Capítulo 10: ¿Que hace esta mujer aquí?.

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Mónica.

Joder con mi tío, me miro una última vez en el espejo niego y bajo, camino hasta mi carro y me pongo en marcha hasta el restaurante "le rose".

- Buenas noches tengo una cita con Carl Coleman.- digo una vez dentro del restaurante ella busca en su tablet, esperó que ya haya llegado.

- Síganme por aquí señorita.- me lleva a una parte muy alejada del restaurante supongo que es la parte mas reservada y privada.- Aquí es.- cuando veo quien es no dudo en decir.

- ¡Maldición!.- no puedo creerlo ¿que hace esa mujer aquí?.

- Hija.- la detengo con la mano para que no siga hablando.

- No soy tu hija, lo deje de ser hace mucho tiempo, y creo que tampoco tendré mas tío.- doy la vuelta para irme.

- Quiere verte.- me detengo.- Tu padre esta enfermo y quiere verte antes de morir, solo quiere ver a su hija una última vez.- me giro y la veo con el ceño fruncido, porque estoy furiosa, enojada y dolida.

- ¿Hija?, acaso pensó en mi cuando me golpeaba, me encerraba y me dejaba sin comer o cuando permitió que sus amigos me golpearan y trataran de violarme.- niego.- Por mi se puede morir y que se pudra en el infierno, porque el no tiene hija.- salgo de allí como alma que lleva el diablo, me subo a mi auto y manejo hasta una pizzería y luego por unas latas de cerveza o algo mas fuerte que me haga olvidar este día de mierda, no sé cómo tiene el descaro de pedirme eso, después de que me corriera de la casa y que si no fuera por mi tío no sabría dónde estaría hoy, pero ya me vas escuchar, como se le ocurrió decirle en dónde estaba si no le importe en estos 10 años no le tengo porque importarle ahora.

Suena mi teléfono es mi tío.

Inicio de llamada.

- Hola hija ¿dónde estás?.

- Como pudiste tío, como pudiste engañarme para que me encontrará con esa mujer.- le reclamo.

- Cariño, ¿de que me hablas?, Acabo de llegar al restaurante y me dijeron que te fuiste, ¿Que paso?.- ¿como?.

- ¿No citaste a Maricela en el restaurante para que hablara conmigo?.- no puede ser.

- ¿Que? Por supuesto que no Mónica como crees que yo haría algo así después de todo lo que pasó, no me habló con mi hermano ni mi cuñada desde el día en que te encontré y me enteré de todo, te juro que no sé cómo hizo para averiguar eso.- se queda callado y escucho una maldición.- Ya se quién pudo ser, no te preocupes que el responsable de esto va a pagar.- dice serio.

- Va a morir.- le digo.- Quiere que vaya a verlo ¿puedes creerlo?.- niego, no voy a llorar.

- Si me imaginé, a mi también vino a buscarme, pero no necesito ir a ver al mounstro en qué se convirtió mi hermano, el para mí murió hace mucho tiempo.- asiento.

- Siento que no puedo con todo lo que me está pasando en estos momentos, quiero alejarme de todo.- de el.

- Que te parece si voy a visitarte y te tomas unas vacaciones y nos vamos por allí a olvidarnos de todo.- no es mala idea.

- Me parece bien, pediré mis vacaciones y nos iremos tío.-digo.

- Perfecto, arreglaré unas cosas aquí y en unos días nos vemos cariño.- dice.

- Está bien tío, nos vemos.

Fin de llamada.

Necesito alejarme de todos, el lunes pediré mis vacaciones y deben darme las porque en todo este tiempo que llevo trabajando no he tenido vacaciones.

Me levanto temprano porque no pude pegar el ojo en toda la noche, recordando todo lo que pase en el pasado, eso horribles días, que viví al lado de esas personas que dicen ser mis padres. Llegó a la empresa y espero que llegue Alexander, ese es otro que me tiene decepcionada, casi caigo como una idiota por el, pero eso no va a volver a pasar ya se la clase de hombre que es.

- Buenos días señorita coleman.- entra a su oficina y yo detrás de él y la verdad no tiene buena cara.

- Buenos días señor hoffman, aquí está su café y los documentos que me pidió.- lo coloco en el escritorio.- Si tiene un momento me gustaría hablar con usted.- el levanta la mirada y me mira.

- Si claro, ¿está todo bien?, no tienes buena cara.- me hace señas para que me siente.

- La verdad no estoy bien, por eso quería preguntarte si no habría ningún problema con que tomara mis vacaciones atrasadas.- lo veo fruncir el ceño.

- ¿Atrasadas?.- me pregunta.

- Si hace dos años que no las tomo las cosas estaban full de trabajo y no quise dejar a su padre solo con todo, así que no las tome, pero ahora en verdad necesito tomarlas.- y no se porque pero las lágrimas comienzan a salir.

- ¿Mónica que está pasando, porque estás así?.- lo siento a mi lado abrazándome.- Tranquila puedes tomar las vacaciones no tengo problema, pero cálmate si.- asiento y poco a poco me voy calmando.

- Gracias, y perdón por este drama.- me limpio las lágrimas.

- No es ningún drama Mónica, cuando entraste me di de cuenta que algo no andaba bien contigo estabas triste y muy tensa.- asiento.

- Yo, han sucedidos cosas en estos días que me tienen así mal, problemas familiares.- frunce el ceño.

- ¿Familiares?, Mónica si tú eres huérfana, ¿o no es así?.- niego.

- No, mis padres viven pero no me habló con ellos por cosas que pasaron en el pasado, y ayer ví a la mujer que es mi madre y pasaron muchas cosas y si no me voy, voy a colapsar.- asiente.

- Entiendo, Mónica puedes tomarte las vacaciones desde mañana no hay problema, con Laura nos vamos a poner de acuerdo para atender todo mientras tú no estás.- asiento.

- Enserio muchas.- se acerca y me besa, yo le respondo luego me aparto.- No, esto no debió de pasar, tu eres mi jefe y no es correcto.- niego y me levanto.

- Lo siento Mónica.- asiento y salgo de allí, cuando estoy en mi escritorio me preguntó ¿que rayos pasó?.

¡Mi idiota jefe!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora