Kai había sido un pequeño muy lindo con Namie, siempre teniendo cuidado de no tirarlo y llevándolo de la mano a todos lados.
Habían corrido, gritado, coloreado, vieron caricaturas, Kai le presentó a su conejito Tobin y le contó como una vez había perdido su zanahoria. El bebé solo lo veía sorprendido con sus historias no entendiendo la mayoría de las cosas que decía pero interesado.
Jimin fue cerca de las seis de la tarde por Namie, había hecho lo mejor que pudo para apurarse con el trabajo y no dejarlo solito tanto tiempo.
Los demás chicos ya se habían adelantado, así que el pequeño pudo acomodarse y dormir en el carro a gusto en lo que llegaban, traía su chupete y se veía muy tranquilito.
Una vez que llegaron Jimin lo despertó y entraron a la casa.
— Ven, bebé. Vamos a cambiarte el pañalito – dijo Jimin cargándolo.
Sin embargo, en cuanto lo acostó para eso Nam comenzó a moverse mucho sin dejar que Jimin lo dejara cambiarlo.
— Namie, amor... ¿qué pasa? – preguntó con preocupación.
Pronto Nam comenzó a llorar y se levantó. Sentía una presión tan fuerte en su pecho que salió inmediatamente de su Little Space.
— Nam... ¿Qué pasa? – volvió a preguntar al ver que parecía que ni siquiera podía respirar.
Intentó calmarse un poco, poder respirar, inhaló y exhaló varias veces.
— Tú.... Tú si...siempre... Me cambias.... – comenzó a decir pero Jimin no comprendió a dónde iban sus palabras — Siempre me cambias... – volvió a repetir.
— ¿Qué pasa Nam? No comprendo...
— Es imposible que no hubieras visto mis cicatrices – soltó finalmente.
Jimin suspiró.
— Es verdad... Ya había visto tus cicatrices pero no quise decir nada porque tú no me habías dicho y los chicos y yo creímos que era mejor – explicó Jimin.
— ¿Tú y los chicos...? Así que... ¿Ahora ustedes saben qué es lo mejor para mí? Cómo si yo no pudiera escoger qué hacer ¿cierto? – Nam no sabía qué sentir al respecto.
— No, Nam... No es así... Solo quería que estuvieras cómodo diciéndome las cosas y no te sintieras presionado con todo – Jimin intentaba no llorar ante la situación.
— Así que... ¿No tiene nada que ver con que sea Little? ¿Piensan que hay cosas que no puedo soportar? También soy una persona normal, ¿sabes?
— ¡Oy! ¿Crees que no lo sé? Yo también soy Little – le recordó Jimin.
— Lo sé, pero nadie te trata como a mí... Tú eres lindo, tierno... Yo soy el líder que no puede con su vida y menos ayudarlos a ustedes... – Nam volvió a comenzar a llorar.
— Eso no es cierto, Nam...
— ¡Claro que lo es! Y al esconderme esto solo fuiste un idiota que solo logró hacerme sentir mal – declaró aquel chico sin pensar en sus palabras.
Aquello fue lo suficiente para que el corazón de Jimin se rompiera, que sintiera un vacío.
— El idiota eres tú, Namjoon – contestó antes de salir del cuarto azotando la puerta.
Nam suspiró, realmente había sido un idiota... Había dicho cosas que no quería por culpa de sus emociones.
Se cambió antes de recostarse en su cama, se quedó dormido llorando. Sin embargo, despertó a mitad de la noche, la cama se sentía muy grande sin Jimin a su lado...
Se levantó y se asomó a la habitación de Jimin. Estaba acurrucado en su cama en una esquina dejando el lugar que siempre dejaba a Nam.
Entró sin pensarlo y se subió a la cama abrazando a Jimin.
El menor se removió un poco despertándose.
— ¿Nam...? – preguntó aún medio dormido.
— Shhh... Duerme... Aquí seguiré.
Con aquello Jimin se dio la vuelta y abrazó a Namjoon para seguir durmiendo.
ESTÁS LEYENDO
Namie ! ~ Finalizada
FanfictionKim Namjoon es el líder de BTS, lo cual conlleva demasiada presión. Es por esto que decide utilizar el Little Space para sentirse mejor. Esta vez es momento de que los chicos cuiden de su líder como él los ha cuidado.