Me gusta coleccionar cosas. Las guardo pensando que estando resguardadas estarán a salvo de cualquier mal. De entre todas las cosas que colecciono, se podría decir que las cartas de amor que he escrito son mi posesión más preciada.
No son cartas de...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Es de noche. La última noche de vacaciones, para ser precisos. Mañana inician las clases, pero por hoy, Hwanie-chan, Jihoon y yo sólo nos preocupamos en ver la película que pasan por la tele. A decir verdad, los únicos que prestamos atención a la película somos Jihoon y yo. Hwanie-chan está entretenido jugando con los legos que Hyunsuk se ha dejado.
Junghwan ha terminado de armar lo que me supongo es una torre lista para ser demolida por un monstro gigante, cuando la película es interrumpida por los comerciales, y nos mira seriamente.
-¿Qué? -pregunta Jihoon, que ha captado su mirada.
-¿Qué haces aquí? -espeta él.
-Wow -musita Jihoon, fingiéndose dolido-. No sabía que, al terminar con tu hyung, mis visitas a esta casa estaban vetadas.
-No me refiero a eso, bobo -espeta Junghwan una vez más-. Fin de semana por la noche -explica él-. Soltero y sin compromisos -y no puedo evitar reír por lo bajo-. ¿Por qué desperdiciar tu último fin de semana de vacaciones con nosotros? ¿No deberías estar ligándote a algún chico guapo?
-¡Junghwan! -le reprocho. La verdad es que me ha ofendido que no me considere como un chico guapo digno de que Jihoon se lo quisiese ligar.
Jihoon se ríe con ganas.
-Necesito mi tiempo de duelo -es su respuesta.
-¿Duelo? -repite Junghwan.
-Así se dice cuando se muere alguien -le explica Jihoon-. El tiempo que pasas honrando su memoria, es el tiempo de duelo.
-No se ha muerto nadie, no le hables de esos temas a mi hermano -lo reprendo.
-Duelo... -repite Junghwan una vez más-. ¿Estás de duelo por Sukie? ¿Necesitas tiempo para superar que te ha dejado?
Ouch. La verdad es que este crío no tiene nada de tacto.
Jihoon se limita a asentir, y Junghwan lo imita. Jihoon finje que las lágrimas le recorren las mejillas, y yo tengo que contener el impulso de golpearlo con uno de los cojines del sillón. Pero entonces, Hwanie-chan se gira para mirarme a mí.
-¿Y tú? -espeta una vez más-. Tú no estás de duelo por nadie. Nunca has tenido novio, Kyu. ¿Tú que haces aquí, un fin de semana por la noche, cuidando a tu maknae?
-Me gusta cuidarte -es mi respuesta. Eso y que me gusta pasar tiempo con Jihoon, pero claro está que no se lo voy a decir, a ninguno de los dos.
-Eres un aburrido -y aquí vamos de nuevo con su falta de tacto.
Jihoon suelta una carcajada.
-Junghwan tiene razón -dice, y yo le dirijo una mirada glaciar. Definitivamente se está ganando el golpe con el cojín-. Soltero y sin compromisos, necesitas salir a ligar con algún chico guapo.
-No gracias -digo a toda velocidad.
-La abuela tiene razón, Kyu -interrumpe Junghwan una vez más, al tiempo que destruye la torre de legos, y se apura a guardarlos en su caja-. Necesitas salir a conocer el mundo real. Que te rompan el corazón.
Jihoon vuelve a retorcerse de la risa. Yo me apuro golpearlo ahora sí con el cojín, con lo que le saco el aire y tiene que abrazarse a sí mismo para no atragantarse, con lo que aprovecho para contra atacar.
-¿Y tú? -espeto-. ¿No tienes a ningún chico o chica que te guste?
Junghwan bufa, al tiempo que se pone de pie, abrazando la caja de legos.
-No necesitas saberlo -responde. Y enseguida añade-. Iré a dormir. Buenas noches, Jihoon.
-Buenas noches, Junghwan -responde él, con lágrimas en los ojos.
Lo vemos marcharse, escuchamos como sube las escaleras, y finalmente, oímos como se encierra en su habitación.
Ahora que finalmente ha recuperado el aire, y también ha dejado de reír como foca, Jihoon me pregunta.
-¿No es muy joven para que le guste alguien?
-Tiene nueve-respondo, como si eso zanjase el asunto-. A mí también me gustaba un chico cuando tenía nueve.
-¿Quién? -pregunta Jihoon, a toda velocidad, dejando el cojín a un lado.
Titubeo un poco.
-Pues... Watanabe Haruto.
Jihoon finge que va a vomitar.
-¿Es en serio, Junkyu? ¡Ese tipo es tan cliché! Pensé que te gustaría alguien con más cabeza y personalidad -y continúa con aquel tono sarcástico-. Watana-babe sólo tiene el encanto de ser el más popular de la escuela.
No puedo hacer más que encogerme de hombros.
-Bueno, antes no era el chico popular -digo para defenderme-. Es decir, sí era popular, pero no del tipo kpop idol 4th gen it boy que estás intentando apuntar aquí...
-Vaya... -se burla, al tiempo que alza una ceja. Definitivamente no ha entendido ni una palabra de lo que he dicho y lo más probable es que ahora piensa que estoy loco.
-Bueno, ¿y tú? -me apuro a cambiar de tema-. ¿Quién fue tu primer amor?
-Fuiste tú.
Lo dice de una manera tan casual, que me cuesta asimilar lo que ha dicho. Lo miro perplejo, parpadeo un par de veces, y al final, solo puedo decir:
-¿Eh?
-Fue cuando recién me mudé aquí. Te dejé subir a mi bici, ¿recuerdas? -asiento en silencio-. Amaba esa bicicleta, y tú te estampaste con ella en los botes de basura de mi casa. No sé cómo demonios, pero le ponchaste una llanta.
-Lo lamento... -es lo único que puedo susurrar.
-Obviamente, con mi mentalidad de niño de doce años, me molesté mucho. Y así fue como terminó mi enamoramiento por ti.
Quiero reír, pero no puedo. ¿Fue por eso que se terminó mi oportunidad? ¿Por tener once años y nunca haberme preocupado por aprender a montar una bicicleta? ¿Eso fue lo que ocasionó que Jihoon escogiese a Hyunsukie hyung en vez de a mí?
Se me encoje el corazón una vez más. Es increíble que un acontecimiento tan pequeño pueda cambiar tanto el curso de las cosas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.