Tomar decisiones

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No era una broma. Lo que ese hombre me había dicho, no era una maldita broma y lo que más me enojaba, era que los chicos se mostrarán tan tranquilos cuando evidentemente, esta era una noticia para volverse loco.
— Ha-ri.
— ¡No, nadie va a estar en peligro ni mucho menos va a meterse en ese maldito negocio de mierda! — gritó molesta.
— Ahora no, Ha-ri.— dice JungKook
— Nada de ahora, no. Yo necesito que alguien entienda la gravedad del asunto y exija que todos estos hombres se marchen.
— No es posible ignorar esto, Ha-ri. — me dice Taehyung.
— ¿Entonces que? ¿Van a jugar a cara o sello para ver quien de ustedes se marcha? — pregunto molesta.
— No es necesario. Porque yo… — dice Taehyung
— Ellos van a irse ahora. — interrumpe mi hermano — Gracias por la información. Pueden irse.
El hombre mira a mi hermano y después suspira profundo.
— De acuerdo. Que tengan buenas noches. — responde el hombre para después marcharse.
Los chicos, detrás de mí, suspiran profundo mientras yo observó fijamente a los hombres frente a mí.
— ¿Qué estaban hablando con ese hombre?
— Nada, Ha-ri. — murmura JungKook
— Estaban hablando algo desde que tardaron tanto tiempo con él. — respondo a mi hermano.
— Esto no ha terminado, Ha-ri. Si vinieron fue por algo serio, algo que no sé puede evitar.
— Por nada vinieron y ninguno de los dos se va a marchar. Ya salimos de ese maldito mundo cuando murió Jeon y no voy a permitir que ninguno de ustedes se marche. Jamás lo voy a aceptar, ¿lo entienden? — pregunto y ellos asienten.
Molesta, subo a mi habitación y maldiciendo, cierro la puerta con llave dejando una clara señal que no quiero hablar con nadie. Estaba por olvidar esa maldita pesadilla, para que vengan estos malditos a destruir la calma que tanto me había costado obtener. No es justo.
Días después
Terminaba de prepararme para la graduación. Por fin, después de un largo tiempo donde debía esconderme o era herida, terminaba esta parte de mi vida escolar. Hoy, por fin iba a recibir el título que me decía que aun en medio de la adversidad, había logrado terminar mis estudios obligatorios.
La puerta de mi habitación comienza a ser golpeada y yo termino de arreglarme para salir. Desde aquel día, no habló con nadie y solo me mantengo mirando fijamente la salida de la casa, para saber si realmente se atrevieron a irse.
Por la competencia y las vacaciones, las chicas dejaron de recibir clases mucho antes de la misma competencia. Por lo que, salir era innecesario y con mi estado de ánimo, era lo mejor.
Lista, con mi birrete y toga de graduación, salgo de mi habitación, intentando sonreír. Cuando abro la puerta, Min Ah me sonríe y yo corresponde a su sonrisa
— Estas hermosa, Ha-ri — dice y yo le agradezco.
Juntas, bajamos las escaleras donde están todos y yo, caminó a la salida, ignorando a dos personas en especifico. Como no puedo conducir aún con la prótesis, subo al auto esperando que alguno de ellos se digne a llevarme a mi graduación.
Taehyung, es quien se sienta a mi lado y en estos momentos, es más desafortunado que agradable para mí. Sobretodo, porque los demás chicos se suben al auto de Jin aunque aquí haya más espacio.
— ¿Estás lista?
— ¿Para que te vayas o para mi grado? — pregunto fríamente.
— Ha-ri.
— Se específico. Para saber que responderte — digo molesta.
Taehyung suspira profundo y enciende el auto..
— Ha-ri, ¿Dónde está tu anillo de compromiso?
— Guardado. Como están las cosas, no sé si sea necesario usarlo.
— ¿De qué hablas? — pregunta mientras los chicos tocan el claxon para que nos demos prisa.
— No quiero casarme con la copia de mi padre.
— Ha-ri, eso fue duro.
— Es la realidad. Cuando ese hombre vino y no solo lo escuchaste, sino que, te molestó que lo sacara de la casa, me dio una clara señal de como estas interesado en irte.
— Ha-ri.
— Y yo no voy a esperar más tiempo por un hombre que se dedica a matar. Yo no voy a ser la prometida de una bestia como lo fue mi padre. — digo molesta y él ejerce presión en su mandíbula al punto de parecer doloroso.
— Entiendo. — susurra encendiendo el auto para llevarme a la escuela.
En el camino, ninguno de los dos habla y el silencio, es tan frío como el hielo. Ninguno se los dos está contento con esto, pero ninguno cede. No entiendo su razón, pero la mía es obvia, no voy a tener a alguien como mi padre, como esposo.
Llegamos al colegio y la ceremonia ya había empezado. Por lo que, tomó mi lugar y al poco tiempo comienzan a llamar a los estudiantes. Cuando me llaman, los problemas actuales desaparecen y yo sonrió mientras todos me aplauden y silban.
Nunca creí que una escuela pequeña en un pueblo tan pequeño que todos los habitantes se conocen, diera tan cálida como esta. Nadie se burló de mí discapacidad y fueron serviciales en todo momento. Justo como ahora, donde todos me aplauden como si supieran mi historia y reconocieran mi lucha.
Sonriendo, caminó hacia el director que me entrega el diploma con un abrazo y con ellos, los reconocimientos que obtuve como la mejor estudiante. Aquí, no había clubes que desarrollan tus habilidades extracurriculares, pero sin duda, desarrolle muchas habilidades y forme lazos fuertes en este lugar.
Cuando recibo mis reconocimientos, todos se ponen de pie y aplauden haciendo que un nudo en mi garganta se forme. El escándalo es tan fuerte que podría decir que la parte orgullosa de mi madre, esta en cada uno de ellos. Y es eso lo que me hace sentir muchas cosas que me hacen tan feliz que mis ojos se empañan.
Feliz, regreso a mi puesto mientras espero que la ceremonia termine. Ya con la misma finalizada, lanzamos con nuestro birrete, todos los miedos que me habían impedido ser feliz hasta ahora. Tranquila, caminó hacia los chicos y es Min Ah quien me abraza emocionada como siempre lo hace.
— Felicitaciones, nena. Muchas felicidades — dice abrazándome y yo le corresponde.
Todos me abrazan y salimos del colegio. Cuando estamos por regresar a casa a celebrar. El hombre que había ido a la casa, nos espera al lado de nuestros autos.
Toda mi felicidad desaparece al saber lo que significa y los chicos, que se golpean cuando Min Ah y yo nos detenemos, dirigimos la mirada a las dos personas que quieren seguir siendo parte de esto.
Los dos, bajo nuestras miradas, caminan hacia el hombre y es Taehyung quien le entrega las llaves del auto que el hombre rechaza y les muestra una camioneta a unos metros de ellos. Respiro profundo y los chicos, se alejan cuando las dos personas más importantes para mí, se acercan sin tener el valor de mirarme a los ojos.
— Ha-ri… — susurra su hermano.
— ¿Dónde quedó la promesa de que estaríamos juntos, JungKook Jeon? — pregunto con amargura.
— No me llames así.
— Eso eres. Eso escogiste ser, JungKook. Decidiste ser un Jeon. Seguramente, amaras que la policía te busque y matar gente. — comento.
— Ha-ri, por favor.
— Mamá debe estar revolcándose en su tumba por esto. — digo con frialdad mientras retengo las lágrimas en mis ojos.
— Adiós, Ha-ri — susurra JungKook alejándose de mí y yo respiro profundo.
Mientras JungKook se despide de los demás, Taehyung se acerca a mí intentando abrazarme y yo retrocedo, herida por la decisión de ambos.
— Entonces, esto fue lo que escogiste como vida.
— No es algo que escoges, Ha-ri. Es algo que me toca hacer.
— Siempre hay una opción.
— ¿Qué opción puedes tener cuando tienes a personas peligrosas detrás de ti?
— Mi padre, fue la persona más despiadada que pude haber conocido y de él, me libre años, Taehyung. Siempre hay una opción.
— Entonces, ¿Quieres vivir escondiéndote? — pregunta Taehyung
— Nada había pasado hasta ahora y sé que aunque pase algo, podemos solicitar ayuda. Ser testigos protegidos de la policía, cambiar de nombres, lo que sea, menos ser parte de su mundo — le respondo.
— Eres tan ingenua, Ha-ri y espero que siempre sigas así. No me gustaría que alguien te dañara al punto de perder lo ingenua que eres.
— Gracias por tus bendiciones, Taehyung. Ya puedes irte. Tu nuevo mundo te espera. — le respondo y él suspira profundo.
— Ha-ri, solo será unos pocos meses o como mucho un año. Después que todo se calme, podremos retomar nuestras vidas — dice tomando mis manos — y podríamos…
— No, Taehyung. No voy a esperarte. Esta vez no. No puedo esperar a alguien que se marcha para asesinar.
— Lo haré por ti. Porque estés protegida.
— En ningún momento te pedí que matarás para protegerme. Menos, cuando todo eta bien.
— Muchas veces, las cosas no son lo que parecen.
— Mejor di que extrañas tu vieja vida y este fue el milagro por el que imploraste. Pero yo no quiero estar cuando regreses a tu vida oscura, esa que me prometiste no volver. Así que, — digo llevando mi mano al bolsillo de mi pantalón blanco y tomando la mano de Taehyung, le entregó lo que hace poco me dio — rechazo tu propuesta de matrimonio, Taehyung.

Eres MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora