-Todo comenzo cuando tenía 8 años...
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Un pequeño niño rubio corría por su casa. Una niña lo perseguía.
-¡No vas a atraparme!- Grito el pequeño.
-Si, lo hare Keith.
La niña aceleró el paso, hasta que finalmente pudo atraparlo. Risas salieron de su boca.
-Ahora es tu turno de atraparme a mí...-La niña echo a correr, pero de repente alguien se interpuso en su camino. La niña miro hacía arriba encontrándose con una mujer de amable sonrisa y cabellos dorados.
-Eleonor ¿Que te dije de correr por la casa?
-¡Keith tambien lo hacía!
-¿Eso es verdad, Keith?- La mujer contenía la misma sonrisa.
El niño desvió la mirada y rápidamente contesto con un "Sí". Una pequeña risa salió de los labios de la mujer.
-Bueno, pues creo que tendré que...-La mujer agarró a los dos niños y los empezó a besar- comerlos a besos.
Los dos niños comenzaron a reírse, hasta que finalmente la mujer los dejo después de un ataqué de tos.
-Mami ¿Estas bien?- El niño la miro con cara de preocupación.
-Si, hijo no te preocupes.
Luego de eso la mujer se fue a su cuarto.
-Keith, estoy preocupada por mamá.
-Yo también...pero lamentablemente no podemos hacer nada, los médicos decían que no había una cura para su enfermedad.
-Lo se pero..., solo, no quiero que le pase nada.
-Todo va a estar bien, Eleonor.
El niño rubio trato de abrazar a su hermana pero esta se aparto de él.
-No, nada va a estar bien...¡Nuestra madre se esta muriendo!
-Eleonor...
-No, no digas nada.
La niña con pequeñas lagrimas en los ojos se dirigió hacía su habitación, para luego cerrar la puerta fuertemente. El niño hizo exactamente lo mismo.
Las horas transcurrían, el padre de los niños había llegado. Pero al poco tiempo se había ido ya que llevaba a su madre al hospital. Lo niños se habían quedado solos.
Era de noche, una blanca luna se cernía en el oscuro cielo. El niño no lograba conciliar el sueño. Pensar en su madre, en esa enfermedad..., en esa horrible enfermedad.
Un ruido lo distrajo de sus pensamientos, su hermana pequeña había interrumpido en su habitación.
-Keith...,Keith ¿Estas despierto?
-¿Eleonor? ¿Que quieres?
-Keith, creo que encontré...-tenía un tono de felicidad en su voz- creo que encontré una cura para la enfermedad de mamá. Solo tenemos que hacer un pequeño juego.
"Era tan joven y tan ingenuo"
-¿Eso es verdad? No bromees sobre eso...
-Es verdad Keith. Leí que si juegas un pequeño juego, un hombre con una cola vendrá y te consedera un deseo.
-¿Como se juega?- Dijo el niño sin titubear.
La hermana del niño desapareció por unos minutos, para luego volver con tizas, velas y un papel. Luego de colocar todas las cosas, la niña hizo una mueca.
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Me enamoré de un asesino
Romance¿Te enamorarías de alguien, el cual te hizo sufrir demasiado? "Él me había ganado" Esas palabras había dicho ella, en aquel triste lugar.