Capítulo 3

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Cuando finalmente llegue a mi casa, vi un regalo en la puerta . Lo levante cuidadosamente, examinándolo y note que había una nota. Abrí lentamente la tarjeta viendo una delicada letra escrita con un tipo de líquido rojo. Me sorprendí pero de cualquier manera la leí. Cada palabra que leía abría más grande mis ojos color café.

Mi dulce Alex:

Este regalo es para que mates a todos tus enemigos y "amigos". Lo necesitaras para defenderte. ¡Ah! y otra cosa... feliz cumpleaños.

El amor de tú vida.

-¿Matar? Más importante ¿El amor de mi vida?- Susurré para mí misma un poco asombrada.

Abrí la caja lentamente. Sinceramente no me quería imaginar lo que había en esa extraña caja o si alguna extraña persona lo había enviado y si en este preciso momento me estaría espiando. Saque todos esos locos pensamientos y de una vez por todas la abrí completamente. Allí había un cuchillo que tenía mi nombre tallado. Rápidamente lo escondí en mi mochila y entre en mi casa. Mi padrastro estaba sentado en el sillón viendo las noticias con mi madre.

-Hola-Mi padrastro ni siquiera desvió la mirada de la televisión.

Mi madre le dio un codazo en el estómago y lo miro enojada.

-¡Ah! Si... ¡Feliz cumpleaños!- Dijo con voz rasposa. La verdad es que no me sorprendió ya que casi ni me hablaba, nunca estaba en mi casa y si llegaba a aparecer solo se quedaba en el viejo sillón mirando sus aburridos programas de televisión.

-Gracias, pero me tengo que ir a mi habitación- Conteste algo nerviosa. Subí las escaleras hasta mi habitación. Deje la mochila en mi cama, saque el cuchillo y lo escondí debajo de la almohada. Largue un largo suspiro y desvié mis ojos al reloj. Casi eran las nueve, recorde que tenía que ir a la casa de Mica, así que rápidamente me cambie. Tome lo primero que encontré, unos desgastados jeans azules, con un top negro. Me até los cordones de mis borcegos y me dirigí hacía la casa de Mica. La luna brillaba y las estrellas adornaban el oscuro cielo. Una fría brisa soplo, haciéndome arrepentir de no haber tomado una chaqueta. Mientras caminaba por las tranquilas calles, sentí la sensación de que alguien me estaba observando. Temía lo peor, por lo tanto apure el paso hasta encontrarme en frente de la casa de Mica. Toque la puerta tres veces. Y con una sonrisa Mica abrió la puerta. Estaba maquillada y arreglada como para salir.

-¿Estoy interrumpiendo algo?

-No, como si yo tuviera otras cosas mas importantes que hacer en el cumpleaños de mi mejor amiga.

La casa estaba completamente a oscuras, así que no podía ver casi nada. Hasta que alguien encendió las luces.

Globos. Decoraciones. Comida. Personas.

Gente fritando: "Feliz cumpleaños"

Era una fiesta sorpresa.

Una voz me saco de mis pensamientos.

-¡Hey! Vamos a bailar- Me grito Micaela- después de todo es tu cumpleaños- Luego me tomo de la muñeca y empezamos a bailar. Mientras bailábamos observe la multitud, casi la mitad de la escuela había asistido, pero sabía que no habían venido por mi, si no por el hecho de que no podían resistirse a una fiesta. Las luces me pegaban en la cara, provocando un leve dolor de cabeza, el cual me hizo sentirme mareada. Por lo tentó decidí salir de ahí lo mas pronto posible. Me moví entre la multitud hasta que pude llegar a la cocina.

-¡Acá estas!- grito Micaela-¿Que paso? ¿Te perdiste?- Rió levemente.

-No, solo me sentí mal por un momento.

-Está bien, cuando te sientas mejor ven conmigo.

Luego de unos cuantos minutos, me sentí mucho mejor. Tal vez solo necesitaba reposar unos segundos. La música sonaba muy fuerte. Recordé lo que me había dicho Micaela, entonces me levante para ir con ella.

Trate de pasar por toda la gente que había allí, cuando de repente vi un chico entre la multitud. Fue como si todo se congelara. Me acerque muy lentamente hacia él, no sabía exactamente porque. Fue como que mi cuerpo se moviera por sí solo. Le toque el hombro y él volteo a verme. Ese fue el momento en que vi su mirada, su hermosa e inquietante mirada. La cual me enamoro el instante.

-Hola- Hizo una pequeña sonrisa, pero yo seguía hipnotizada-¡Oye! ¿Estás bien?

-Eh...Yo- No podía sacar las palabras de mi boca.

-Mi nombre es Keith y ¿el tuyo?

-Mi nombre es Alex- dije un poco tiritando.

-Alex ¡aquí estas!...-Me grito Micaela por el ruido de la música- Bueno. Romeo nos tenemos que ir- Dijo ella con una media sonrisa.

-Creo que ya te tienes que ir...- Me dijo con las manos en los bolsillos y encogiéndose de hombros. Luego de eso el chico se agacho y me beso la mejilla. Me quede en shock. Sentía que mis mejillas se ruborizaban al instante. Me lo quede mirando y me puse la mano en la mejilla. Cuando sentí que Micaela me tomaba de la muñeca, al mismo tiempo que me llevaba lejos de ahí.

-¿Qué paso ahí?- pregunto Micaela con una sonrisa.

-Él...él me dio un beso...

-Si, estaba ahí por si no lo recuerdas...

-Hola ¿Qué pasa?- Ethan venia caminando hacia nosotras, tenía una amplia sonrisa y su pelo estaba muy alborotado.

-Alex besó a un chico.

-¿Qué hiciste qué?- Se asombró Ethan, su expresión cambió completamente.

-¡Mica!

-¿Qué? Solo dije la verdad...

-Sí, pero con el simple detalle que no fue en la boca sino en la mejilla.

Luego de toda esa confusión Ethan me pido disculpas, por exagerar tanto por un solo beso y nos pusimos a bailar con Micaela.

Cuando al fin terminó la fiesta me fui a dormir.

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¡Actualice! Ámenme(?

Ok...llego un nuevo chico ¿Que pasara ahora? 7u7

P.d: Ya llegamos a los 300 vistos
Bay~♥

Me enamoré de un asesino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora