciendo todas esas mentiras sobre ella para perjudicar la y que la corrieran.

— Bien, se que lo que dicen es mentira, pero deberé de darles un escarmiento a esas dos, así que organiza una reunión con todo el personal para ya.- ella asiente y sale a hacer lo que le dije, dios dame paciencia para soportar todo esto, problema tras problema, una hora después ya estaban todo los trabajadores en la sala de juntas.— Buena los he mandado a reunir aquí, para aclarar todo lo que se anda diciendo de la señorita Coleman, lo cual todo es falso, ¿o es que ella misma se a acercado a ustedes diciéndoles que era mi mujer y que los iba a despedir?.- los veo negar.

— No señor de hecho la que nos dijeron todo fueron Laura y sonia.- están se miran asustadas.

— Porque ella nos lo dijo.- niego.

— Como sabrán no voy a permitir que en mi empresa se esté con chismes en lugar de trabajar por lo cual, Sonia y Laura serán cambiadas de puesto y si se vuelve a presentar este problema serán despedidas.- veo a las dos.
— ¿Quedó claro?.- ambas asienten.— Bien regresen a sus respectivos trabajos.- todos salen y solo quedamos Mónica y yo.— Mónica yo solo quería que no volviera a pasar lo de los alemanes no quería que el hijo o cualquier otro hombre se propasara contigo por eso te pedí que volvieras a la oficina.- le digo.

— Yo creí que.- niega.— Gracias por eso haun no entiendo porque me defendió así.- bien es ahora o nunca.

— Porque me gustas.- ella abre los ojos como platos.

— ¿Yo?, Pero no entiendo nada.- está confundida.

— No se cómo pasó, y se que a veces suelo ser un poco brusco contigo, pero es que en este momento están pasado muchas cosas que me tienen mal, y se que no es correcto que la pague contigo para nada, pero necesito decírtelo antes de que vaya a la cárcel.- frunce el ceño.

— ¿La carcel?.- pregunta confundida.

Perdón por el retraso tenía problemas con el internet.