Estoy muerta

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Varias preguntas invaden mi mente.

¿Cómo puedo tener tan mala suerte en una sola vida?

Cuando era pequeña, escuchaba constantemente los gritos y golpes que le daba mi padre a mi madre, los múltiples golpes que mi padre borracho nos daba a JungKook y a mí. Después, el divorcio de mis padres. Que a decir verdad era un alivio para todos; ya que todos éramos víctima de su carácter violento.

Pero que para la sociedad era aún más violenta y decepcionante. Ya que "una mujer no puede llevar un hogar en sus hombros" "seguramente esos niños serán unos delincuentes, unos don nadie, una basura de la sociedad. Por qué crecerán sin padre".

Esos y muchos comentarios destructivos recibimos, bullying en cada escuela a la que asistíamos, tanto por eso, como por ser extranjeros. A mi madre se le hizo difícil conseguir trabajo por ser una madre soltera. Por lo que nos tocó crecer rápido para atendernos nosotros mismos.

Al principio fue difícil, ya que apenas teníamos no más de 7 años. Sin embargo, al cabo de poco tiempo ya nos habíamos adaptado. Mi madre solo se preocupaba por el dinero de la casa y mi hermano y yo por hacer las cosas del hogar y atendernos.

Es por eso que nada nos afecta, es por eso que cada uno cuida del otro. Es por eso de nuestro carácter, no nos dejamos de nadie. Mi hermano y yo somos tranquilos hasta cierto punto, pero si nos provocan no nos doblegamos. No lo hicimos antes, mucho menos ahora. Y mi madre lo sabe.

Somos de carácter fuerte, porque nuestra realidad nos obligó a serlo para sobrevivir. JungKook desde pequeño aprendió a pelear para defendernos de los insultos y humillaciones. Pero eso solo eso no era suficiente, por eso decidimos que ser rudo no era la única solución. Teníamos que hacer que nos necesitaran, que nos respetaran.

Muchas veces nos quedábamos a altas horas de la noche estudiando en la biblioteca. Poco a poco nos fuimos anticipando a las enseñanzas de los profesores, lo que nos hizo ser los mejores en las escuelas a la que asistíamos. Después de eso, se nos hizo aburrido solo estudiar, por lo que buscando entre lo que nos gustaría hacer, exploramos muchos deportes y artes. Lo que nos hizo ser mejor en casi todo lo que nos proponíamos.

Nuestra madre siempre nos apoyó hasta donde pudo, tampoco se interpuso en nuestras decisiones ya que nos favorecían tanto a nosotros como a la escuela que representábamos. Y poco a poco fuimos ganando muchas cosas, fama, interés, amor u odio de quien nos conocía. No dejamos de ser violentos si de puños y respuestas hablamos, pero solo lo utilizamos cuando es necesario. Y mi madre lo sabe.

Ella sabe perfectamente que ninguna de nuestras acciones las realizamos sin pensar, ya que sabemos que cada acción tiene su consecuencia. Ella es una madre que nos conoce bien a pesar de estar ausente en casa, sabe de lo que somos capaz y lo que no. Es por eso que confía tanto en nosotros y no se mete en nuestros asuntos a menos que sea imprescindible.

En mi vida solo se ha metido una vez, esa vez del accidente y justo ahora está enojada nivel Dios. Su rostro esta rojo del enojo y sus puños están blancos de tanto apretarlos. Ya debe de saber todo lo que he hecho en estos últimos días.

­­— ¡Jeon Ha-ri! ¡Baja ahora mismo del auto! ­­Tú y yo tenemos que hablar ya.

Trague grueso. No sé si soy la única que se estremece al oír esas palabras de tu progenitora. Pero la verdad es que estoy que salgo corriendo del auto a lo más lejos que puedo ir. Sin embargo, mi condición física no es mejor que la de mi hermano, lo que fácilmente me podría alcanzar. Sin mencionar que estoy inmovilizada en mi pie, lo cual me dificultara mucho más correr. En conclusión solo parecería una loca intentando huir de lo inevitable.

Eres MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora