BakuTodo.
Katsuki Bakugo / Shoto Todoroki.
•Cuando Bakugo por fin puede revisar su teléfono, se encuentra en la agencia luego de regresar de una misión en el centro de la ciudad. Está sentado en uno de los tantos sillones del lugar, tiene sólo un mensaje y es de Shoto. El bastón de caramelo estaba en casa. Cuando su embarazo fue anunciado, Endeavor le prohibió trabajar incluso en las oficinas de la agencia. Ahora tenía nueve meses, en unas semanas daría a luz. Bakugo estaba más que emocionado por eso, aunque su rostro no lo demostrara. Quería estar presente para el nacimiento de su primer hijo, así que esa semana sería la última que trabajaría antes de tomarse unas pequeñas vacaciones.
Leyendo el mensaje que Shoto le envió, pensando que sería una tontería, Bakugo se pone pálido. "Estoy en el hospital". Era corto y sencillo, por supuesto que asusta a Katsuki, con su cabeza imaginando unos mil escenarios diferentes de por qué Todoroki estaba en el hospital.
Levantándose de un salto, se apresura a quitarse el traje antes de salir corriendo de la agencia. Muchos se le quedan viendo, preocupados y confundidos, nunca habían visto a Bakugo con aquella expresión en su rostro.
...
La recepcionista del hospital, cuando el héroe número uno llega luciendo realmente alterado, piensa que pedirá un aumento.
Bakugo entra con la respiración agitada, corrió hasta allí, está sudando y hay una alta probabilidad de que algo estalle. Inmediatamente se acerca a la chica en la entrada, quien sonrie de la manera más amable que una persona con un doble turno, cansada de atender personas, puede hacer.
Luego de calmarse lo suficiente, irritado, Bakugo consigue el número de habitación de Shoto. Se apresura por el pasillo, abriendo de golpe la puerta que tiene el número que la recepcionista le dió.
—¿¡Estás bien!? —grita preocupado, pero de inmediato se calma cuando ve a Shoto sentado en la camilla de la habitación. No parece herido de ninguna manera, en lugar de eso, luce radiante.
—Bakugo. —dice como si estuviera ligeramente sorprendido de verlo allí. —Buen trabajo. —luego sonríe, es lindo, eso calma a Katsuki. Shoto había visto en las noticias el reporte de la misión donde Bakugo había estado a cargo.
—Eso no tiene importancia ahora. —Bakugo suspira, su cuerpo se relaja. —¿Cómo estás? —pregunta, cerrando la puerta detrás de él cuando entra en la habitación.
—Esto fue un dolor increíble. —Todoroki responde, lo que confunde a Bakugo. —Pero todo salió bien.
Y Bakugo va a preguntar a qué se refiere, pero entonces Shoto alza el pequeño bulto de tela que tiene en su regazo. Es cuando Bakugo se da cuenta de que no es sólo tela. Y entonces... ¿cómo no se dió cuenta?
Se acerca lentamente, su corazón late de manera rápida, no puede creerlo.
—Conoce a nuestro hijo. —Shoto descubre un poco del rostro del bebé en sus brazos.
Bakugo cubre su boca, está notablemente sorprendido. Ve por primera vez la carita de su bebé, pálida y pequeña, es hermoso. Se sienta en la orilla de la cama, Shoto se lo entrega con tanto cuidado. Bakugo teme lastimarlo, nunca a sido bueno con cosas delicadas, sus manos son grandes y están llenas de cicatrices. Sin embargo, su pequeño hijo parece encajar perfecto en ellas, tan adorable. Se remueve, acostumbrándose al cambio de estar en los brazos de Shoto a las manos de Katsuki. Ambos adultos esperan que llore, pero el pequeño bebé no lo hace, en lugar de eso sonríe suavemente. Reconoce las manos que lo sostienen.
Bakugo aprieta sus labios, su corazón se derrite, se siente tan cálido y agradable lo que siente que quiere llorar. —Demonios... es...
—Si, lo es. —Shoto se acerca, apoyando la quijada en el hombro de su esposo. Observa a su hijo tan pequeño durmiendo en las manos de Katsuki. Es precioso.
—Gracias. —Bakugo gira su cabeza para ver a Shoto, quien le regresa la mirada. —Por tu arduo trabajo. —pensando en el esfuerzo que Shoto tuvo que hacer al momento del parto.
Shoto sonríe, acercándose para darle un beso a Bakugo.
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