Deslizando a Nam

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Al día siguiente Nam despertó algo triste... Realmente había echado muchas cosas a perder... Se había lastimado después de mucho tiempo y seguramente había hecho sentir mal a Jimin.

Se estiró y se dio cuenta que estaba solo... ¿Jimin se había despertado primero?

Decidió bajar, tenía hambre...

En la cocina estaba Jimin, vertía algo de leche en un biberón.

Bostezó haciendo que notara su presencia.

— ¡Oh, Nam! Iba a llevarte tu biberón, me ganaste. – dijo sonriendo.

— Ah... Pero... ¿Está bien ser pequeño? – preguntó dudando.

— Hablé con Bang PD, dijo que nos tomaramos un descanso de una semana – dijo Jin desde la sala.

— Así que podrás ser pequeño toda la semana como querías – añadió Jimin.

— Pero... ¿Y tú...? – dijo ahora un poco preocupado.

— Yo ahorita estoy bien, no siento la necesidad de ser peque. No te preocupes, si lo necesito te acompañaré – prometió.

Nam asintió.

— Necesitaré... Ayuda para regresar – admitió apenado.

Parecía ser que le costaba trabajo con tantos malos pensamientos y tristeza.

Jimin tomó el biberón lleno y tomó la mano de Nam para llevarlo hasta uno de los sillones.

— Acuéstate en mis piernas como siempre – dijo Jimin sonriendo.

Namjoon se sonrojó. Le daba vergüenza hacer eso sin sentirse pequeño... Pero aún así lo hizo.

Una vez recostado le ayudó a tomar de su biberón.

Vió directamente a Jimin y comenzó a preguntarse cómo se sentiría hoy... ¿Habría encontrado una forma de nombrarse? ¿Seguiría sintiendo la misma desesperación...?

Jimin alejó el biberón de su boca.

— Puedo escuchar tus pensamientos hasta acá... Deja de pensar, Nam... Intenta descansar – le reprochó.

— No puedo... – se quejó el líder.

— Sí si puedes – dijo Jimin dándole un beso en la frente — ¿Quieres ver caricaturas?

Nam se encogió de hombros, no sabía que quería...

— Intentemos eso, amor.

Puso el capítulo favorito de Nam de Tayo y le dió su chupete para que se entretuviera mientras veía la tele.

Le hizo pequeñas caricias en su cabecita, le dio besitos, lo animaba a cantar las cancioncitas.

Pero aún así no lograba sentirse pequeño...

Hizo un puchero, se quitó el chupete.

— No funciona, Mimi...

— Calma, Namie. No desesperes, ¿qué tal si traigo a Mr. Crabs para ti? – preguntó.

Nam asintió.

No tardó nada en llegar con Mr. Crabs, Chimmy y Koya.

Nam los abrazó de inmediato con ansiedad. Realmente quería ser pequeño.

Sin embargo, cuando cerró la mano tan fuerte se lastimó. Le salieron lagrimitas.

— Ay amor, dejame ver eso – dijo Jimin checando su manita.

No se había abierto ni sangrado, así que solo había sido el dolor. Le dió un beso suavecito en la mano.

— ¿Puedes esperarme un momento, amor? – le pidió Jimin.

Nam solo asintió.

Poco después llegó un pequeño Kookie que lo abrazó de inmediato.

— ¡Namie! – dijo para luego darle un besito en la mejilla.

Nam, sonrió. Si, ahora se sentía un poquito más pequeño.

Sintió que alguien lo levantaba y ponía en su regazo. Rió por la sorpresa y volteó a ver quien era.

— ¡Papi! – dijo emocionado al ver a Yoongi.

— ¿Cómo estás, bebé? – le preguntó, pero Namie ya se había metido por completo en su espacio de cabeza.

Balbuceó su respuesta y le enseñó su manita quejandose.

— Verás que pronto te dejará de doler, bebé. Un besito para que te sientas mejor – le dijo besando su mano.

— ¡Yo también quiero un besitoooo! – se quejó Jungkook.

— Está bien, un besito también para ti, cariño – accedió dandole un beso en la mejilla.

Ah, si le hubieran dicho que terminaría cuidando a dos bebés nunca lo hubuiera creído.

Jimin sonrió al ver aquella escena. Yoongi era el indicado para hacer sentir pequeño a Nam. A veces... Eso lo ponía celoso.

Namie ! ~ FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora