Me desperté con un ruido de una chica, pensé que era Mica. Salí de mi habitación y baje las escaleras rápidamente, lo cual hace que casi me caiga. Pero al llegar al lugar proveniente de los gritos me di cuenta de que era otra chica que estaba charlando con Keith. Tenía el pelo negro con rulos, llevaba unos anteojos azules grandes, con ojos oscuros, tenía una cara muy simpática. Vestía con un jean, una remera musculosa azul y unas zapatillas.
-Hola- dijo sonriendo- tú debes ser la prima de Keith ¿No?- se acercó a mí con una amplia sonrisa- Soy una amiga de la infancia, yo lo conozco desde bastante a Keith, pero nunca te mencionó-me tendió la mano- Yo soy Fiorella.
Aunque apenas la conocía ya me caía muy bien, me reí y le tendí la mano.
-Estábamos hablando de salir mañana al parque de diversiones, ya que mañana es sábado y no tengo nada que hacer ¿Te gustaría ir con nosotros? Claro si tú estás de acuerdo- Agregó señalando a Keith.
-Yo creó...- dijo Keith pero fue interrumpido por ella.
-¿Estás de acuerdo? Ok- me dio un abrazo- nos vemos luego- fue hacía la salida dando saltos y se fue.
-Sí que le gusta hablar -Mi estomago rugía, así que me dirigí hacía la cocina. Keith me siguió-¿Qué quieres?- se acercó a mí.
-No creas que vas a ir con nosotros.
-¿Por qué no?- lo mire- o quieres que le diga tu pequeño secreto.
-No te atreverías.
-Solo desafíame- me miró, pero después suspiró y se rindió.
-Está bien- se cruzó de brazos y luego se fue.
Agarré cereales y me fui a mi habitación, luego agarré mi celular, me senté en la cama y vi si podía hablar con Mica. Me sorprendí al ver que si podía.
-¿Hola, Mica?- lo envíe, a los cinco segundos ella me contestó.
-¡Ale! ¿Donde estás? ¿Éstas bien?
-Tranquila, creo que estoy en...-Desde mi celular me fije la ubicación. Abrí grande los ojos- Estados Unidos, en Washington- Termine de escribir, pero a los pocos segundos escuche un ruido en el balcón, fui hasta allí y vi a Keith sentado en el borde. Él me miró.
-Yo no enviaría eso si fuera tu.
-¿Por qué no?- me acerqué a él.
-Porqué si lo haces, nos tendríamos que ir a otro país, otra vez y no trates de engañarme porqué yo sé todo sobre ti - vi que sus ojos se volvieron amarillo, un amarillo muy parecido al sol.
Me quedé pensativa. Si nos íbamos más lejos sería peor, así que decidí no decir nada por el momento. Vi mi celular, Mica me había mandado catorce mensajes más o menos. Vi de nuevo el borde del balcón donde estaba Keith, pero el ya no estaba más allí. Suspire y me fui a mi cama. Nuevamente mire hacia mi celular y le mande un mensaje a Mica el cual decía que no se preocupara y que les avisara a mis padres que estaba bien. Me senté en la cama, mire mi bolso. Me paré y decidí desempacar todo por ahora. Fui hacía un armario blanco que había allí decorado con pequeñas flores rosas en la puerta, lo abrí y metí la poca ropa que tenía. Vi que había una foto de una chica, era rubia con ojos verdes, en la foto aparentaba unos 16 años de edad, la guarde en mi bolsillo. Cuando termine de desempacar mis cosas, agarré mis auriculares y me puse a escuchar la canción " ojos color sol" de calle 13, que, curiosamente, me recordó a Keith, trate de no pensar en eso. Empecé a cantar la canción. Luego de unos minutos más tarde, me empezó a gruñir el estomago. Observé el reloj que se encontraba en la pared, eran las seis y media. Me levante y baje las escaleras, ya en la cocina abrí la heladera, vi que tenía muchas cosas, se ve que Keith no comía muy a seguido. Abrí las alacenas, decidí hacer algo que me salía muy bien: cocinar. Decidí hacer panqueques, agarré los ingredientes y me puse a cocinar.
-¿Que es ese olor?- dijo Keith desde las escaleras. Vi que no llevaba la bufanda, también que en su mejilla izquierda tenía una cicatriz en forma de estrella.
-¿No sabes qué son?- me reí.
-Si sé que son, tonta- miro hacia abajo y bajo el tono de voz- mi madre los hacía cada fin de semana.
Tenía intriga de saber que le había pasado a su familia pero preferí no preguntar, agarré un plato y puse los panqueques ahí. Vi que Keith quería agarrar uno pero le aparte la mano.
-No puedes comer, están calientes y además dime una razón por la cual te tenga que dar uno.
-Porqué me amas- me sonrió, yo lo empuje.
-Idiota- termine de hacer todos y me llevé algunos a mi cuarto.
Cerré la puerta con llave, me senté en mi cama y puse los panqueques en la mesita de luz, luego busqué el control remoto y prendí la televisión. Se prendió justo en el canal once, obviamente que todo estaba en inglés, pero por lo que entendí es que una chica había sido brutalmente asesinada. Agarré un panqueque y me lo metí en la boca. A la derecha de la periodista que estaba hablando mostraban una foto con el cuerpo de la chica clavado en la pared y detrás de ella dibujado con sangre una estrella. Se me revolvió el estómago. Mire hacía la derecha, Keith apareció en frente mío, mirándome fijó. Se acerco a mi y mordió la otra mitad del panqueque la cual estaba en mi boca, me sonroje, gire la cabeza para la izquierda. Keith suspiró. Termine de tragar y lo mire enfadada pero todavía sonrojada.
-¡¿Qué te pasa?!- él se rió y salió de mi habitación- ¡ERES UN IDIOTA!
Me acosté en la cama y cerré mis ojos lentamente.
Me levante por un grito de una chica. En serio. Odiaba despertarme así. Mire mi celular eran las cuatro y media de la mañana. Me pare de la cama y fui a prender la luz, lentamente abrí la puerta. Me asomé y oí mucho más cerca la voz. Se oía a una chica suplicando por su vida, parecía venir de la puerta de al lado.
-Ya cállate, niña tonta- oí una risa psicótica, me pareció la de Keith.
Trate de abrir la puerta pero estaba cerrada, oí un ruido desagradable. Los gritos pararon, me sentía mal, pensé en irme a dormir otra vez, así que me dirigí hacía mi habitación y nuevamente cerré la puerta con llave y por las dudas el balcón.
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*Grito de fangirl* O POR DIOS, MI NOVELA LLEGO A MAS DE MIL VISTOS Y MAS DE CIEN VOTOS.
-MAMÁ SOY FAMOSA(?
Okno. Ahora si, encerio. Muchisimas gracias, no se, shoro. Las quiero un monton. Me hacen muy feliz <3 <---- Corazoncitos Gays para todos.
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Me enamoré de un asesino
Romance¿Te enamorarías de alguien, el cual te hizo sufrir demasiado? "Él me había ganado" Esas palabras había dicho ella, en aquel triste lugar.