¿Little Space?

2.5K 188 47
                                    

Kim Namjoon sentía que cada vez era más difícil ser líder conforme pasaban los años. Podía verse reflejado en los jóvenes líderes como Soobin y Jungwon pero ya no era más así.

Sentía que las dificultades eran cada vez más grandes mientras ellos iban creciendo como banda y ahora el peso era increíble.

Una vez se atrevió a preguntar a Soobin al respecto.

— ¿No crees que es muy difícil a veces? – había dicho con pesar.

— Claro, sunbae... Sin embargo, Kai me ayuda mucho – contestó Soobin sonrojándose de haber admitido eso en voz alta.

— ¿A qué te refieres? – continuó Nam con curiosidad y sonriendo para que viera que no lo decía para regañarlo.

— Bueno... Es que... Kai es Little, quiero decir... Es capaz de regresar su edad mental a la de un niño, no sé... Cuidarlo me da mucha paz – explicó Soobin sonrojándose.

Aquello dejó pensando a Nam, nunca había escuchado algo así y en cuanto llegó a casa comenzó una amplia investigación sobre a lo que Soobin se refería.

Suspiró profundamente, su investigación lo había llegado a una conclusión que le dolía admitir... Porque a diferencia de su menor él no quería cuidar a alguien, desde hacía diez años que se había dedicado a cuidar a sus miembros y odiaba admitir que ya no quería eso...

Quería que alguien lo cuidara...

Aquel pensamiento se convirtió en una cuestión... ¿Sería bueno... Intentar ser Little? Pero también le preocupaba demasiado que los chicos no aprobaran su comportamiento, porque aquello era muy infantil de su parte.

A veces odiaba el hecho de haber tenido que madurar tan rápidamente, perder la inocencia es fácil pero crecer es difícil de enfrentar y así como él lo había vivido era peor.

Tal vez odiaría aquella parte de sí mismo tal y como odiaba más partes de él....pero no se arrepintió de haberse parado para salir en busca de algo tan básico para empezar como un chupete.

Había llegado a una tienda especial para Little Space, estaba tan avergonzado que prácticamente se había cubierto por completo para entrar.

Tomó discretamente el chupete de ositos azules que le había gustado, también un biberón de koalas que encontró y automáticamente había pensado en Koya. Llegó a una sección en la que dudó sobre qué hacer.

¿Sería necesario usar pañal? ¿Se sentía cómodo  en pensar utilizarlos? Le daba pena porque no sabía a qué edad regresaba aún, pero le daría más pena si tuviese un accidente...

Se sonrojó mientras se decidía por unos de elefantitos.

Se detuvo antes de pagar al ver un lindo mameluco de tiburón que llamó su atención y decidió también agregarlo, había pagado en efectivo para que nadie viese su nombre en la tienda y salió de ahí lo más rápido que pudo.

Al llegar a casa entró en su cuarto de inmediato sin hacer mucho caso de los demás miembros, no quería que le preguntaran sobre lo que había comprado. Estaba aún muy avergonzado.

Una vez un poco más tranquilo decidió que intentaría sentirse cómodo con aquello... Tenía que lavar bien el chupete y el biberón antes de usarlos, así que tal vez debería esperar a que estuvieran todos en su cuarto.

Cuando se escuchó solo el ruido de sus pensamientos salió para la cocina a lavar y desinfectar su nueva adquisición. Aprovechó también para calentarse un poco de leche y ponerla en el biberón.

Regresó a su cuarto con sus cosas, decidió cambiarse. Fue un reto comprender como ponerse aquel pañal que terminó siendo muy cómodo, tenía calor, así que solo se puso una playera.

Decidió primero tomar un poco de aquella leche calientita, se sintió suavecito por dentro y más tranquilo casi de inmediato. Siguió tomando un poco, relajándose y después decidió utilizar el chupete.

Era extraño como solo un pequeño objeto de plástico podía transmitir tanta calma, succionaba despacio, tranquilo. Bostezó un poco casi tirando el chupete, su mente estaba un poco nublada... Solo quería mimos y no veía a nadie cerca de él...

Intentó pararse pero sus piernas no cedieron así que comenzó a gatear aún con chupete en boca. Logró poder abrir la puerta del cuarto y continuó gateando en su búsqueda.

Llegó a las escaleras, las veía enormes... Pero era muy probable que abajo hubiera alguien... Aunque aún no lograba encontrar como podría bajar, así que mejor siguió derecho por los pasillos.

Jimin fue quien encontró al pequeño Namjoon gateando, le había sorprendido mucho y de repente no supo qué hacer.

— ¿Nam? – preguntó aún extrañado.

Al escuchar su nombre el pequeño lo volteó a ver sonriendo, se sentó y comenzó a abrir y cerrar sus manitas en busca de que lo cargara.

— ¡Mimi!

Namie ! ~ FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora