Sterek
Derek Hale / Stiles Stilinski
•La primera vez que Stiles y Derek tuvieron que castigar a Nolan, tenía quince años. Había tomado el Jeep sin permiso para ir a una fiesta, estrellándose cuando regresaba. Imaginó que tendría tiempo de hacer todo eso mientras sus padres pasaban una noche fuera, pero no contó con que un hombre ebrio se cruzara en el carril, causando un accidente que no podía ocultar.
—¡Ni si quiera tienes licencia para conducir! —Stiles, furioso por haber tenido que interrumpir su cita con Derek porque su hijo había sido atrapado conduciendo sin licencia siendo menor de edad, le grita mientras entran en la casa. De todos sus hijos, realmente le sorprendía que fuera Nolan el responsable de algo así.
—¡El abuelo me contó que tú tampoco! —Nolan también grita, entrando a la casa, sin entender por qué su padre estaba tan molesto con él. No había sido gran cosa.
—¡No metas mis problemas con la ley en esto! —Stiles le señala con una mirada de reproche. —¡Pudiste salir lastimado! —eso era lo que le tenía tan nervioso, fuera Nolan hombre lobo o no. —¡La idea es que no seas como yo!
—¡Pues te salió mal! —Nolan finaliza la discusión subiendo a su habitación, azotando la puerta.
—Ugh, los adolescentes son de lo peor. —suspirando, Stiles cree que el dolor de cabeza que siente, podría empeorar. Habían tenido que pagar algunas multas y además enviar el Jeep a reparar.
—Ya sabes cómo me sentía con ustedes. —Derek, rodeando los hombros de Stiles con un brazo, lo acerca para besar su frente.
—Silencio, quiero a mi bebé de vuelta. —Stiles refunfuña dándole una mirada cansada al azabache a su lado. —Cuando era obediente y no discutía conmigo.
—Sólo está creciendo. —Hale dice con una sonrisa suave. —Es normal hacer estas cosas y cometer errores.
—Igualmente lo vamos a castigar.
[...]
—¿¡Es en serio!? —fuera de la casa, Nolan está de pie al lado del Camaro de su padre, quien está al volante esperando por Stiles.
—Se agradecido con tu padre, o tendrías que pagar el pasaje con tu propio dinero. —saliendo de casa, Stiles sube al auto, colocándose el cinturón de seguridad. Debían ir por sus otros dos hijos a casa de Peter antes de llevarlos a la escuela.
—¡Mamá! —Nolan se queja, dando un pisotón al piso. —No tomaré el autobús. —dice.
Como castigo, sus padres le habían prohibido subir a alguno de los dos autos de la familia, incluso como simple pasajero. Por eso, en ese momento, debía esperar el autobús para la escuela en lugar de que le lleven.
—Puedes ir caminando o corriendo, tienes la resistencia de un hombre lobo para hacerlo. —Stiles, con una sonrisa, le dice a su hijo. —Pero más te vale que asistas a la escuela, o tu castigo empeorará.