Encontrar

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Me sentía cansado. Sentía que estaba luchando una guerra que me superaba, pero no iba a darme por vencido, no iba a hacerlo, cuando ella me necesitaba. Así que, regrese a mi auto para seguir buscándola. Cuando salí, vi que habían unas cámaras en la muralla y de inmediato, me detuve otra tomar una de ellas e ir a una tienda que me ayudarán a conseguir algún rastro de ella.
— Estás cámaras son complicadas. Tardaré horas para poder encontrar el destinatario. Cuando lo encuentre, encriptar su acceso a los videos, será más fácil. Pero, todo requiere tiempo. — dice la chica con anteojos bastantes llamativos.
— Te doy un rolex original si me das lo que quiero en menos de una hora. — digo quitándome el reloj y entregándoselo en las manos — si te lo quedas tendrás un objeto increíble, si lo vendes, podrás tener una tienda más grande que esta. Así que, dime, ¿Qué piensas hacer?
— Deme diez minutos y le hago todo 
— Gracias — digo mientras camino de un lado al otro, ansioso porque el tiempo pase rápido.
Afortunadamente, cuando estoy a punto de perder la cordura, la chica sale con la información que necesito.
— Aquí esta. — dice y yo comienzo a reproducir el video hasta la parte que me interesa.
— Por lo lejos de la cámara, no sufrió daños cuando hubo las dos explosiones. Pero, por esa misma distancia, no pudo captar muchas cosas — dice la mujer.
— Capto lo suficiente — dice cuando ve un auto bastante deteriorado saliendo con dos cuerpos.
Salgo de la tienda electrónica y corro a buscar ayuda para saber de quien es ese carro. Por fortuna, la información me la dan de inmediato y completa. Deseando que esa sea la dirección de la persona que tomó esos dos cuerpos, manejo rápidamente hacia la misma implorando que uno de ellos, sea Ha-ri.
A mitad de camino, la policía se pega a mí por exceso de velocidad y yo acelero recordando el pasado donde alteraba las placas de los autos y manejaba como loco. Entre desvíos y zigzag para que no conozcan mi destino, me desaparezco de la policía y corro hacia mi destino; una vieja granja a las afueras de la ciudad. Mucho más lejos de donde había ocurrido el incendio.
De inmediato, detengo el auto en la granja y un joven me recibe con una escopeta en la mano y poco interés en siquiera, hablar conmigo primero antes de intentar matarme. Eso lo demuestra cuando dispara cerca de mis pies
— Ni un paso más o mi escopeta volara sus sesos. — advierte.
— Entiendo. Desde aquí estoy bien — respondo.
— ¿Quién eres y qué haces aquí? — pregunta sin dejar de apuntarme.
— Mi novia fue secuestrada. Seguí su rastro después que donde la tenían se incendiase. Vine aquí con la esperanza que ustedes la hayan salvado. — comento.
— ¿Por qué cree que nosotros la tenemos?
— Las grabaciones del lugar, lo mostraron entrando y saliendo del mismo. También se vio que llevaba dos cuerpos cubiertos. Por eso, no sé si uno de ellos es mi novio.
— Maldita sea. Le dije a mi abuelo que siguiéramos nuestro camino, pero debíamos entrar allí. — maldice bajando el arma. — ¿Quién más vio el video?
— Solo yo, pero por prevención, seria bueno que nos marchemos. Si rescato a li novia, podría darle una gran recompensa. Sólo por favor, déjeme ver a las personas que rescataron.
El hombre baja por completo su arma y asiente.
— Entre y sabrá que no fue un rescate a tiempo. — dice y de inmediato, corro hacia él, que me dirige al interior de la casa.
Cuando llego, la alegría por encontrarla cae al piso cuando veo la magnitud de sus heridas. ¿Cómo pudieron hacerle esto?
— Esta muy mal, necesita muchos cuidados, pero, por haberla encontrado en una zona bastante peligrosa, no la llevamos a un hospital. No habrían llegado con vida allí. Así que, mi abuela los ha estado cuidando y dándole medicina natural para mantenerlos aún con vida.
>> Pero aun para la medicina natural, hay limitaciones. El chico tiene muchas fracturas y a la mujer, dudo que el pie pueda servirle cuando ya ha entrado en estado de descomposición. Para ambos casos, necesita un quirófano, transfusión de sangre y mucha ayuda médica y divina.
— Entonces, ¿ahora puede sobrevivir a un traslado a un hospital?
— Tendría que esperar una hora que siga igual, si empeora, moverla solo complicara más las cosas para ambos. — comenta la anciana.
— ¿Qué piensas hacer?
— ¿Cuánto demora una ambulancia en llegar aquí?
— Dos horas. Pero, ¿realmente deseas que la atiendan aquí? Esto es propiedad del hombre que es dueño del lugar donde la encontramos. Si la encuentran, terminarán lo que comenzaron. — dice el chico y yo suspiro frustrado.
— Déjame hacer unas llamadas y ya regreso. — digo y él asiente mientras la anciana, coloca plantas encima de la gran herida en su abdomen.
Desesperado, intento localizarme con Jin, quien después de dos intentos, me responde.
— ¡¿Dónde estás?! Hemos llegado ya y no sé hacia dónde dirigirme.
— ¿Estás en el aeropuerto?
— Sí, acabo de bajar del avión, ¿la has encontrado?
— Sí, pero esta muy mal. Necesito la ayuda de todos.
— ¿Qué sucede?
— No te muevas de donde estas y mueve las conexiones que tengan todos aquí. Necesitamos dos ambulancias que no digan a quien recogieron ni para donde loa llevaron.
>> También, necesitamos un avión médico, no pueden atenderla aquí por temor a que esa gente venga a matarlos. Así que, debemos movernos a un lugar que por más que los torturen, no delaten que han atendido a Ha-ri y Taehyung.
— Esta bien, envíame la ubicación, enviaremos las dos ambulancias que necesitas mientras preparamos todo para el traslado. — dice Jin.
— Esta bien, gracias. — murmuro.
— No lo hago por ti, lo hago por ellos. Nos vemos más tarde. — dice colgando.
De inmediato, le envió mi ubicación y regreso a la habitación donde siguen curando a ambos.
— Ya viene la ayuda. — murmuro mientras me arrodillo al lado de Ha-ri.
Quiero mostrarme fuerte, pero ver las heridas en su cuerpo, me quiebran demasiado. El recuerdo de la chica agonizando que saqué del auto, vuelve a mí cuando veo las cicatrices que ese accidente causó en su cuerpo.
Tú eres igual que su padre. Las lágrimas fluyen. Eres igual de maligno que el señor Mordashov. Ustedes, han sido el demonio para Ha-ri. Uno del que ella no pudo escapar y por eso, terminó así — me dice mi mente aumentando mi culpa.
Con manos temblorosas, tomo la de ella liendres veo como la tocan sin que ella reaccione. Aun en esas condiciones, sus manos son cálidas y suaves. Como ella era antes que yo apareciera en su vida.
El tiempo pasa y las ambulancias llegan, el peso en mi pecho, comienza a disminuir al ver que sus signos están estables y de inmediato, subo a la ambulancia que la lleva a ella.
Recuerda la recompensa. — me dice miente y yo bajo de la ambulancia sacando todo lo que tengo de valor en mi cuerpo.
— Señores, me voy del país, si desean ir conmigo, puedo darles una mejor vida.
— No, joven. Nosotros nos quedaremos aquí.
— Si se quedan, podrían… hagamos esto, este auto lo pueden usar como deseen o vender. Lo que tengo, no es mucho dinero, pero se los daré todo, con la promesa que alguien vendrá a traerles la recompensa que merecen
— Esto es suficiente. Vete, cada segundo es importante — dice la anciana y de inmediato, beso su frente.
— Gracias por todo, no los olvidaré — digo y me subí a la ambulancia, rumbo al aeropuerto.
Bajo mi mirada hacia Ha-ri e internamente suplico por su vida. Ya no deseo nada para mí, lo que deseo, es que viva. Vive Ha-ri y te juro que nunca pediré algo más, Dios.

Eres MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora