Eres mía

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Sentía como la explosión que me lanzaba al aire quemaba consigo todas las cargas e injusticias que viví en mi vida. Sabía lo que había hecho y estaba orgullosa por haber tenido el valor de terminar todo, aunque no estuviera completa.
Había perdido mucho y a muchos, pero ya había hecho algo bueno por ellos. Había destruido la fuente del daño, morir no era importante, si eso significa acabar con la vida del monstruo con el que comparte sangre.
Pero, cuando creí que iba a recibirme el suelo, unos brazos fuertes me abrazan mientras su pecho se pega a mi espalda. El impacto llegó, pero por la ayuda de Taehyung, este no fue fuerte para mí.
Rápidamente, levanto mi adolorido cuerpo para ver al hombre que yace en el suelo. El miedo me invade al verlo con los ojos cerrados y mentalmente suplico que no sea otra pérdida.
— Taehyung,  habré los ojos, por favor — pido mientras escucho a Min Ah gritar si nombre mientras corre hacia nosotros.
Las lágrimas corren por mis mejillas y suplico que el tiempo retroceda. Haber sufrido tanto, me hace desear estar en el pasado, cuando tenía una enemistad con Taehyung, Jin y Hoseok. Incluso, no estaba relacionada con el grupo de Yoongi. Así que, eso los mantenía a salvo. Necesitaba que estuvieran a salvo.
Desesperada, muevo a Taehyung, el hombre que odie, quise, me entregue y me salvo, más de una vez, intentando que me hable.
Los recuerdos de las historietas de reencarnación, vienen a mi mente y suplico que sea mi caso. Necesito que lo sea. Tengo las características: presente doloroso, deseo de volver atrás y vengarme de otra forma.  Necesito una oportunidad. Pero nada pasa y yo lloro desesperada.
— Despierta, Taehyung. Por favor, despierta — suplico golpeando su pecho, muy molesta.
— Aquí estoy, Ha-ri. Cálmate un poco o vas a matarme — susurra.
El alma me regresa al cuerpo y Min Ah me observa con los ojos abiertos al ver como se mueve su hermano.
— ¿Estás bien?
— Me duele todo el cuerpo. Pero, he tenido peores días— comenta y de inmediato, Hoseok lo ayuda a levantar con ayuda de Jin.
Todos nos abrazamos al ver que están todos bien. Hasta que, busco a Namjoon entre los presentes.
— ¿Dónde está Namjoon? — pregunto y todos miran alrededor.
— Voy a ver si esta con Jimin — dice Hoseok mientras yo avanzó hacia la camioneta donde vi al señor Jeon.
Taehyung, conociendo mi destino, camina conmigo hacia el lugar. Allí, escucho los golpes que me alertan y corro hacia la fiebre del ruido, donde veo a Namjoon golpeando al monstruo que tanto me ha dañado.
— ¡Namjoon, detente!
— Mató a mis amigos. Necesita pagar por eso— dice Namjoon sin dejar de golpearlo.
— Hagamos algo bueno. Deja que su muerta sea lenta. Si lo matas a golpes, creerás que no es suficiente — digo Y ello hace que se detenga y se aleje del hombre.
Sus puños, están llenos de sangre, mientras su rostro está húmedo por sus lágrimas y gotas de sangre que habían impactado en su rostro. Taehyung, se acerca al anciano, mientras yo abrazo a Namjoon al saber la frustración que sentía en esos momentos.
— Los mató, Ha-ri. Acabo con mi familia. Mató a mis hermanos. — dice entre lágrimas
Min Ah corre y abraza a su pareja,  mientras yo me alejo intentando no quebrarme. Pero es muy difícil no hacerlo. He perdido mucho hoy y eso, duele.
— ¿Qué vas a hacer ahora, Ha-ri? ¿Vas a matar a tu padre? — pregunta Jeon con su rostro lleno de sangre.
— De ti, me encargaré después.  Todos lo haremos. Así que, no te desesperes. Tu hora va a llegar— responde Taehyung, llevándolo a uno de los autos donde los pocos hombres que quedaban de Yoongi, lo vigilaban.
Estando todo en calma, los chicos caminan hacia los cuerpos sin vida de sus amigos y es allí, cuando todos lloran. Namjoon, abraza el cuerpo de Jimin, mientras ve donde había desaparecido el cuerpo de Yoongi donde ya solo queda un orificio grande.
Todos, se abrazan mientras lloran y es Taehyung quien me abraza, mientras yo no sé como calmar el dolor en mi pecho que amenaza con acabar con mi vida. Mis piernas pierden fuerzas y Taehyung me lleva lejos del caos en sus brazos. Él, me sube a un auto donde nos marchamos mientras todos los demás, siguen llorando a quienes se fueron.
Mientras veo el camino, lloro en silencio sintiéndome tonta por haber odiado a alguien que estaba realmente arrepentido. Tanto, que sacrifico su vida por todos. Algo que no haría un cobarde, pero sí, el Yoongi, amigo de su hermano, que había conocido años atrás. Es allí cuando la acumulación de culpa, me invade.
— Debí morir hace años. Si hubiese muerto en ese accidente, Jeon hubiese muerto hace más de un año por su problema en el páncreas y los riñones. Si yo hubiese muerto, la madre de Jin, estuviera viva, Jimin, Yoongi también y los chicos…
— No, Ha-ri. Ya es suficiente.
— Quiero morir. Mátame, Taehyung. Necesito que me mates. — digo golpeando a Taehyung y él, se quita el cinturón de seguridad, para presionar mi cuerpo contra el asiento, de manera brusca.
— Ya es suficiente, Ha-ri. Ya basta. — dice molesto.
— Quiero morir, Taehyung. Mátame, ya no quiero estar vida. Ya no quiero sufrir más. — suplico en medio de lágrimas.
— ¿Ya no quieres vivir más?
— Tienes razón, no quiero vivir más.
— ¿Quieres que tome control de tu vida?
— Quiero que acabes con mi vida. Por favor. Solo así, podré dejar de sufrir. Podré dejar de sentir culpa y ver mis manos llenas de sangre inocente. — digo en medio de lágrimas.
— Esta bien. Tomaré tu vida. — dice causando que sienta alivio y yo, me detengo esperando que me dispare. Pero, algo más toca mi frente. Es su boca, una que me da un casto beso en la frente, para después colocar la suya sobre la mía.
— Te he tomado.
— Pero…
— Te disparé un beso en la frente y ahora, te he marcado como mía. Todo dolor y culpa que sientas, han sido entregadas a mí y yo las viviré por ti.
— Taehyung… no es lo que quise decir.
— Pero es lo que haré. Te he tomado y ahora, eres mía, Ha-ri. Yo seré el único que sufrirá por ti y tú, serás esa parte buena que me va a mantener en el buen camino— murmura Taehyung.
— Taehyung, sabes que no era lo que quería decir.
— Pero es lo que tienes, Ha-ri. Y eso vas a tomar. Te lo dije, Ha-ri. Te lo advertí antes de hacerte mía que no te dejaría y ahora que estás tan mal, no dejaré que te lastimes ni que alguien más lo haga. Ha-ri, perdiste y te duele. Así que, tienes una hora para llorar. Después de esa hora, seré yo quien tome tus cargas.
— No soy yo sin ellas.
— No, eres tú desde antes de tenerlas y así me gustabas. Ahora, con todo lo que sucedió, solo puedo decirte que no hay otra persona en el mundo que no sea tu hermano y te entienda.
>> Porque solo nosotros tres, podemos decir exactamente, cuanto nos marcó todo lo que hemos sufrido. Tenemos heridas similares, Ha-ri. Por eso, sólo nosotros sabemos cuanto duele y todo lo que necesitamos y anhelamos para sanar. Así que, déjame llevar tu dolor y te prometo que todo estará bien.
— Nada será igual. — susurro.
— No, porque será mejor y para eso, debemos der fuerte. Sé fuerte, Ha-ri o todo el esfuerzo que cada uno de nosotros dedicó, será en vano. ¿Quieres que los que se han ido, lo hayan hecho por una mujer que se rindió? — pregunta y yo niego.
— No lo quiero.
— Entonces levántate, tu hermano va a querer verte radiante.
— ¿Mi hermano?
— Lo encontraron. Así que, llora esa hora y vuelve a ser tú. Necesitamos a esa guerrera ahora, señora mía.
— ¿Señora tuya? — pregunto incrédula.
— Eres mía, nena. Nadie tiene derecho a matarte, ni siquiera tú, ¿lo entiendes? — dice tomando mi mentón y yo asiento.
— Lo entiendo. — murmuro para después llorar el tiempo que tengo para soltar todo.


Eres MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora