26

36 5 0
                                    

-¡Junkyu! -estoy por ponerme rojo (pensando que es Haruto) cuando me doy cuenta de que es una voz femenina, y entonces, soltándome un poco de tan repentino abrazo, la cara de Lisa noona me sonríe, a un palmo de distancia de la mía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¡Junkyu! -estoy por ponerme rojo (pensando que es Haruto) cuando me doy cuenta de que es una voz femenina, y entonces, soltándome un poco de tan repentino abrazo, la cara de Lisa noona me sonríe, a un palmo de distancia de la mía.

-Noona... -digo tímidamente-. Feliz año nuevo.

-¡Feliz año Junkyu! -sonríe ella, y entonces, se gira para hablarle a alguien más. Una vez más, se me acelera el corazón pensando que es Haruto, pero...-. ¡Airi! ¡Mira, es Junkyu!

-¡Junkyu oppa!

Airi, la hermana menor de Haruto, se apura a abrazarme también.

-Feliz año, Airi -la saludo tímidamente, y me apuro a preguntar-. ¿Qué hacen afuera?

-Fui a comprar más soju, y Airi aprovechó para pedirme un Yakult -responde Lisa, al tiempo que alza las bolsas del GS25 de donde vienen-. ¿Qué haces tú aquí afuera?

-Pues... estaba de paso... -miento.

Pero, aunque es la mentira menos creíble de todo el universo, a Lisa y Airi parece no preocuparles su veracidad en lo más mínimo.

-¡Ven adentro, con nosotros!

-No quiero ser una molestia.

-¡Para nada! -insiste Lisa, y tomándome de la mano, me hace caminar hacia su casa-. Aún no tienes edad de beber así que no te ofreceré soju, pero también tenemos té de matcha calientito, bastante comida, el kotatsu está encendido y, además, Haruto se pondrá muy feliz de verte.

No puedo oponer resistencia. De nada hubiese servido. Lisa y Airi me sujetan cada una del brazo, y prácticamente me llevan arrastrando hasta la puerta de su casa. Allí, mientras me quito los zapatos, Lisa corre a la cocina a guardar las botellas de sake en la nevera, y Airi corre a avisar a la familia que se tienen visitas.

Me quedo en el recibidor por unos instantes, después de todo no puedo moverme a ningún lado pues no me han asignado pantuflas para poder recorrer el resto de la casa. Estoy por llamar tímidamente a Lisa noona para que me ayude, cuando la señora Watanabe se detiene frente a mí. Me inclino haciendo una profunda reverencia casi al instante. Ella igual se inclina, y me sonríe cálidamente.

-No esperábamos tener visitas esta noche -dice tranquila, lo que hace que se me agite el corazón, pues eso sólo puede significar una cosa: Park Jeongwoo no está aquí.

-No quiero molestar. Si hay algún inconveniente, yo puedo...

-No es molestia, Junkyu -me interrumpe de una manera que suena sumamente educada, y para nada grosera-. Aquí eres bienvenido. Ahora, ¿necesitas ayuda con tus zapatos?

Estoy por asentir, cuando ella da un paso hacia un lado (sin duda para dirigirse al armario de zapatos), y con ello, puedo ver que detrás de ella, alguien nos mira.

A Todos Los Chicos De Los Que Me Enamoré [Una Adaptación Harukyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora