Photoshoot

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La semana había pasado tranquila, Jimin se había esforzado con su meta pero procuró nunca desmayarse para no preocupar a Nam.

Al final con horas de ejercicio, litros de agua, menos de un cuarto de manzana al día... Jimin había bajado un kilo por día, un total de 7 en la semana. Eso significaba que si anteriormente se encontraba en 58 kilos ahora pesaba 51.

El peso se le notaba en la perdida de sus cachetitos, en las clavículas y solo Nam había visto sus costillas y como se marcaba su columna vertebral.

Le había causado curiosidad, pero como Jimin se veía más cómodo así... No dudó en preguntar.

— ¿Puedo...? – preguntó acercando su mano a sus costillas.

— Claro... – aceptó algo avergonzado.

Y Namjoon había pasado sus dedos con mucha delicadeza por cada hueso y el surco que había entre ellos sintiéndose un poco culpable por haber permitido que estuviera así.

Luego lo había abrazado para pasar su mano por cada vértebra torácica.

— Nam... ¿Te daría... Asco... Hacerlo conmigo estando así...? – preguntó con curiosidad.

— Te he dicho que no me da asco nada que tenga que ver contigo – repitió Namjoon — ¿Quieres hacerlo...? – agregó.

— Si... – dijo Jimin muy apenado — Espero no estar... Pidiendo demasiado – dijo al final.

— ¿Por qué sería pedir demasiado... Cuando amo consentirte? – contestó Namjoon besándolo.

Parecía que Jimin lo disfrutaba más así y Namjoon no pudo más que también disfrutar más que antes... Pero claro que se había cansado rápidamente y Nam solo lo hizo acostarse y él terminó terminó haciendo todo el trabajo.

Se dedicó a qué no solo sintiera placer sino amor, le dio besos por todo el cuerpo sin dejar marca, solo suaves besitos que le hiciera entender que era amado y claro porque nadie quería chupetones antes de una photoshoot.

Sabía que era mala idea para la presión de Jimin tomar una larga ducha en la tina como normalmente lo hacían así que tuvo que ser un tierno pero rápido baño en la regadera.

Y después durmieron muy abrazados, Namjoon haciéndose a la idea de que debía hacer lo mejor al día siguiente para no querer matar a Junseo...

Lo primero que hicieron en cuanto llegaron fue probarles el vestuario a Namjoon y a Jungkook,  pero su sorpresa fue mucha cuando se dieron cuenta que aquella playera era más pegada de lo que pensaron.

— Es para que puedan mostrar bien sus músculos – explicó Junseo.

A los demás los midieron para saber sus tallas.

Hoseok terminó usando un pantalón mediano debido a sus músculos y una playera y saco chico.

Jin terminó usando uno mediano en aquellas tallas exageradas de Junseo.

V pudo haber en talla chica.

Suga no tuvo problema para entrar en la extra chica llamando la atención de Junseo, sonrió satisfecho.

El propio Junseo fue quien midió a Jimin, comenzó con su cintura y se sorprendió.

— Casi desapareces, Jimin... – comentó satisfecho.

Fue entonces que hizo el afán de tocar las costillas de Jimin... Namjoon lo detuvo de inmediato.

— No puedo permitir que toques a ninguno de los chicos – le dejó claro.

— De acuerdo, discúlpame. Me dejé llevar – admitió aquel chico.

Y continuó midiendo a Jimin con profesionalismo, pidió que le dieran una extra chica también con tono orgulloso.

— Dime Namjoon... ¿Eres una persona celosa? – de mofó Junseo una vez que Jimin se había ido a cambiar.

— No son celos. Es enojo. Me importa poco que hayan salido, me molesta mucho el daño que le hiciste – explicó Nam.

— Daño... Solo lo ayudé a ser perfecto – contestó dándose la vuelta.

La photoshoot fue como normalmente era, pose, foto, pose, foto... Individuales y luego grupales. Nada fuera de otro mundo. Junseo no se entrometió de nuevo hasta el final.

Comenzaron a ir a cambiarse nuevamente cuando volvió a intervenir a Jimin.

— Tú puedes quedarte el traje si quieres... – le dijo acercando su mano para acariciar su mejilla.

Namjoon no pudo más. Tomó a Junseo del cuello poniéndolo contra la pared.

— Creo que te dije que no podías tocar a ningún miembro del grupo, pero no te quedó claro – le dijo.

— Pensé.... Que... Habías dicho...que no eras celoso... – jadeó Junseo.

— No vuelvas a contactarnos – dijo finalmente soltándolo.

Una vez en la camioneta Jimin volvió a hablar.

— Tengo... Mucha hambre – dijo viendo a Namjoon.

— ¿Quieres sopa? – Jimin negó — ¿Gachas...? – continuó pero volvió a negar — ¿Quieres un biberón bien calientito? – Mimi asintió.

Y comenzó a llorar.

Nam lo abrazó diciéndole una y otra vez que estaba bien, que ya estaba a salvo y que lo había hecho muy bien.

Llegaron a casa y le dio un poquito del biberón y Mimi no protestó porque se había llenado rápidamente.

— También quiero a papi... – dijo haciendo un puchero.

Y Nam fue con él en brazos hasta el cuarto de Jin, llamándolo.

— Señor Kim... Su niño también requiere su presencia – gritó mientras tocaba y Mimi reía.

Jin salió suspirando y tomó a Mimi.

— Vamos a dormir pues... – aceptó llendo a su cuarto.

Así fue como el bebé terminó en medio de las dos personas que más amaba.

Pero no fue una noche bonita, pues cerca de una hora después la lechita que había tomado decidió salir de su pancita hasta la cama.

Lloró mucho porque la pancita le dolía y la garganta le ardía por haber vomitado.

Iba a ser difícil volver a hacerlo comer como siempre... Aunque esta vez había sido peor, había sido más traumático y necesitaría bastante tiempo para sanar.

Namie ! ~ FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora